lunes, 28 de septiembre de 2015

¿CAEN EN DESGRACIA LOS MOTORES DIÉSEL?

AGENCIA / TECNOLOGÍA 


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Siempre nos han dicho que los coches diésel son mejores para el medio ambiente porque emiten menos CO2. Esto es simplemente porque los motores diésel son más eficientes que los motores nafteros, por lo que utilizan menos combustible para recorrer la misma distancia. 



Menos combustible debe significar menos emisiones. Pero los datos de la industria muestran que las emisiones medias de CO2 de los vehículos diésel sólo son marginalmente inferiores a los de los autos a nafta.

 Esto se debe principalmente al hecho de que los autos diésel tienden a ser más grandes y más pesados que los nafteros, por lo que se anula cualquier ventaja en la eficiencia.

 Igualmente, el combustible diésel tiene más carbono que la nafta para el mismo volumen, de acuerdo con el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT).

El uso de un litro de diésel produce 12% más CO2 que el de un litro de gasolina, sostiene. Los motores nafteros, además, se han vuelto mucho más eficientes en los últimos años.

 ¿CUÁL ES EL PROBLEMA PRINCIPAL?

 Varios estudios han demostrado que los autos diésel, a diferencia de los vehículos con motores nafteros, arrojan niveles altos de lo que se conoce como óxidos y dióxidos de nitrógeno, llamados NOx. El dióxido de nitrógeno (NO2) es particularmente nocivo.

Estudios recientes han demostrado que pueden causar o exacerbar una serie de condiciones de salud. Por ejemplo, la inflamación de los pulmones, lo que puede desencadenar el asma y bronquitis, y el aumento del riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

 ¿ES EL NOX LO ÚNICO QUE DEBE PREOCUPAR?

 No se ha demostrado que las micropartículas que salen de los escapes de diésel puedan causar cáncer. Además, los autos diésel modernos están equipados con filtros muy eficaces que evitan que casi todo este hollín llegue a la atmósfera.

 Pero hay dos problemas. En primer lugar, muchas personas retiran estos filtros para mejorar el rendimiento y la economía de combustible. Una serie de empresas especializadas ofrecen retirarlos y no es ilegal hacerlo en muchos países.

 En segundo lugar, el NO2 forma algo llamado micropartículas secundarias cuando entra en la atmósfera. Los efectos de ésto aún no se entienden completamente.

 El escándalo generado alrededor de Volkswagen después de que la compañía admitiera que ha trucado durante años sus motores diésel 2.0 TDI amenaza con enterrar este combustible en USA, donde los vehículos a diésel representan una pequeña parte de las matriculaciones porque hasta ahora no consiguieron imponerse en el mercado.

 El diésel es un combustible que en USA ha sido demonizado durante décadas: en los años '70 y '80 los vehículos diésel irrumpieron en el mercado norteamericano, pero el poco desarrollo que ofrecían y lo muy contaminantes que eran les impidieron una comercialización masiva.

Solamente algunos modelos de camiones mantuvieron el diésel. El gravamen fiscal ha sido también, tradicionalmente, clave en ese ostracismo: en USA castiga al diésel, que es sensiblemente más caro que las naftas.

 En la última década, con el avance de la tecnología aplicada a mecánicas alimentadas a diésel y el alza del precio de los combustibles, las ventas de coches diésel habían experimentado un leve crecimiento en USA, si bien la cuota de mercado nunca ha llegado a superar el 5% del total de ventas.

Esa tímida subida vino acompañada del desembarco de una mayor oferta en el segmento, con cada vez más modelos diésel que trataban de dar respuesta a la creciente demanda. Sin embargo, más recientemente, el auge de automóviles propulsados por energías alternativas (híbridos y eléctricos, principalmente), más limpios y eficientes, había detenido en seco las aspiraciones de los diésel, que veían cómo aquellos se acercaban en volumen de ventas.

 Por si fuera poco, ahora el escándalo de los motores trucados ha golpeado duramente al sector. Tras la trampa descubierta, el Grupo Volkswagen, principal importador de coches diésel en USA tras su incursión en este terreno a principios de la década, ha decidido suspender las ventas de modelos con los motores 2.0 TDI investigados, lo que ha despertado el recelo de los consumidores.

 Por ello, cabe también esperar que a raíz de este caso, las autoridades estadounidenses endurezcan sus exigencias a los coches diésel y empiecen a ser más estrictas en su regulación. En muchas ciudades europeas, los niveles de NO2 están muy por encima de los límites legales de la Unión Europea: el doble del límite en algunas partes de Londres, París y Múnich, según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Los vehículos diésel son la mayor causa individual de estos altos niveles de NO2.

 Los estudios sugieren que la contaminación del aire en su conjunto provoca cientos de miles de muertes prematuras en Europa, sin contar su efecto en otras regiones del mundo. Cuando se considera que el transporte por carretera, y el diésel, en particular, contribuyen con una porción significativa de lo anterior, queda clara la gravedad del problema.

 Y el costo económico no debe ser subestimado. Para mirar lo que ocurre apenas en un país, según las últimas cifras disponibles de la OCDE, las muertes prematuras y enfermedades causadas por la contaminación del aire le costaron a Reino Unido US$86.000 millones en 2010. Por supuesto que los motores diésel no pueden ser culpados por todo esto. Por su parte, la propia industria automovilística dice que el diésel toma más tiempo en quemarse por lo que se utiliza menos.

Y argumenta que, por supuesto, las emisiones serían mayores en los autos más grandes. Sostiene que al comparar modelos similares, los motores diésel sí emiten claramente menos CO2 que sus equivalentes a nafta. En Estados Unidos se han estado reduciendo las emisiones contaminantes. Las pruebas realizadas por el ICCT muestran que los autos diésel modernos emiten en promedio 7 veces más que el límite de la Unión Europea para el NOx. Otro estudio publicado por el centro de investigación ambientalista Transport & Environment, y apoyado por datos de las firma Emissions Analytics, sugiere que aproximadamente 9 de cada 10 vehículos diésel nuevos superan el límite.

 Se demostró que de los 24 autos examinados, sólo 3 -un A5 de Audi, un VW Golf y un serie 3 de BMW– cumplían con las regulaciones de la UE. En el otro extremo de la escala, un Audi A8 emitió 22 veces el límite. La razón es muy simple: los límites se basan en las pruebas realizadas en los laboratorios donde las condiciones no reflejan la conducción en la carretera.

 La industria automovilística dice que ya ha hecho mucho, reduciendo la materia particulada y las emisiones de NOx de manera significativa en los últimos años. Pero también parece que los fabricantes de automóviles podrían hacer mucho más.

 El ICCT dice ya existen las tecnologías para motores diésel limpios en el mundo real, pero no se están utilizando de manera consistente por los fabricantes. Transport & Environment dice que es simplemente una cuestión de costo, los fabricantes ahorran más de US$300 por auto al no utilizar tecnologías limpias adicionales.

 Y la experiencia de Estados Unidos puede dejar lecciones. Allí, un esfuerzo concertado de los fabricantes de automóviles y agencias gubernamentales para limpiar los vehículos diésel se ha traducido en reducciones masivas de NOx, micropartículas y azufre.

 ¿QUÉ PUEDE HACER UD. PARA AYUDAR?

- No acelerar innecesariamente.

- Llevar su auto a mantenimiento con frecuencia.

- Apagar el motor si está parado durante más de un minuto.

- Mantenerse dentro de los límites de velocidad, sobre todo en la autopista.

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