lunes, 16 de abril de 2018

ACORRALADO POR LA INFLACIÓN, MACRI DESCUBRIRÍA SU COSTADO KIRCHNERISTA

CONFIDENCIAL / PRECIOS 



(U24) - La inflación acumulada del primer trimestre del año fue del 6,7%, según informó el INdEC en los últimos días. El resultado hizo volar por los aires la meta oficial de suba de precios para este año. Aunque había sido retocada al alza en diciembre, el 15% establecido ya aparece como un objetivo inalcanzable, lo que dejará al Gobierno en mora por 3er. año consecutivo respecto de los propósitos prestablecidos en materia inflacionaria. 


En la Casa Rosada ya se resignaron a que el saldo sea superior a la meta trazada, pero se esperanzan en que la cifra sea inferior al 20%. Se conformarían, al menos, con mostrar que se mantiene la curva descendente que la inflación mostró el año pasado con respecto al anterior. En este marco, el Presidente comenzaría a revisar algunos manuales.

El principal instrumento del Gobierno contra la inflación no estaba en el Palacio de Hacienda, sino en el Banco Central. Con tasas de interés altas, Federico Sturzenegger se propuso a absorber pesos del mercado y así reducir su velocidad de circulación a fin de desestimular su impacto en los precios. La vía monetarista es aún sostenida por el Presidente, pero ya no sería un tótem incuestionable.

Cuenta Carlos Burgueño en su columna de este lunes en el diario Ámbito Financiero que Mauricio Macri esperará a ver el resultado de la inflación de mayo (a mediados de junio) y entonces -si no es satisfactorio- podría pegar un volantazo en materia de lucha contra la inflación.

Se supone, porque se lo prometió el equipo económico, que para esa fecha ya sin la influencia de los aumentos de tarifas, la inflación tendrá un decrecimiento considerable. Si eso no se cumple Macri podría optar por cambiar el monetarismo imperante por un intervencionismo que ataque a los formadores de precios.

Para ello, se echaría mano a las herramientas que prevén una serie de proyectos que están en trámite parlamentario. Burgueño menciona la ley de reforma de Defensa de la Competencia, que fue impulsada por Elisa Carrió y que obtuvo media sanción en noviembre último por parte de la Cámara de Diputados.

 La iniciativa pondría presión sobre las empresas, en un revival de lo que fue la gestión del kirchnerismo en la materia. Las comparaciones son odiosas, pero... El proyecto, que debe ser aprobado en el Senado, prohíbe y penaliza "los actos o conductas, de cualquier forma manifestados, relacionados con la producción e intercambio de bienes o servicios, que tengan por objeto o efecto limitar, restringir, falsear o distorsionar la competencia o el acceso al mercado o que constituyan abuso de una posición dominante en un mercado, de modo que pueda resultar perjuicio para el interés económico general".

En su contenido, se destacan varios puntos clave, como la conformación de un Tribunal de Defensa con acuerdo del Senado; multas de hasta 30% del volumen negociado para las empresas infractoras; y la figura del "arrepentido" para el que delate las prácticas prohibida.

Este virtual 'Plan B' contra la inflación también se valdría de la ley de 'Compre Nacional', que como la de Defensa de la Competencia, cuenta con media sanción de la Cámara Baja. El proyecto prioriza a la industria local a la hora de las licitaciones por parte del Estado.

De acuerdo a Lapolíticaonline.com, el Gobierno buscará acelerar la sanción de esos 2 proyectos con el fin de tener una mayor capacidad de acción sobre la inflación.

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