jueves, 3 de diciembre de 2015

HURACÁN NO PUDO SACAR VENTAJAS EN LA PRIMERA FINAL EN EL DUCÓ

FÚTBOL / SUDAMERICANA 

Foto. AFP


 Era una noche muy especial para Huracán. Su primera gran final internacional. Pero el primer duelo de esta serie definitoria, en el Tomás Ducó, no generó muchas emociones. 


Si se hace el repaso de las mejores ocasiones de uno y otro lado, se llegará a la conclusión de que Huracán mereció un poquito más. Pero tampoco por haber sido muy superior.

Independiente Santa Fe se mostró como un equipo serio, compacto y que sabe comportarse con paciencia en una final. Todo quedó abierto hasta el miércoles próximo, cuando se juegue el desquite en El Campín, de Bogotá.

La obligación era del Globo, y por eso fue el que tuvo el control del juego. Sin embargo, en el primer tiempo las dos chances más claras las tuvieron los colombianos.

Un cabezazo de Angulo que se estrelló en el travesaño y un remate de Seijas que contuvo Marcos Díaz.

Espinoza no fue ese wing punzante que desequilibra tanto como se lo propone. Más allá de que la lesión que le provocó Leonardo Ponzio en la semifinal no fue grave y llegó a tiempo para el partido, todavía sentía dolor.

Al punto que tuvo que dejar el partido en el segundo tiempo. En ese contexto, toda la responsabilidad recayó sobre Ramón Ábila.

Wanchope estuvo intenso y participativo. Mostró oficio para ubicarse y aguantar la pelota con las marcas encima, pivoteando y generando juego a su alrededor. Pero le faltó justeza en la definición.

Tuvo tres chances; dos las tiró por encima del travesaño y una se la sacó el arquero Zapata al córner. Huracán no pudo sacar diferencias en su casa.

Ahora tendrá que jugársela en Colombia. Porque el sueño no se terminó. (www.canchallena.com)

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