AGENCIA / EONOMÌA
Foto: Galuccio (CEO de YPF) y Axel Kicillof, ministro de Economía
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El precio del combustible es un resultado de las necesidades financieras de YPF, que no consigue una financiación equivalente al estándar de las petroleras internacionales, y del Tesoro Nacional (que percibe la mayor parte del precio final por la carga impositiva).
O sea que el precio del combustible es político-financiero, no por el producto en sí mismo. Entonces, hay un doble discurso K: por un lado, se afirma que quieren estimular el consumo, pero a la vez ajustan y ajustan el precio del combustible.
En este contexto, la nueva pulseada del ministro de Economía Axel Kicillof es con el CEO de YPF, Miguel Galuccio por el precio de la nafta, de los más altos de la región a pesar de la caída del precio del barril.
Todo potenciado por la crisis rusa.
Ayer (16/12) el Gobierno avisó que no depreciará el tipo de cambio y que continuará con lo que denomina "políticas contracíclicas" para impulsar el consumo y la producción mediante créditos blandos.
Los inversores huyen de una economía atada al precio del crudo: el 40% de sus ingresos tributarios provienen del sector energético, indicó Luis Palma Cané, de la consultora Fimades, citado este 17/12 por el diario El Cronista.
"En realidad, en el mundo hay expectativas de suba del dólar; Estados Unidos está saliendo de la política monetaria ultraexpansiva mientras Europa y Japón aumentan la liquidez.
Entonces vemos cómo todas las monedas, los commodities y el petróleo se devalúan", explicó Fausto Spotorno, director de Orlando Ferreres y asociados.
Como ya dijimos en Urgente24, la caída del crudo y la recesión, alivian la deficitaria cuenta energética. Pero la caída del precio de la Soja no ayuda a traer dólares.
Según El Cronista, cerca de Kicillof se "está analizando desde hace algunas semanas" bajar los precios de la nafta. "La idea es que si el valor del barril sigue en baja, deberían bajar los combustibles, más allá del diferencial entre el precio interno y el externo", afirmaron en Economía.
El precio del petróleo está regulado.
Los refinadores locales pagan a los productores u$s 83 por barril, un valor cada vez más disociado de los menos de u$s 60 del mercado. Luego de la devaluación de enero, las naftas subieron hasta octubre.
Para bajar las naftas, el Gobierno debería reducir el precio local de petróleo, pero eso afectaría la llegada de inversiones.
Kicillof habla del tema con Galuccio y el equipo financiero de YPF. "Se resentirían planes de inversión y se modificarían los números, pero sería todo un gesto", evaluaron en su equipo.
La baja debería acordarse con las petroleras, así como se convalidaron los aumentos.
La pulseada comienza.
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