jueves, 30 de junio de 2011

EDUCACIÓN SEXUAL


Anticonceptivos y la desinformación adolescente

El creciente avance del embarazo adolescente en toda Latinoamérica, deja un claro denominador común: la falta de información de los chicos sobre los métodos preventivos de anticoncepción. Por qué la prevención y la educación son las armas esenciales para acabar con un problema que aumenta en vez de disminuir

Uno de los temas que preocupa a toda la población de la región, es sin duda el alarmante crecimiento que ha tenido el embarazo adolescente en las últimas décadas, lo que afecta a una gran parte de los chicos que comprenden entre las edades de 12 a 20 años, y que ante la falta de políticas activas por parte de las autoridades de la región, no para de crecer.


En nuestro país cada cinco minutos una adolescente tiene un hijo. La tasa de fecundidad por mil para la franja de 10 a 14 años, en 1960, era de 1,0 por cada mil pre-adolescentes, en cambio, ahora, es de 1,8. Más de 105000 adolescentes dan a luz anualmente en nuestro país y casi el 14% de las muertes maternas registradas corresponden a niñas de entre 10 y 19 años de edad (Riesgo reproductivo en la adolescencia Argentina - UNICEF) .
 
Las estadísticas médicas calculan que el 40 por ciento de los embarazos en Latinoamérica no son planificados y son consecuencia de no usar métodos anticonceptivos o usar métodos inadecuados. Anualmente 46 millones de los embarazos de madres adolescentes culminan en un aborto inducido y casi 20 millones de ellos se hacen de manera insegura.
 
Dentro de las causas del embarazo adolescente, sin duda las principales son la falta de información, la falta de diálogo con los padres, la falta de Educación Sexual en los colegios secundarios de nuestro país, la presión grupal de los jóvenes de hoy a tener sexo aún no estando preparados para llevarlo adelante, la fuerte injerencia de los medios de comunicación con su constante bombardeo erótico, entre otras cuestiones.
 
Una encuesta mundial hecha a más de 5.000 jóvenes de 25 países que realizó Bayer Schering Pharma (BSP) con el fin de mejorar la educación sobre anticoncepción y la salud sexual entre jóvenes y prevenir, entre otras, el alto índice de embarazos no planificados en adolescentes, muestra que en la Argentina el 16% de los jóvenes consideran que bañarse o ducharse luego de tener relaciones sexuales impedirá un embarazo no planeado, cifra por demás alarmante que muestra la falta de información que poseen los chicos en nuestro país.
 
El 56% de aquellos jóvenes que han tenido relaciones sexuales, las tuvieron sin un método anticonceptivo con una pareja nueva. Esta cifra es significativamente más alta que en cualquier otra región. El 44% de los jóvenes en Latinoamérica indican que un ginecólogo es su contacto principal para acceder a métodos anticonceptivos, lo cual es contrario a todas las demás regiones, en las cuales empleados de farmacia o farmaceutas son la fuente principal para acceder a métodos anticonceptivos.
 
El trabajo del BSP indica que la higiene personal, incluyendo ducharse, depilarse y perfumarse, es una prioridad en comparación con el uso de métodos anticonceptivos al prepararse para una cita que podría conllevar a tener relaciones sexuales, lo que marca que la falta de educación es una constante en cada uno de los casos y de las familias latinoamericanas.
 
Por otro lado, un estudio llevado adelante por la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ), indica que sólo el 53,9% de las adolescentes argentinas protegió su debut sexual con preservativos, el 34,4% directamente no se cuidó y el porcentaje restante, lo hizo con recursos que no son efectivos como los lavajes o el coito interrumpido. A la hora de responder por que no se protegieron, el 33,3% de las encuestadas dijo que no utilizó ningún método de anticonceptivo (MAC) porque su pareja no quería hacerlo, mientras que el 32,6% señaló que no tenía información al respecto y el 14,8%, pensaba que "en la primera relación no hay riesgo de embarazo".
 
En Argentina se refiere que un 70% de los embarazos en adolescentes son no deseados. El 90 por ciento de las madres adolescentes dejan los estudios, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires. Tres de cada diez chicas se sacan el guardapolvo no bien se enteran de su embarazo, y cerca del 44 por ciento sigue con las carpetas aún después del nacimiento de su bebé, pero, al poco tiempo, dejan de ir a la escuela.
 
Dentro de las causas del embarazo adolescente, sin duda las principales son la falta de información, la falta de diálogo con los padres, la falta de Educación Sexual en los colegios secundarios de nuestro país, la presión grupal de los jóvenes de hoy a tener sexo aún no estando preparados para llevarlo adelante, la fuerte injerencia de los medios de comunicación con su constante bombardeo erótico, entre otras cuestiones.
 
Los especialistas médicos aseguran que los jóvenes de hoy, tienen ante el embarazo adolescente desequilibrios a nivel salud de la madre, ya que la precocidad implica que la madre no se encuentra apta para afrontar cuestiones tales como la sensación de fracaso en el establecimiento de la independencia, el abandono de los estudios y la consecuente imposibilidad de inserción en el mundo laboral. Por otro lado, existen repercusiones aún más elevadas de tipo social, como el aumento de los índices de pobreza o mortalidad infantil sobre las cuales desde las autoridades nacionales y provinciales no se pone ningún tipo de acento.
 
Todavía no se han llevado adelante desde las autoridades correspondientes a este caso, acciones de difusión y distribución de material en vía pública, centros de salud, universidades y escuelas, con el fin de instalar la problemática, motivar el debate y la reflexión y sobre todo fomentar la educación sexual desde la adolescencia.
 
Ante la falta de actividades que tiendan a que el adolescente se informe y pueda practicar sexo seguro y no inseguro como hacen en la actualidad los jóvenes argentinos, ya que sino los datos que publica seguidamente el Ministerio de Salud se seguirán incrementando en vez de reducirse.
 
En la actualidad, según un estudio efectuado por el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM), sólo 1 de cada 5 adolescentes conoce la existencia de una ley que garantiza su derecho a recibir educación sexual. Los propios datos dados a conocer por las autoridades nacionales, hablan de que el segundo tema de demanda de los y las estudiantes es conocer sobre métodos anticonceptivos (el 40% pide información concreta y seria sobre cómo cuidarse) y, en tercer lugar, les preocupa informarse sobre la prevención del abuso sexual. Y, aunque todavía es un tema poco difundido en las escuelas y medios de comunicación, a 1 de cada 10 adolescentes les importa profundizar sobre los roles de género e igualdad entre varones y mujeres.
 
En lo que todos los especialistas coinciden es en que la prevención y la educación son las armas esenciales para acabar con un problema que aumenta en vez de disminuir, ya que en todo Latinoamérica las adolescentes que se enfrentan a un embarazo no deseado, son en su mayoría por la falta de información sobre el tema y por no contar con los medios suficientes para poder acceder a los elementos necesarios para su prevención.
 
Si no se termina con medidas rápidas y efectivas que tiendan a acabar con uno de los problemas sociales con mayor crecimiento en las últimas décadas, lo único que se logrará es continuar con la exclusión social que esto trae aparejado, así como también como aumentar los abortos clandestinos que se efectúan en las adolescentes embarazadas, en gran parte en condiciones insalubres.
 
Las medidas que se emprendan desde los estados deben apuntar por sobre todas las cosas a la desinformación sobre anticoncepción y a la falta de cumplimiento de las leyes sobre educación sexual en las escuelas. Si se cambia esto, el país puede empezar a creer que uno de los grandes karmas de la actualidad disminuya y se pueda pensar un futuro mejor para las próximas generaciones. CNA

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