jueves, 9 de junio de 2016

YA SE HABLA DE NARCOMUNICIPIO EN UN TERRITORIO DE CAMBIEMOS

SOCIEDAD / PARANÁ, CAPITAL ENTRERRIANA 



Las revelaciones de la revista Análisis, de la ciudad de Paraná (Entre Ríos) sobre la situación que se vive dentro de la Municipalidad de Paraná desde que asumió el nuevo intendente, Sergio Varisco (UCR-Cambiemos), en cualquier lugar del mundo ya habrían logrado que algún fiscal pidiera de oficio una investigación judicial solicitando que el jefe municipal dé alguna explicación sobre las graves denuncias que allí se hacen. 


Increíblemente, la cada día más inactiva justicia entrerriana, ni se ha ocupado por ello. Paraná ha dejado de ser la tranquila ciudad que fuera hace algunos años, y ha sido como muchas otras de otros lugares del país, asaltada por bandas del narcotráfico, fundamentalmente a partir de la llegada del kirchnerismo al gobierno, y ahora pareciera que además han logrado incorporarse a la municipalidad de la mano del nuevo intendente, que llegó a ese lugar porque muchos creyeron que podía venir una época diferente a la soportada durante los gobiernos kirchneristas que administraron la ciudad entre los años 2003 y 2015.

Pero no fue así, y además Varisco parece haber venido mal acompañado. Muchos creyeron que cuando Blanca Osuna denunció que Varisco tenía vínculos con algunos conocidos narcos de la ciudad, era por la campaña electoral y no le prestaron ninguna atención.

Por otro lado su gestión había sido muy mala como para que la gente le creyera y se pensó que era una actitud desleal producto de las típicas rencillas electorales. Sin embargo, los paranaenses ahora ven azorados que eso pareciera haber tenido cierto asidero.

Según lo denunciado por el periodista Daniel Enz en la revista Análisis, Varisco habría recibido un apoyo económico muy importante de sectores supuestamente vinculados al narcotráfico, bajo la condición de recibir a cambio lugares claves dentro del municipio, que el intendente habría concedido al momento de asumir su segundo gobierno.

Enz en su relato cuenta que Varisco “mantiene una estrecha relación con un conocido personaje que es señalado como uno de los narcos más fuertes de Paraná de apellido Celis y apodado “Tavi”, que cuenta con un extenso prontuario debido a sus correrías.

Desde el año 1995 y hasta el 2007 Celis estuvo varias veces preso tanto en Entre Ríos, como en Misiones y Santa Fe, pero desde ese último año no ha vuelto a ser sorprendido en nada, aunque fuentes policiales lo vinculan con distintos hechos relacionados con drogas ocurridos en los últimos tiempos”.

Siguiendo lo relatado por el periodista paranaense, “Varisco ya había recibido una ayuda económica en la campaña del año 2011, cuando perdió a manos de Blanca Osuna. Ese préstamo habría sido devuelto en cómodas cuotas. Supuestamente Varisco y Celis no se vieron más las caras hasta que el ahora intendente recurrió nuevamente al “Tavi” para que lo ayudara a recuperar el municipio en 2015. Celis habría accedido acordando con Varisco varios aspectos antes de las elecciones de ese año”.

Continúa el relato diciendo: “El intendente habría consentido a los planteos políticos y en esa oportunidad se habría negado a ciertos negocios planteados por Celis, pero que podrían reactivarse en un futuro cercano.

La propuesta consistía en formar una empresa constructora, bajo la figura de una UTE, con algunos testaferros, para presentarse y ganar las licitaciones de obras públicas que se harían”. En ese sentido habría que señalar que posiblemente ese hecho haya sido uno de los motivos por los cuales Varisco se enojó con el ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, que le negó la posibilidad de financiar obras que el intendente seguramente habría comprometido que se harían.

Pero eso es otra historia y quizás por ahora los integrantes de esa UTE se conformen con el “puentecito” de calle Moreno que el intendente hará construir por un monto, dicen, cercano a los $30 millones.

Volviendo al relato de Daniel Enz sobre los acuerdos políticos, señala:”Celis ubicó al concejal Pablo Hernández, considerado uno de los más cercanos al jefe narco y quien en su momento potenció la relación con Varisco, y si bien exigió ser el jefe máximo de una de las unidades municipales que se encuentra ubicada en el barrio que él maneja, el intendente no hizo lugar al planteo.

Celis quería ser funcionario público y al no lograr su cometido, optó por nombrar a otro hombre de su extrema confianza”.

Siguiendo con lo publicado en Análisis, se indica que “el punto en cuestión es que en la unidad a la que aspiraba (la número 2) son cerca de 400 los empleados municipales y alrededor de 100 aparecen ligados a Celis. O sea, una porción de poder importante con apoyatura logística como para instrumentar la operatoria que se les ocurra.

Otro funcionario municipal con el que también tendría vinculación Celis, es con el actual director de Medio Ambiente, Marcelo Álvarez, familiar de un alto funcionario de la justicia federal”.

Varisco convive con la telaraña de Celis que crece mes a mes y alguno de los referentes radicales y del Pro, le habrían manifestado su preocupación por lo que está sucediendo, ya que la situación pone en una incómoda posición a otros funcionarios nacionales de Cambiemos, como el ministro Rogelio Frigerio que se han comprometido con una intensa lucha contra el narcotráfico.

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