sábado, 31 de octubre de 2015

CHICAGO VENCIÓ A SARMIENTO Y SE AFERRA A LA ILUSIÓN DE SEGUIR EN PRIMERA

DEPORTES / FÚTBOL

 

 En Junín, se impuso por 2-1 con goles de Nico Giménez y De la Fuente (descontó Gervasio Núñez, de penal), y quedó a la expectativa. Si Huracán y Temperley suman, descenderá a la B Nacional. 


La lucha de Chicago continúa. Sí, tras los pasos del milagro Mataderos sigue peleando como un torito. O como un torazo.

Anoche, se impuso 2-1 a Sarmiento, sumó su cuarta victoria seguida y se entusiasma ahora con la posibilidad de acceder a un desempate contra Huracán o Temperley. O con los dos.

Para eso debe aguardar las dos derrotas de ambos y vencer a Quilmes en la última fecha... Chicago lo sabía desde bastante antes de que comenzara esta cita en Junín: debía ganar sí o sí. Y no sólo acá, sino también en la última fecha, ante Quilmes, en Mataderos.

Además, rezar, creer, esperar resultados ajenos. Un escenario complicadísimo, más allá de esa suerte de resurrección exhibida en este último tramo. Aparte de esa urgencia, el equipo de Forestello no se mostró -en ese primer tiempo despojado de emociones- como el dominador obligado.

De hecho, Sarmiento tuvo más la pelota, jugó más tiempo en campo ajeno. Es más: pareció que estaba más preocupado por ir tras los pasos de la victoria. No es menor el desafío para los de Junín: tienen chances de acceder a la Liguilla Pre Sudamericana, un hito para el fútbol de la ciudad.

De todos modos, la prioridad es otra: sumar puntos para mejorar el promedio. Al margen de la voluntad de uno y otro fue muy poco lo que ofrecieron en términos del juego. Sirve un dato para retratar: en esos primeros 45 minutos ninguno de los dos logró llegar con peligro al área rival. Sí, nunca. Ni una vez.

En definitiva, por momentos lograron que se pareciera a un partido sin arcos. Los primeros 10 minutos del segundo tiempo ofrecieron mucho más que todo el primer tiempo. Hubo tres aproximaciones profundas: dos de Diego Chavez para Sarmiento (la segunda, a los 8, una media vuelta que pasó cerca) y una de Baldunciel para Chicago, bien resuelta por el arquero Rigamonti.

Ocho minutos después, en pleno ida y vuelta, Chicago se encontró con un golazo: ese tiro desde afuera a un ángulo del ingresado Nicolás Giménez. Tenía un valor relevante ese grito: el de una esperanza.

En ventaja, Chicago se mostró más sólido, más astuto. Así, con un rival desesperado, se aprovechó. Y estableció el 2-0, tras una estupenda definición tres dedos de De la Fuente.

El descuento de penal de Gervasio Núñez no alcanzó para alimentar a los fantasmas del descenso. Esos a los que Chicago está tratando de sacarse de encima. (www.clarin.com)

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