martes, 16 de agosto de 2016

LAS LEONAS DIERON PELEA PERO CAYERON ANTE HOLANDA Y SE QUEDARON AFUERA DE RÍO

JUEGOS OLÍMPICOS / HOCKEY 



El partido se jugó en la cancha principal del Complejo Deodoro y en los otros cruces, previos al partido de Las Leonas, Nueva Zelanda le ganó 4 a 2 a Australia, Alemania 2 a 1 a Estados Unidos y Gran Bretaña 3 a 1 a España. 


 De tal manera, en semifinales Holanda se medirá con Alemania y Nueva Zelanda con Gran Bretaña, el próximo miércoles, siempre en el Complejo Deodoro.

 El equipo argentino cumplió una dignísima actuación y remontó un 3-0 desfavorable para ponerse 2-3 y jugar todas sus chances en los últimos minutos. Inclusive, el entrenador Gabriel Minadeo, en una decisión digna de lo más puro del espíritu olímpico, reemplazó a la arquera Belén Succi por la delantera Delfina Merino y terminó buscando el empate con una jugadora de campo en la valla. 

Además, en ese lapso, Florencia Habif recibió una tarjeta verde y debió abandonar la cancha, por lo que Las Leonas se jugaron a suerte y verdad en inferioridad numérica,

 Las lágrimas del final por no acceder a las semifinales fueron largamente premiadas por los simpatizantes argentinos que se dieron cita en Deodoro bajo una lluvia intensa.

 Las Leonas, en su primer Juego Olímpico sin su conductora estelar, Luciana Aymar, sufrieron más de lo esperado para meterse en la segunda fase, ya que sólo le ganaron a Japón (4-0) e India (5-0), cayendo con Estados Unidos (2-1), Gran Bretaña (3-2) y Australia (1-0).

 Pero esta noche, ante una potencia como Holanda jugaron sin complejos y pusieron en apuros a la gran candidata al oro en Río, sin bajar los brazos hasta el último segundo y alentadas permanentemente por su incondicional y numerosa hinchada.

 Esta será la primera oportunidad en que Las Leonas, después de 20 años (Atlanta 1996) se quedarán sin medallas, ya que desde entonces hasta Londres 2012 habían cosechado cuatro, dos de plata y la misma cantidad de bronce.

Ahora jugarán por un puesto entre el quinto y el octavo. La ineficacia en los córners cortos, la falta de claridad para concretar cuando estando 3-1 abajo su rival se quedó con tres jugadoras menos simultáneamente, y una llamativa inferioridad de potencia física a la hora de los roces con las gráciles holandesas, fueron claves a la hora de inclinar la balanza para el lado de las bicampeonas olímpicas. 

De esta manera, ante los ojos del rey Guillermo Alejandro de Holanda y su esposa, la porteña reina Máxima Zorreguieta, que celebró efusivamente cada tanto del equipo naranja, el seleccionado de su país de origen, emblema del deporte argentino de las últimas dos décadas, empezó a dejar atrás su tiempo de gloria para iniciar formalmente el camino de la transición rumbo a un futuro que intentará parecerse al pasado mediato. (T)

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