viernes, 5 de octubre de 2018

UN "NARCO" CORDOBÉS, ENTRE MITOS, SOSPECHAS Y PERICIAS

POLICIALES / "EL TUERTO CACHO" 



(U24) - Su nombre real es Raúl Alberto Cuello. Tiene 48 años y, en agosto de 2002, fue detenido en villa La Maternidad, de la ciudad de Córdoba, el miércoles 04/10. El sábado 29/09 habían sido arrestadas una hermana y una hermanastra del “Tuerto Cacho”, en procedimientos que se mantuvieron en secreto. 


Cuello, a bordo de un Volkswagen Voyage, se dirigía desde su casa en Cooperativa Los Paraísos hasta el cercano hipermercado Libertad, junto a su actual pareja, su pequeña hija de 7 meses y un amigo, Walter Ferreyra, dueño del auto.

Cuello cumplió condena en el penal de barrio San Martín y fue testigo directo del motín de febrero de 2005. Cuello estaba prófugo, con varias causas encima, comenzando por 1 en el fuero provincial (narcomenudeo), a cargo del fiscal Marcelo Sicardi, y 2 en el fuero federal.

Cuello está vinculado con la aparición, hace varios años, de los primeros búnkeres de droga en barrio Urquiza, que no son “quioscos” de droga (viviendas o negocios familiares en los que, además, se comercializan drogas) sino domicilios especialmente acondicionados y de uso exclusivo por el narcotráfico.

De acuerdo a Francisco Salcedo, jefe de la FPA, informó que el supuesto cabecilla narco traficaba materia prima desde Bolivia, para transformarla en la provincia argentina, y comercializarla a través de su red de bunkers. Una patrulla de la FPA los interceptó, y Cuello y Ferreyra quedaron detenidos, mientras los agentes encapuchados comenzaban una serie de operativos simultáneos en barrios del sudeste de la ciudad de Córdoba: Cooperativa El Progreso, Cooperativa Los Paraísos, Acosta, Arturo Capdevilla y José Ignacio Díaz 4ta. Sección.

Si bien se secuestraron cerca de 6 kilos de cocaína, no fue hallada sustancia alguna en la casa del “Tuerto Cacho”, pese a los boquetes que realizaron los policías. Apenas lograron secuestar $10.000 y algunos electrodomésticos.

Cuello llevaba $8.000 encima -iba a un supermercado y no tenía otros medios de pago- y su acompañante, $ 20.000. Si bien se trata del fuero provincial de narcomenudeo, los funcionarios cordobeses y sus consejeros insisten en que él es un “capo” del narcotráfico.

Hay muchas especulaciones que no son correctas sobre el delincuente. Por ejemplo, no perdió un ojo en una reyerta carcelaria sino que “ya era tuerto de chico, debió ser un accidente”, según le dijo un informante al diaro La Voz del Interior. Sí es cierto que anduvo 'calzado' desde siempre y ya a fines de los '90 se hacía un curriculum-vitae en el mundo del hampa, en base a su agresividad.

Luego hubo un plan para fugar presos detenidos en la cárcel Encausados, y se sospechó de su participación pero no se encontraron pruebas. Ya había comenzado el siglo 21 cuando policías antidrogas lo persiguieron en las cercanías del río Suquía por la venta de cocaína en una casilla ubicada en villa La Maternidad, además de abastecer al narcomenudeo en Villa Martínez.

Tal como es costumbre entre los narcos, en el barrio pagaba fiestas de cumpleaños, velatorios y otros gastos que se estimaban mucho entre los carenciados. En 2003, Cuello fue condenado a 6 años de cárcel, pese a las amenazas a testigos.

Pero en la cárcel de barrio San Martín devino en amigo/protegidos de delincuentes con más historia que él. Por ejemplo, Rolando Hidalgo y Ricardo Serravalle, ambos fallecidos en febrero 2018 durante el golpe comando y tiroteo en el barrio Nueva Córdoba, en el que se mencionó al "Tuerto" pero no se demostró nada.

En 2005 fue partícipe de un sangriento motín en el penal del barrio San Martín (murieron 8 personas entre policías y presos). Él recuperó la libertad a fines de 2006. De inmediato regresó, con más autoridad e infraestructura, a la periferia social: barrio Ciudad de los Cuartetos y Ciudad de Mis Sueños. Y continuó generando solidaridades en el hampa.

En 2013 ocurrió “narcoescándalo” que golpeó a la división Drogas Peligrosas de la Policía provincial: Cuello quedó expuesto, mezclándose la realidad y el mito. Casi nada de lo que se dijo pudo probarse. Muy curioso: pese a que decían que era el traficante más buscado y que no había quién lograra atraparlo, él estaba viviendo en la misma casa de los últimos 4 años, en Cooperativa Los Paraísos.

Ni siquiera existía alguna orden de detención en su contra. Sin embargo, el titular de la FPA, Francisco Salcedo, le dijo a Cadena 3: "Hace más de dos años que venimos trabajando detrás de una persona apodada ‘El Tuerto Cacho’." Habrá que conocer las precisiones de la causa judicial. En especial, cuáles son sus conexiones con Bolivia.

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