jueves, 19 de octubre de 2017

SANTIAGO O NO, ESE CUERPO ROMPIÓ EL PACTO

POLÍTICA / GENDARMERÍA-CASA ROSADA 
Patricia Bullrich


La aparición del cuerpo en el río Chubut, que sería el de Santiago Maldonado, amplió la tensión entre Casa Rosada y Gendarmería, fuerza que durante la primera parte del mandato de Mauricio Macri fue la preferida. 


Es una versión que comenzó a correr en las últimas horas acerca del quiebre del pacto de apoyo en en caso Maldonado, en el cual Patricia Bullrich llegó a decidir no apartar a ninguno de los efectivos que participó del operativo del 1º de agosto en Esquel, donde se vio por última vez a Santiago.

 Incluso, hay especulaciones bastante más graves sobre el motivo de la aparición del cuerpo días antes de las elecciones. Hace algo más de un mes que la ministra de Seguridad fue corrida del caso y con ello se cayó la protección total a la fuerza.

Coincidió eso con la aparición de audios y elementos que complicaron a un grupo de gendarmes, de los que incluso trascendieron sus nombres, después de 40 días donde supuestamente no había ninguna fisura en sus versiones.

 Ya en ese momento en la fuerza tenían la sensación de que la Rosada no veía mal que la investigación se centrara en algún "exceso" aislado.

 Ello parece confirmarse hoy con las versiones de que en el Gobierno aceptan que pudo haber muerto a raíz de la represión, pero que buscan descartar la hipótesis de una desaparición forzada.

Según el sitio 'La Política Online', fuentes de la fuerza indicaron que ya antes del caso Maldonado había cierto fastidio por la decisión del Gobierno de desarticular los operativos Centinela y Cinturón Sur, que implica el traslado de gendarmes desde el Conurbano a la frontera.

 El problema para el Gobierno es que durante largos meses eligió concentrar en la Gendarmería la lucha contra el narcotráfico y otros temas sensibles, y relegó a las otras fuerzas nacionales, especialmente a la Policía Federal.

 En tanto, en la Federal habría bronca desde hace meses porque, se sentirían totalmente postergados por Macri, en quien confiaban para convertirse en una especie de FBI argentino. Lejos de eso, el Gobierno traspasó a la Ciudad el grueso de su estructura y personal.

Con Gendarmería a cargo de la lucha contra el narco, la PFA quedó sin un rol claro. Esto derivó en una guerra fría entre ambas fuerzas, con informes reservados cruzados.

Por un lado, la Gendarmería elaboró un peritaje de la muerte del fiscal Alberto Nisman que destruyó la investigación de la PFA, que había encauzado todo hacia un suicidio.

Hace poco más de un mes, el analista político Carlos Pagni expuso los intereses contrapuestos entre la Policía Federal y la Gendarmería sobre ambos casos.

 Mientras, se especula con que la PFA tendría informes de inteligencia que apuntan a Gendarmería por la muerte de Maldonado.

 En todos estos días transcurridos desde la desaparición de Santiago, se sospechó varias veces que muchos datos para complicar a Gendarmería salieron de la PFA.

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