(DP) - En esta vuelta a la actividad, Boca ya se presentó y ganó por la Copa Argentina, por la Libertadores, por la Superliga que acaba de arrancar, y este miércoles visitará al Barcelona de Lionel Messi, en un amistoso que pondrá en juego el tradicional trofeo Joan Gamper.
Será a partir de las 13.15, hora de nuestro país, en el Nou Camp, con desafíos de ambos lados, ya que mientras el local irá por su sexto triunfo consecutivo en esta competencia que organiza cada año, el equipo de Guillermo Barros Schelotto buscará cortar esa serie e incluir por primera vez el nombre de un representante argentino en la nómina de campeones.
Tal como había ocurrido en el 2 a 0 sobre Libertad, el debut de Boca en la nueva versión de la Superliga, con victoria por la mínima diferencia ante Talleres, careció de brillo.
Lo que nunca parece perder el conjunto del Mellizo es la eficacia que lo ha caracterizado en los últimos tiempos.
Por ese camino concretó el bicampeonato y mediante ese factor clave puede jactarse de un añejo liderazgo en el certamen local.
Hoy, a pesar de que son los compromisos oficiales los que desvelan al técnico y a sus dirigidos, el encuentro ante un gigante del fútbol mundial provoca un atractivo particular y ubica al Xeneize en la gran vidriera.
Barcelona espera el ensayo luego de añadirle un título más a su inagotable cosecha. El triunfo ante Sevilla le dio la Supercopa española y estableció otro récord en la carrera de Leo Messi, quien con 33 vueltas olímpicas se convirtió en el futbolista más ganador de la historia azulgrana.
Los resultados y un hambre de gloria que jamás se extingue son parte del repertorio del equipo capitaneado por Messi, junto a las virtudes individuales y colectivas que se le reconocen y se le elogian.
Contra ese adversario se probará el siempre ambicioso y orgulloso Boca, cuya foja de servicios también dice que es un peso pesado.
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