lunes, 6 de junio de 2016

43% DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES QUE VAN A COMEDORES PADECEN MALNUTRICIÓN

SALUD / CONURBANO BONAERENSE 



El Instituto de Investigación ISEPCI, junto con la organización Social Barrios de Pie, continuó durante marzo y abril con la construcción del 7° Indicador de Salud Nutricional, IBSN, lo que permitió realizar la detección precoz de malnutrición a niños y adolescentes que asisten a merenderos y comedores del movimiento, ubicados en barrios de 15 distritos del conurbano bonaerense. 


Los principales hallazgos son:

< Lactantes (0 a 2 años): para el Indicador peso/edad que se utiliza para evaluar la situación nutricional, el promedio de malnutrición para conurbano es de 44%, es decir 195 niños que no estarían creciendo adecuadamente en relación a su edad. 32n (14%) están en bajo peso; 45n (10%) riesgo de bajo peso; 75n (17%) en sobrepeso; 43n (10%) obesidad; en relación con la talla, 97 n, el 22% de ellos tiene baja talla para su edad.

< Niños y niñas de 2 a 6 años: el 46% presenta malnutrición (4% riesgo de bajo peso, 4% bajo peso, 22% sobrepeso, 16% obesidad) y el 16% baja talla para la edad. Aquí resulta significativo resaltar que en relación con los datos de 2014 ha aumentado la malnutrición, de 44 al 46%, con preeminencia del sobrepeso y obesidad.

< Niños y niñas de 6 a 12 años: el 43% presenta malnutrición (78% riesgo de bajo peso, 4% bajo peso, 19% sobrepeso, 13% obesidad); y 76 n (4%) baja talla. También en este grupo de niños en relación con los datos de 2014 ha aumentado la malnutrición, de 32 al 43%, con preeminencia del sobrepeso y obesidad.

< Adolescentes de 12 a 19 años, 39% presenta malnutrición: 4% riesgo de bajo peso, 8% bajo peso, 17% sobrepeso, 10% obesidad); y 6% baja talla.

Estos hallazgos surgen del relevamiento que se ha realizado en los distritos de La Matanza, Moreno, Merlo, Morón, Hurlingham, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría, San Martín, Malvinas Argentinas, San Miguel, J. C. Paz, Escobar.

Estos datos permiten observar que no se han modificado los valores de la malnutrición y que, por el contrario, se han incrementado los porcentajes en niños entre 2 y 12 años, que se encontrarían afectados por una alimentación inadecuada para su edad, 46 y 43% de malnutrición.

Además, según destaca el informe, "nuevamente se pone en evidencia la preocupante vulnerabilidad nutricional en la que se encuentra un conjunto de niños y adolescentes, que hoy ven afectada seriamente su salud nutricional, la presencia de malnutrición en cualquiera de sus variantes, ya sea por bajo peso o sobrepeso, limita su crecimiento y desarrollo integral tanto físico como psicosocial, deteriorando su calidad de vida, abriendo la puerta a enfermedades en la edad adulta".

"El incremento en la prevalencia del sobrepeso, 22% y obesidad 16%, en la primera infancia, como así también en segunda infancia 19% y 13%, exigen en forma prioritaria de políticas preventivas y detección precoz, para incidir en los factores modificables, no genéticos, que preserven la salud de los niños y eviten complicaciones futuras a corto plazo como son problemas psicológicos, baja autoestima, diabetes tipo 1 y 2, asma, aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, deformaciones óseas, entre las principales.

Se enciende también una alerta en relación a los indicadores por déficit, en los lactantes aparece en 10% de riesgo de bajo peso y 7% de bajo peso", continúa el informe.

Y agrega: "la alimentación del grupo familiar en cantidad y calidad adecuada ocupa un aspecto a resolver, ya que las dificultades para acceder a la canasta básica de alimentos, aparece en la cotidianeidad, como una cruda realidad, y según refieren las madres han visto disminuido significativamente el consumo de lácteos, frutas y carnes, debido al constante aumento de los precios.

La dieta familiar está constituida principalmente por hidratos de carbono y grasas, en detrimento de las proteínas necesarias, lo que marca fundamentalmente la alimentación de niños ubicados en la lactancia y primera infancia, que comparten la misma alimentación que los adultos".

"Consultadas las madres de los niños relevados expresan con angustia que la carencia de ingresos suficientes las ha llevado a cocinar solo por la noche, suprimiendo el almuerzo, con comidas en calidad y cantidad menores, desapareciendo casi totalmente la alimentación especial para los niños de 2 a 6 años".

"Ante esta situación resulta significativo analizar cuál es la incidencia de los comedores escolares en la alimentación de estos niños, ya que casi en su totalidad se encuentran escolarizados, y la presencia de todas las variantes de la malnutrición nos interpelan sobre la inadecuada ingesta de nutrientes que estarían recibiendo en el ámbito escolar y que son insustituibles y necesarios para su crecimiento y desarrollo", prosigue el análisis.

En este sentido, destaca "la notable baja desde hace tiempo en la calidad de la comida como así también la cantidad de cupos de comedor de que disponen las autoridades escolares. La mayoría de los días los alumnos reciben almuerzo sin carne ni frutas, ya que los escasos $12,60 por niño, que se estarían abonando a los proveedores no alcanzaría para brindar una nutrición adecuada".

Finalmente, el informe resalta que "repercuten en forma negativa los hábitos sedentarios y escasa actividad física de los niños y adolescentes, por ausencia de oferta recreativa y deportiva en los barrios del conurbano, siendo uno de los factores de riesgo de mayor importancia que deben ser modificados con urgencia".

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