viernes, 20 de octubre de 2017

'VOTO DELIVERY' POR LOS TERRITORIOS Y EL CONTROL FUTURO DEL PJ

OPINIÓN / PUERTAS ADENTRO 

Peronistas... El humor de Gabriel Ferrari, FECHU.


Por SEBASTIÁN DUMONT 
Periodista especializado en Provincia de Buenos Aires, en especial el Gran Buenos Aires. 

(U24) - No es secreto que los intendentes, ante el escenario que se vislumbra, buscan sostener y aumentar el caudal electoral propio. Y para ello arman el voto “delivery”. 


Se trata de repartir su boleta local combinada con la de otras fuerzas políticas a pedido del votante. Se nota con mucha claridad en el conurbano, a punto que en algunos casos han ido más allá e incluso ponen mesas en las plazas o imprimen folletos propagandísticos que “confunden” al electorado.

En cada distrito la necesidad política puede ser diferente pero con un objetivo común: mostrar quienes son los que dominan el territorio, más allá de la polarización instalada a nivel provincial. Hay casos y casos.

Uno muy notorio es el de San Martín donde Gabriel Katopodis no abandonó a Florencio Randazzo pero a nivel local promueve el corte para mantener fuerza en el Concejo Deliberante. Hay otros ejemplos, pero en general, se repite la lógica.

Quizá a diferencia de otros casos, lo llamativo es ver como circulan volantes donde un candidato local se promueve con una lista distinta a la suya. Siempre hay lugar para innovar, elección tras elección.

En Cambiemos reina cierto optimismo porque consideran que habrá mayor asistencia a las urnas y, además, sienten un cambio de clima con respecto al presidente Mauricio Macri.

La ejecución y finalización de muchas obras públicas son un punto distintivo entre agosto y octubre para las realidades locales. Esperan aumentar los votos en distritos como Vicente López, San Isidro, Morón y Tres de Febrero que ya ganaron en las PASO y recuperar Pilar, Lanús y Quilmes.

De hecho la gobernadora María Eugenia Vidal tenía previsto cerrar en Lanús. El 'caso Maldonado' lo impidió. Algo que sí reconocen los jefes comunales de Unidad Ciudadana es que en sus distritos creció Cambiemos.

Puertas adentro, la mayoría de ellos considera que la ola amarilla se incrementará. Más allá de La Matanza, donde Fernando Espinoza, hombre clave en la campaña de Cristina Fernández de Kirchner, aún sostiene que la ex Presidente puede ganar.

Paradójicamente, mientras se espera el domingo, habrá una escala el sábado 21/10 en la interna del peronismo bonaerense.

El mandato de Espinoza al frente del partido vence en diciembre. La carta orgánica dice que las elecciones se deben convocar 60 días antes. Por eso, en la previa de los comicios habrá una reunión de peronistas bonaerense para avanzar en la “renovación del partido”.

Tal como se adelantó hace varios meses, el alcalde de Merlo, Gustavo Menéndez, se anota para esa faena. Pero al mismo tiempo es de los que pugna por una lista de Unidad. Su apuesta es a juntar a todos los sectores, incluidos lo de Sergio Massa, Florencio Randazzo y Diego Bossio. Pero cada uno maneja sus propios tiempos.

En esa puja tendrá peso específico Martín Insaurralde. El hombre de Lomas de Zamora quizá tenga que lidiar con su mentor, también de allí, Eduardo Duhalde, quien avisó que irá por lo mismo.

De todas maneras, la idea generalizada es que los territorios en manos del PJ sean los que se impongan. Léase los intendentes. Alineados con Gustavo Menéndez están, sin miramientos, Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuk (Escobar) y Santiago Maggiot i (Navarro).

Otro de los que se anota es Walter Festa, intendente de Moreno que ha manifestado su idea de presidir el PJ provincial. Tiene diálogo con Menéndez y Espinoza, pero no depone su idea de jugar.

El caso de La Matanza es particular. Fernando Espinoza ya recibió el mensaje que buscarán una renovación en el cargo. Sus acciones dependerán, en parte, de la elección del domingo.

“Fernando (Espinoza) hizo un buen trabajo, pero es hora de renovar las caras”, sostiene un intendente de los asumidos en 2015. Igualmente, la idea es llegar a una lista de unidad. Con CFK adentro o sin ella.

“Ella tiene votos, pero el kirchnerismo no tiene territorio”. La dicotomía que muestra el momento actual del peronismo. Y que explica, entre otras cosas, el aumento del voto “delivery”.

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