lunes, 14 de enero de 2019

LOS CONCESIONARIOS YA NO SERÁN LO QUE SON

GESTIÓN / RECONVERSIÓN AUTOMOTRIZ 



(U24) - El número de concesionarios de coches en el mundo se reducirá o concentrará en 30% a 50% hasta 2025, según la encuesta recogida en el XX Informe Global sobre Automoción (GAES) que realizó la consultora KPMG. En los próximos años ni siquiera está claro qué tecnología impulsará los automóviles. 


A nivel mundial, dominarán los eléctricos, que supondrán el 30% de las ventas en 2040. Seguirán los híbridos, con un 25%, y los de pila de combustible, el 23%, empatados con los propulsores de combustión interna.

Sin embargo, los ejecutivos consultados por KPMG prevén grandes diferencias en el ámbito regional, con China dominando la movilidad electrificada y USA anclado en los combustibles fósiles.

El Informe Global de Automoción, de la consultora KPMG, muestra una coyuntura que obligará a las empresas del sector a redoblar sus inversiones en sus negocios tradicionales para desarrollar los nuevos sistemas de propulsión electrificados, mientras establecen nuevas estrategias para monetizar la creciente oferta en materia de conectividad y digitalización.

En el sondeo, realizado a casi 1.000 directivo de los sectores del automóvil y la tecnología, y unos 2.000 consumidores de todas las partes del mundo, el 82% de los encuestados están muy de acuerdo en que la única opción viable para los concesionarios físicos será la transformación hacia "factorías de servicios", convirtiéndose en centros del automóvil o focalizados en la gestión de I+D (investigación y desarrollo).

Por marcas, los directivos ven a Toyota como el fabricante mejor posicionado para el futuro, seguida de BMW y Tesla. Se trata de una elección fundamentada en las preferencias de los consumidores, que según la misma encuesta, apuestan mayoritariamente por la tecnología híbrida para impulsar su próximo vehículo, seguida muy de cerca por la combustión interna y los coches de batería o pila de combustible.

El informe KPMG considera que los concesionarios deben virar hacia centros de conducción, ofreciendo todo tipo de productos enfocados al conductor. Respecto a la fabricación de vehículos, los directivos del sector opinan que el futuro de su negocio pasa por el desarrollo de diversidad de tecnologías que se determinarán según la infraestructura de cada país, el uso del vehículo, los recursos disponibles y, en especial, la creciente relevancia del regulador. Así, a nivel mundial se estima que para 2040 se producirá una distribución bastante equitativa entre los distintos tipos de propulsiones:

* vehículos eléctricos de batería (VEB, 30%),

 * híbridos (25%),

 * vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno (VEPC, 23%) y

 * motores de combustión interna (MCI, 23%).

La previsión de los directivos del sector , quienes observan un predominio de los eléctricos a largo plazo, contrasta con lo manifestado por los consumidores a nivel global, que declaran que los híbridos representan la elección N°1 como próximo automóvil, seguidos muy de cerca por las unidades movidas a naftas o diésel; mientras que se muestran menos interesados que en ediciones anteriores del informe de KPMG en los vehículos de batería y en los de pila de combustible.

El estudio llega luego de una lluvia de datos negativos que afectan al sector, desde la Argentina a España, sin olvidar que China ha sufrido un retroceso en las matriculaciones por 1ra. vez desde 1990, que en Europa Ford ha anunciado que ejecutará un plan de ajuste que afectará a miles de empleos, mientras que Jaguar-Land Rover despedirá a 4.500 empleados.

Los momentos de cambio son complejos y exigen ajustar las posiciones, cambiar modelos de funcionamiento, adaptarse a nuevas exigencias regulatorias, como las medioambientales, o asumir los tiempos necesarios de maduración de inversiones y cambios tecnológicos, es el consejo de la industria. La conectividad y la digitalización son las principales tendencias para los directivos del sector.

Las empresas deben continuar invirtiendo y reforzando sus funciones tradicionales, pero estableciendo una clara estrategia de posicionamiento ante las nuevas demandas del consumidor en materia de conectividad y digitalización. No obstante, los directivos encuestados para el informe de la consultora, no creen que vaya a decrecer la rentabilidad de sus empresas.

Para Begoña Cristeto, socia de KPMG en España, "estamos ante una nueva tormenta perfecta, que sitúa a la industria de automoción ante retos complejos y que obligarán, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, a incorporar nuevas capacidades fuera de sus competencias tradicionales, para responder a las demandas de nuevos servicios de un consumidor más exigente." KPMG prevé que la rentabilidad de las empresas del sector resulte dañada durante esta radical transformación.

Para minimizar su impacto, la consultora aconseja a las compañías del sector, tanto productores de vehículos como fabricantes de componentes, que refuercen sus lazos entre sí, al tiempo que inviertan grandes cantidades en la automatización de la producción y la digitalización de los procesos productivos.

Todo ello permitirá desarrollar productos tecnológicamente avanzados, e integrados perfectamente en un mundo hiper conectado. Un proceso de concentración que sin embargo no necesariamente supondrá la desaparición de algunos actores.

«Ya tenemos en el mercado importantes alianzas cuyo resultado no ha sido en sí mismo la desaparición de fabricantes o marcas», matiza Cristeto, que defiende la cooperación como fórmula para asegurar el posicionamiento competitivo en un mercado global que va a mostrar contracción en los servicios tradicionales pero va a demandar otros nuevos.

El sector prevé un panorama aún menos halagüeño en el ámbito de la distribución. La opinión mayoritaria de los ejecutivos, sostenida también en años anteriores, es que hasta 2025 el número de concesionarios se reducirá entre 30% y 50%. Los que sobrevivan se verán abocados a importantes transformaciones.

El 82% de los ejecutivos consultados creen que se convertirán en puntos de venta de automóviles usados o centros de prestación de servicios de postventa y software relacionado con el automóvil, con un 92% de los encuestados defendiendo que este tipo de transacciones cobrará peso en la cuenta de resultados de los fabricantes automovilísticos. Este proceso de desaparición de puntos de venta, iniciado en 2007, muy probablemente continuará, aunque la digitalización no debe entenderse como una sustitución de los concesionarios.

"Estamos ante un nuevo modelo de negocio que tiene en el centro al cliente, un cliente exigente, poco fiel y el más informado de la historia", dijo Cristeto. Este cliente "busca información transparente y opiniones en los canales digitales y espera que esa experiencia tenga continuidad en el punto de venta". Sin embargo, este comprador aún confía en el punto de venta físico.

"El 52% de las decisiones de compra se producen con la prueba del vehículo en el concesionario", agregó Cristeto. "Lejos de pensar en la desaparición del concesionario, estamos ante la necesidad de que éste complete la experiencia del cliente, y establezca con él un vínculo".

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