domingo, 15 de abril de 2018

HABLAN DE TERREMOTO CATÓLICO EN MAYO EN CHILE

INVESTIGACIÓN / 'CASO KARADIMA' 



(U24) - Que los obispos de un Episcopado nacional se encuentren con el Papa católico apostólico romano 4 veces en 15 meses no es frecuente, y revela alguna preocupación extraordinaria. Es el caso de los clérigos de Chile. 


Juan Carlos Cruz, un periodista chileno que vive en Filadelfia (USA) y trabaja para una multinacional de comunicación, lleva años contando la misma historia: a él lo violaba el padre Fernando Karadima, un cura de la élite chilena, y presenciaba y toleraba esos abusos monseñor Juan Barros, hoy obispo de Osorno.

Muchos le creyeron, pero no el papa Francisco, quien públicamente dijo: “El día que me traigan una sola prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. Todo es calumnia”.

Ya en 2010, se dio a conocer a la opinión pública la existencia de una serie de denuncias en contra del sacerdote católico Fernando Salvador Miguel Karadima Fariña por abusos sexuales contra niños y adolescentes.

Sin embargo, las denuncias de feligreses y de exsacerdotes de la parroquia El Bosque a la autoridad eclesiástica se remontan a 2004. Luego, la Fiscalía Regional Oriente recibió denuncias de 4 personas que señalaron haber sido objeto de delitos de abuso sexual de parte de Karadima.
Fernando Salvador Miguel Karadima Fariña

Karadima, protegido supuestamente por el obispo de Osorno, Juan Barros, devino en un personaje cuestionado por la mayoría de la sociedad chilena.

Cuando llegó a Chile, Francisco manifestó en el palacio presidencial de La Moneda su "dolor y vergüenza” ante el daño "irreparable” causado a los niños por los ministros de la Iglesia, pidiendo "perdón” por lo sucedido. Pero él permitió la participación de Barros en todas las ceremonias religiosas.

Jorge Mario Bergoglio ya había mostrado su apoyo en Roma a Barros y volvió a hacerlo en Chile, sin importarle lo impopular que resultara. Lo del papa Francisco fue un acontecimiento traumático. "No hay una sola prueba en contra. Todo es calumnia, ¿está claro?”, comentó antes de comenzar la misa que presidió en Iquique.

Así, el Papa boicoteó su propia visita a Chile, la peor gira de su pontificado. Cruz reaccionó indignado ante la negativa papal: “Como si uno hubiese podido sacarse una selfie mientras Karadima me abusaba... ”.

El Papa no quiso reunirse en Chile con Cruz y otras 2 víctimas de Karadima, Andrés Murillo y James Hamilton. El debate arruinó el viaje de Francisco a Chile. Pero 3 meses después, tras leer un informe demoledor, Francisco ha pedido perdón a Cruz, Murillo y Hamilton, y les ha invitado a Santa Marta, a pasar un fin de semana con él, el 28/04.

Hay constancia del intento juego de presiones que ocurrió en la Iglesia Católica chilena durante el período entre el 02/06/2017, cuando el Vaticano recibió la carta que invitó oficialmente al Papa a Chile, hasta 17/01/2018, cuando se concretó el viaje. Entre el Vaticano y los obispos chilenos hubo un intenso intercambio informativo.

El Papa mantuvo 2 encuentros a puertas cerradas con el Episcopado chileno durante la visita 'ad Limina', el 20 y el 23 de febrero de 2017. Fueron en total 6 horas de encuentro. Posteriormente, el 16/01/2018 Francisco volvió a estar con los obispos en Santiago de Chile, en la sacristía de la Catedral, pero evitó tocar los temas ríspidos para la comunión eclesial.
Juan Barros oficiando cerca del Papa Franciso

Ahora, que el escándalo es gigantesco, el Papa mantendrá un 4to. encuentro con ellos en la 3ra. semana de mayo. No es frecuente que Papa se encuentre con todos los obispos de un Episcopado Nacional 4 veces en 15 meses. Y se cree que arderá Troya.

Carlos Cué le preguntó, para el diario madrileño El País, al abusado Cruz: "(...)

-¿Les han invitado al Vaticano a explicar su caso?

-Sí, estamos en contacto permanente con el Papa aunque no hemos hablado con él directamente, lo hacemos a través de sus enviados, sobre todo de monseñor (Jordi) Bertomeu [el sacerdote enviado a Chile con Charles Scicluna para redactar un informe sobre los abusos] y nos ha invitado a los 3 al Vaticano, sin condiciones, nos dijeron que las pusiéramos nosotros. Nos han ofrecido quedarnos en Santa Marta y reunirnos con él personalmente, quiere pasar toda la tarde del domingo conmigo, estamos impactados. Les dijimos que no queríamos que fuera algo de relaciones públicas y no, quiere conversar sinceramente con nosotros, con calma.

-¿Están satisfechos? 

