INFORME ESPECIAL

El aborto y un debate que no se puede obviar

En Argentina, cuatro de cada diez embarazos terminan en aborto, a pesar de eso, el tema sigue siendo tabú para un gran segmento de la sociedad y uno de los problemas que abarca a una buena parte de la población. Números y datos que sirven para graficar un problema de enorme envergadura en nuestro país

Si hay un tema que trae polémica y divide a la sociedad en dos, es sin duda el del aborto, ya que están aquellos que creen que es un delito que debe ser penado por la ley, y aquellos que piensan que se debe legalizar para no permitir que se sigan muriendo más mujeres en nuestro país por la falta de atención en los hospitales públicos por el tema.

En términos médicos el aborto se define como "la interrupción del embarazo antes de la viabilidad del feto" o en otras palabras mas exactas, " la muerte del producto de la concepción antes de las 22 semanas de vida dentro del feto materno". Efectivamente un feto es difícilmente viable, fuera del feto antes de los 180 días de gestación. El aborto puede ser inducido o provocado ( o sea causado intencional y artificialmente, cualquiera sea el método empleado) y espontáneo (el que sucede de una manera natural y por algún accidente no querido).

 

Las condiciones infrahumanas donde se realizan abortos hoy en día en la Argentina, es uno de los motivos que lleva a pensar a muchos sobre la conveniencia de legalizar el aborto, mientras que las organizaciones religiosas se muestran contrarias a esta acción, por ir en contra de la vida y lo destinado por Dios.

 

En Argentina, el aborto está prohibido por ley salvo cuando la vida de la madre corre peligro o el embarazo es consecuencia de una violación o del abuso de una mujer discapacitada. A pesar de eso, en el Congreso nacional descansan diversos proyectos para modificar el Código Penal de la Nación y establecer como no punible el aborto en determinados casos, lo que ha llevado a que el tema vuelva a estar candente en una sociedad que se debate entre el apoyo a su aplicación, o la crítica acérrima por cuestiones religiosas y morales al mismo.

 

Las organizaciones feministas hace muchos años que vienen luchando para que el aborto sea legalizado en nuestro país, y de esa manera, sean las propias mujeres las que decidan qué hacer con su cuerpo.

 

En nuestro país, se calcula que cuatro de cada diez embarazos terminan en aborto, así como también una mujer por día muere por la falta de un esquema sanitario que la proteja. Además, se estima que se efectúan alrededor de 500.000 abortos clandestinos por año en el país, y que 80.000 de esas mujeres que se realizan abortos, deben ser hospitalizadas por complicaciones posteriores a estas intervenciones clandestinas.

 

Un estudio realizado hace poco menos de un año por la consultora Ibarómetro, muestra que el 58,5% de la sociedad se pronuncia a favor de la posibilidad de que las mujeres tengan derecho a interrumpir su embarazo conforme a sus necesidades y convicciones personales, contra un 30,2% que se manifestó en contra, y un 11,3% que no emitió opinión respecto al tema.

 

Una mujer cada 30 minutos pide información sobre aborto a una línea telefónica creada por una ONG de mujeres que asesoran en la utilización de un medicamento para abortar sin riesgos. Se estima que el 40% de los embarazos en Latinoamérica no son planificados y son consecuencia de no usar métodos anticonceptivos, de usar métodos inadecuados o de fallas al utilizarlo. Anualmente 46 millones de los embarazos de madres adolescentes culminan en un aborto inducido, mientras que casi 20 millones de estos se realizan de forma insegura.

 

Los datos son escalofriantes cuando se habla de las menores de edad, ya que cifras oficiales dadas a conocer por el Ministerio de Salud de la Nación, aseguran que casi 110.000 menores de edad dan a luz por año en nuestro país, y que un 15 por ciento de las chicas de 15 a 19 muertas, son debido a abortos mal practicados.

 

A esto hay que sumarle más datos tétricos, como lo es que en la Argentina  la mayor cantidad de camas ocupadas por mujeres en hospitales públicos argentinos, corresponden a mujeres que realizaron abortos de modo clandestino y presentaron complicaciones.

 

El aborto causa en Argentina aproximadamente sólo un tercio de las muertes maternas. Más del 50 por ciento se debe a otras causas obstétricas directas (causadas por el embarazo), y la mayor parte del resto a causas obstétricas indirectas (enfermedades agravadas por el embarazo). En toda América Latina, el aborto es la primera causa de mortalidad materna  con el 35.9 %.

 

Datos dados a conocer por la Organización Mundial de la Salud, suele contradecir a las organizaciones feministas que bregan por el aborto libre y gratuito en nuestro país. Un informe de la OMS señala que hay países donde la mortalidad materna es muy baja y el aborto es legal, como por ejemplo Finlandia, y otros donde el aborto es ilegal, y la mortalidad materna es altísima, ejemplo Nigeria; así como hay países donde el aborto es legal y la mortalidad materna es alta, tal es el caso de Rusia.

 

Un tercio de todas las muertes maternas del mundo ocurren en la India, donde el aborto es legal. Además, en algunos países el aborto es ilegal y la mortalidad muy baja. En Irlanda, donde el aborto sólo se permite para salvar la vida de la madre, la mortalidad materna es tres veces menor que en Holanda, donde el aborto es irrestricto. En Chile abortar es ilegal, pero la mortalidad materna es menor que en Cuba, donde no hay restricción.

 

Una polémica que apenas comienza en la Argentina y que amenaza con extenderse en el tiempo, debido sobre todo al fanatismo que adoptan los partidarios que están a favor y aquellos que están en contra del aborto, y que muchas veces hace que el debate necesario para estos casos no se dé con la seriedad que se merece.

 

Un problema que ya no puede estar más oculto, sino que debe ser debatido por la sociedad y sus autoridades, para intentar de esa manera darle un sostén a las miles de mujeres que al año se practican abortos clandestinos en nuestro país, y de las cuales una gran mayoría se termina muriendo por las malas condiciones en las que se efectúan los mismos. CNA