domingo, 26 de junio de 2011

POLÍTICA: ELECCIONES 2011

Isabel & Cristina, el ultraverticalismo (3): La venganza de Julio Grondona

Gerónimo Vargas Aignasse fue útil al Frente para la Victoria en el caso Skanska y en el juicio a Antonio Domingo Bussi (por la muerte de su padre, Guillermo Vargas Aignasse). Pero con su proyecto de democratización del fútbol, se enfrentó a Julio Grondona, o sea la Casa Rosada, y le dijeron Adiós.
Carlos Abrehu relata, en el diario La Gaceta, de San Miguel de Tucumán, cómo Cristina Fernández respalda a Julio Grondona o cómo Julio Grondona se vengó de Daniel Vila, el del multimedios Grupo Uno/Supercanal que intentó desafiarlo:

"(...) Los primos del matrimonio Alperovich, Beatriz Mirkin y Benjamín Bromberg, se ubicaron en el segundo y tercer puesto. De Mirkin, algunos reparan en su anterior participación en el extinto Frente de Izquierda Popular, de Jorge Abelardo Ramos, pero dejan a un costado su pertenencia al gobierno justicialista de Ramón Bautista Ortega. Bromberg desarrolló toda su vida política en Buenos Aires, en donde se graduó de profesor de Historia.
Se sabe, también, que formó parte del Frente de Estudiantes Nacionales (FEN) que lideró el sociólogo Roberto Grabois en los últimos años de la década del 60. Esa línea se integró a Guardia de Hierro, agrupación que tuvo un papel descollante en el peronismo de los años 70, y en la que militó junto con Grabois y con el sociólogo Hugo Haime, el encuestador predilecto del gobernador.

En esa época defendió la legitimidad del gobierno electo en septiembre de 1973 (Juan Perón-María Estela Martínez de Perón). Posteriormente se lo vinculó con la renovación peronista que surgió tras la derrota de Italo Luder, en los primeros años de la restauración democrática.

Castigo a la disidencia

Bromberg desplazó a Vargas Aignasse, que quedó totalmente afuera de la nómina. No figura ni de suplente. "Nadie pidió por vos ni de aquí, ni de Tucumán". Dicen que eso es lo que el diputado escuchó de una alta fuente de la Casa Rosada. No pasó el filtro. En la lista que llevó Alperovich no estaba escrito el apellido Vargas Aignasse. Juan Manuel Abal Medina -secretario de Medios de Comunicaciones- le precisó detalle, según aseguraban en el entorno del diputado desplazado.

¿Por qué lo trataron de esa manera? El propio diputado admite que no se le perdonó haber enfrentado al todopoderoso Julio Grondona con la frustrada ley de federalización del fútbol. El proyecto quedó trunco: sus propios compañeros de bancada le retiraron la firma a la adhesión al proyecto. Grondona le dio la llave que necesitaba el gobierno kirchnerista para arrebatarle la televisación del fútbol al Grupo Clarín, a quien el kirchnerismo consideraba su archienemigo mediático en la Argentina.

No permiten el disenso, confesó desilusionado. Quienes compartieron con él años de labor parlamentaria, reconocen que supo ser una de las principales espadas mediáticas del oficialismo en asuntos delicados, como el caso Skanska. Le daban un asunto para que lo estudie y lo resolvía con eficiencia, explicaban. La batalla contra Grondona fue quijotesca en verdad. Este no iba a permitir que los clubes del interior adquirieran un protagonismo molesto. (...").


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