viernes, 19 de junio de 2015

“NO LES IMPORTA REDUCIR LA OBESIDAD INFANTIL”

SALUD / INFORME ESPECIAL-VERÓNICA SCHOJ 



La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo 21. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. 



La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en 2010 ya había 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países en desarrollo. Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil. La directora de la Fundación Interamericana del Corazón, Verónica Schoj, dialogó con Urgente24 Radio (Concepto FM) sobre el alto consumo de azúcar agregada y de bebidas azucaradas en Argentina. Además ella advirtió que esto genera un aumento de la obesidad.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (JuntosBien). Ya es posible detectar si una persona contiene un gen que le provocaría una enfermedad si se expusiera a ciertas condiciones que la detonen. Por ese motivo, la médica Blanca Estela del Río Navarro, del Hospital Infantil de México Federico Gómez, colaboró en una investigación en la que identificó una serie de genes en niños y adultos mexicanos que al estar en un “ambiente inadecuado” detona en obesidad.

“Ya identificamos los genes pero se necesitan condiciones específicas para que se expresen. Por eso al identificar a personas con estas alteraciones puede prevenirse un ambiente obesogénico (sedentarismo y consumo de alimentos con altos contenidos de azúcares, grasas y sal) a fin de evitar que entre en acción y detone la enfermedad. A futuro el propósito es identificar estos SNP´s o poliformismos, realizar medicina preventiva y buscar medidas a fin de evitar que se expresen”, explicó Del Río Navarro.

Las conclusiones de la investigadora fueron que los niños que presentan obesidad, un mayor índice de masa corporal y circunferencia de cintura se asocian con la presencia de estos polimorfismos y enfatizó en que a futuro esta información puede servir como blanco terapéutico. Pero, además de la novedad genética, hay cuestiones socioculturales y educativas elementales, y el Estado tiene responsabilidades concretas al respecto.

En el caso de la Argentina, la ausencia de una estrategia y acciones consecuentes no sólo resulta oneroso en términos de gasto en salud pública sino provoca frustración en individuos y hogares damnificados.

“La gran contradicción es que, a pesar de ser un país que produce alimentos, están consumiendo en un 70% alimentos ultraprocesados, nutricionalmente pobres y que generan obesidad, una epidemia que está creciendo de manera preocupante en niños y adultos.

Argentina lidera el ranking de consumo de azúcar agregada”, explicó la directora de la Fundación Interamericana del Corazón, Verónica Schoj, a Urgente24 Radio, sobre el alto consumo en la Argentina de azúcar agregada.

 Luego ella advirtió: “Hay que aumentar la actividad física en los colegios también, restringir el marketing de los alimentos no saludables, implementar medidas fiscales y mejorar los rótulos. Lo menos saludable debe ser más caro para reducir el consumo.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) aprobó un plan para reducir la obesidad infantil. Argentina no implementó ni una política de ese plan”.

Algunos datos a tener en cuenta: El crecimiento mundial de la obesidad infantil es producto de múltiples factores, entre los que se destacan:

• El aumento del consumo de alimentos industrializados de bajo costo, ricos en grasa, azúcares y sal, pero pobres en fibra y otros nutrientes.

• Los elevados precios de las frutas, los vegetales frescos y otros alimentos de alta calidad nutricional, que los vuelven inaccesibles para los grupos de menores ingresos.

• Las estrategias de las corporaciones para aumentar la disponibilidad y acceso a los alimentos procesados y sus acciones de marketing para promover el consumo de alimentos no saludables y bebidas azucaradas entre los niños y las niñas.

• La disminución de la actividad física debida a los estilos de vida cada vez más sedentarios y a las características de la vida urbana, entre otras causas.

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