En el marco del lanzamiento de una reforma política, el Gobierno estaría decidido a terminar con la experiencia de las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias, según publica esta mañana el sitio 'Expediente Político'.
Según sostienen al macrismo le resultó agotador el cronograma electoral del año pasado, en donde, el ahora partido gobernante, cumplió con todos las instancias institucionales aprobadas en el 2009.
En cambio, el peronismo muchas veces las salteó eligiendo a dedo a su candidatos o dirimiendo, en las elecciones por los puntos reales, sus internas.
Emilio Monzó sería el encargado de darle forma a la futura presentación de la eliminación de las PASO, que tendrá un marco de una reforma más abarcativa. No se volverá a un sistema de votación cerrado pero irán hacia un mix entre el viejo y el nuevo sistema, donde la gente común pueda votar en las internas partidarias, previamente anotándose y sin que sea obligatorio.
Se pretende no hartar al ciudadano con tantas votaciones y controlar que no haya manos traviesas que voten en varios partidos al mismo tiempo. Claro que ese no sería el único motivo.
Parece que Macri no quiere atravesar otro sobresalto como los que casi le hizo vivir Gabriela Michetti cuando se rebeló y jugó contra su candidato Rodríguez Larreta en la Ciudad.
A la vez, quieren atomizar al peronismo. Sueñan con que el PJ vaya por un lado y el llamado Frente Civico, de Cristina, por el otro.
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