miércoles, 18 de febrero de 2015

LAS DROGAS DEL ‘ISIS’ Y LOS NIÑOS SOLDADOS SUICIDAS

AGENCIA / GLOBAL 


 CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Un video filtrado muestra las últimas palabras con las que los militantes se dirigen a un menor de 12 años antes de que este muera a bordo de un vehículo militar en Irak.



 La filmación fue obtenida después de que un grupo de militantes del Estado Islámico fuera derrotado a manos de las fuerzas kurdas Peshmerga el pasado 30 de enero en la localidad iraquí de Kirkuk, informa la agencia kurda Rudaw.

 En un tramo del video se observa a dos militantes del Estado Islámico preparando a un menor de apenas 12 años para que lleve a cabo una misión suicida y se inmole en el interior de un vehículo.

Un militante cuenta a cámara –en presencia del menor– cómo este se casará en el cielo. Así, recalca que con la ayuda divina cometerán ataques en Erbil y Solimania (Irak) y explica que el niño entrará en un vehículo para llegar hasta Kirkuk, enfatizando en que es el "elegido" para esa misión y no debe tener miedo de seguir las órdenes de Dios.

Más tarde puede apreciarse cómo el vehículo militar explota cerca de la región de Kabaza, Kirkuk (Irak).

 Asimismo, las imágenes del video muestran cómo el grupo terrorista se prepara durante las dos horas previas al ataque y el tipo de armas que utiliza. Algunos de sus miembros incluso revelan los nombres de sus superiores.

La mayoría de los jóvenes utilizados en estas operaciones suicidas son menores de edad. Niños soldados y drogas Los niños soldados son con frecuencia forzados a guerrear bajo el influjo de estupefacientes.

Además de los estimulantes, mezclados a veces con alcohol y otras sustancias psicodélicas, hay que tener en cuenta que se trata de personalidades en evolución, en las que los criterios de valores no están definidos.

 "Pueden actuar en la vida real como si de un cuento o fantasía se tratara. Así, vemos a niños matar, pero sin plena conciencia de lo que hacen", explica el psiquiatra, forense y médico militar español, José Cabrera.

 A pesar de todo esto, los expertos insisten en demonizar las guerras, no las drogas. El historiador Juan Carlos Usóno cree que "una persona decapite a otra por el simple hecho de haber ingerido previamente determinada sustancia. La maldad anida en las personas, no en las sustancias, que al fin y al cabo son neutras. No digo inocuas, sino neutras, moralmente neutras".

 Los soldados siempre han tomado sustancias, aunque su uso se normalizó a partir de la Guerra de Crimea y más aún en la Primera Guerra Mundial.

"Los alemanes sintetizaron la primera anfetamina a principios del siglo XX -añade Cabrera- para aguantar el dolor, el hambre, el sufrimiento y dar acometividad. Se convirtió desde 1914, hasta muy entrado el siglo XX, en una sustancia que figuraba en los botiquines de todos los ejércitos.

En el Ejército Español los 'Estimulantes FAS' estuvieron en activo hasta los años 90. Hasta esa fecha incluso los medicamentos antigripales tenían anfetaminas".

 A las puertas de la Segunda Guerra Mundial, en 1938, Alemania empezó a comercializar la metanfetamina, ampliamente utilizada, según Fuentes-Pila, por todas las tropas para suprimir la fatiga y aumentar el espíritu combativo.

Pero no fueron solo los alemanes: "Se calcula que los británicos y los norteamericanos consumieron 72 y 180 millones de tabletas, respectivamente, durante la contienda. A su término, Japón sufrió una gravísima ‘epidemia’ de abuso de anfetaminas como consecuencia de la venta sin control de los excedentes almacenados, calculándose que en 1950 había un millón de adictos".

A esta droga se atribuye que los pilotos kamikazes ejecutaran sus misiones suicidas sin vacilar. Según el etnofarmacólogo y especialista en esta materia Markus Berger, en la Guerra del Golfo o en la de Afganistán los pilotos estadounidenses tomaban dexedrina en tabletas bajo el nombre de 'go pills' o 'action pills'.

Sus efectos secundarios, como la agresividad, confusión, miedo o paranoia, fueron los culpables de los casos de 'fuego amigo' (disparar contra civiles o los propios compañeros) en Afganistán e Irak.

 La Guerra Civil española es otro caso. "Las anfetaminas se consumieron a espuertas traídas de Alemania, en especial por parte de los aviadores, para disminuir el cansancio", asegura Cabrera.

Por su parte, el historiador y sociólogo Juan Carlos Usó recuerda "cómo las tropas sublevadas en África se estimulaban con kif y grifa ('petardos') y aguardiente cantinero, llamado 'saltaparapetos' o 'saltatrincheras', antes de entrar en combate.

He escuchado varias fórmulas: una mezcla de vino y coñac, todo de garrafón, con especias (pimienta, canela)... y es posible que también alguien mencionara como ingrediente la pólvora de algún cartucho".

Cabrera cree, sin embargo, que esto forma parte de la leyenda debido a la alta toxicidad de esta sustancia. Pero si hay un conflicto al que se le relaciona rápidamente con las drogas es Vietnam, gracias en buena parte a la cantidad de películas rodadas sobre el tema. "Los soldados estadounidenses fumaban marihuana y opio, tomaban ácido y se metían heroína", precisa Usó.

Debían soportar no solo una guerra fuera de sus fronteras, en un entorno demasiado hostil, sino que la participación de las tropas de USA era criticada incluso dentro de su propio país.

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