-Estoy contento porque el informe de Scicluna es lapidario, también monseñor Bertomeu es extraordinario. Le mostraron al Papa la verdad. Esto no es una victoria nuestra, es de tantas víctimas en todo el mundo que no tienen la oportunidad de que los oigan como nosotros. Esto es un gran paso adelante para que a partir de ahora a las víctimas se las crea y se las respete. (...)".

Pero ¿a qué se refiere el papa Francisco cuando dice: "he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada"?

Sin duda, al 'caso Karadima' y sus derivaciones. También a la manera como él fue ilustrado y tal vez documentado de manera poco seria y sincera, con graves consecuencias aún para la Secretaría de Comunicación y Sala de Prensa vaticana.
El denunciante Juan Carlos Cruz

El 15/01/2015, Francisco nombró como obispo de Osorno a Juan Barros, un chileno que había sido muchos años obispo castrense del país.

La web InfoVaticana investigó quién informó al Papa sobre Barros antes de ser nombrado obispo, y sus pesquisas se dirigieron a "un nombre que lleva años aterrorizando al episcopado español, Germán Arana."

Es un sacerdote jesuita español del que dicen que “susurra al oído del Papa”. Él habría sido el encargado de la investigación previa al nombramiento episcopal de Juan Barros para la diócesis de Osorno en enero de 2015.

Barros pasó una temporada en España poco antes de ser nombrado obispo, acogido por uno de sus buenos amigos, el arzobispo castrense Juan del Río, y asistió a las tandas de ejercicios que hizo hecho célebre entre el clero español al jesuita Arana, ex rector del seminario de Comillas.

Arana llegó a acompañar a Barros en uno de los días más difíciles de su vida: la toma de posesión en la catedral de Osorno, donde fue agredido por el pueblo.

No obstante, Luis Badilla también tiene su reflexión acerca de quiénes engañaron, supuestamente, al Papa: "(...)

Son varias personas, sobre todo en Chile pero no solo allí. Las que desde el principio resultan más evidentes son tres, y todas ellas de grueso calibre y relevancia. El primero es Mons. Ivo Scapolo, Nuncio apostólico en Chile desde 2011 y que ya unos años atrás declaraba ser abiertamente contrario a una visita del Papa porque se hubiera considerado un apoyo al gobierno de la señora (Michelle) Bachelet que él definía, ante un diplomático chileno con el cual hablaba de esa posibilidad, como "una persona de izquierda, atea y abortista".

Luego tendrá que dar muchas respuestas y aclarar diversas cuestiones de estos últimos 25 años el arzobispo emérito de Santiago, el cardenal Francisco Javier Errázuriz, de 84 años, el miembro más anciano del Consejo de 9 cardenales (C9), gran defensor del padre Fernando Karadima, al que definió como "santo", y que siempre hizo todo lo posible, incluso durante la visita del Papa, para desacreditar a las víctimas del grupo Karadima.

Por último, el actual arzobispo de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati, persona muy subordinada al autoritarismo de su predecesor. Tendrá que dar numerosas respuestas a preguntas inevitables y aclarar muchas situaciones en las cuales su rol ha sido como mínimo sospechoso.

Obviamente estos tres prelados no son los únicos responsables. Hay otros, pero ellos tres, a diferencia de todos los demás, fueron los informantes más cercanos y constantes del Papa desde el día mismo de su elección, hace cinco años. A ellos les corresponde la mayor parte de la responsabilidad en este caso. (...)".

El Papa, que se ha arrepentido, tiene una oportunidad de reubicarse en el escenario. Volviendo a la entrevista de Cué a Cruz: "(...)

-¿Cree que el giro del Papa es sincero?

-Yo le creo al Papa, pero quiero conversar con él porque es increíble que el hombre más informado del mundo no esté informado de lo que pasa en su Iglesia. Creo que el cardenal Errazuriz (muy influyente en la iglesia chilena) tiene unas grandes redes de desinformación y maldad, y el nuncio también. Son muy maquiavélicos, han logrado hacer mucha maldad y han desinformado al Papa.

-¿Cree que el Papa cambiará la iglesia chilena? 

-Él nos ha pedido que vayamos a Roma antes de los obispos y nos han dicho que se van a tomar medidas. Creo que va a venir un terremoto en la Iglesia chilena y varios obispos van a salir, no solo Barros. Me alegro, porque así el caso de Chile va a servir como ejemplo para el mundo. Hay un cambio muy claro, ahora estoy pensando cómo voy a hablar con el Papa, como se lo voy a explicar. Le voy a contar el horror que viví con los abusos y después como lo ocultó la Iglesia chilena. A mí no me lo han contado, yo lo viví, Barros estaba a mi lado cuando Karadima me tocaba, me besaba. Aún no me he podido perdonar a mí mismo por no haber sido capaz de impedir que me abusara. Yo tenía 15 años y había perdido a mi padre. Pero sigo siendo creyente. Estoy bastante agradecido al Papa, espero que algo resulte de esto. (...)".

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