miércoles, 27 de abril de 2016

'VALE', LA QUE ABANDONÓ MENDOZA CON LOS KIRCHNER, REGRESA AHORA CON MACRI

ECONOMÍA / INVERSIONES 



En el año 2013, cuando el "cepo" pasaba por uno de sus momentos más intensos, y tras un sinfín de rumores, la minera brasileña Vale informaba que paralizaba por completo su desembolso pautado en más de US$6.000 millones para extraer potasio en cercanías de Malargüe, en la provincia de Mendoza. 


La noticia fue un mazazo tanto para la provincia como para el "modelo k". Para la provincia, por las más de 6.000 familias afectadas y por el impacto en su actividad económica, y para el kirchnerismo, por ser prueba fehaciente de que el cepo y el desdoblamiento cambiario no sólo afectaba a los pequeños ahorristas sino también a los grandes emprendimientos.

Fue, en efecto, uno de los momentos traumáticos para la economía K. "Teniendo en cuenta el actual contexto del país, los fundamentos económicos del proyecto no están en línea con el compromiso de Vale, con la disciplina en la inversión de su capital", señalaba la minera para justificar su decisión de frenar la megaobra.

La imposibilidad de girar regalías, pasando por el incremento en los costos laborales y hasta las restricciones para ingresar maquinaria al país, tornaban inviable la continuidad del proyecto.

Vale había demandado una "adecuación" del tipo de cambio ya que ingresaba dólares al país al tipo de cambio oficial pero debía enfrentar subas salariales y gastos que crecían a la par de la inflación y del blue.

Al no poder llegar a un entendimiento con los funcionarios kirchneristas, anunció la paralización de unos de los mayores proyectos apuntalados con capitales externos que, además, iba a generar alto impacto desde la cordillera de los Andes hasta el puerto bonaerense de Bahía Blanca.

La repercusión que generó a partir del repliegue de Vale fue más allá del ámbito minero: se transformó en el símbolo de cómo el modeló económico kirchnerista y las restricciones cambiarias alejaban todo tipo de inversiones externas en diferentes sectores clave de actividad.

Por cierto, el stand-by de un proyecto de semejante envergadura alteró el humor empresario. Y el empeoramiento en el clima para hacer negocios se potenciaba con declaraciones combativas de funcionarios y ministros que, en vez de escuchar los problemas de la compañía y tratar de encontrar soluciones, la acusaba públicamente.

Ahora, la noticia de que retomará su actividad no pasó desapercibida en la provincia. El propio subsecretario de Energía y Minería, Emilio Guiñazú, anunció de urgencia una conferencia de prensa para informar la resurrección de Potasio Río Colorado.

"Si bien el proyecto no será el mismo, lo importante es que de a poco se va normalizando la actividad. La pretensión de la minería es volver a los tiempos previos al kirchnerismo", sostuvo en diálogo con el sitio 'iProfesional' un referente de Gemera, la cámara que nuclea a las empresas que hacen exploración en la Argentina.

El nuevo plan de acción de Vale contemplaría una inversión de hasta US$1.500 millones y en esta primera etapa no prevé extraer el mineral de la Argentina a través de Bahía Blanca. "El transporte no se hará por tren. Como el volumen de extracción será más bajo, la compañía ya ideó un sistema para trasladar el potasio en camiones hasta una estación de transferencia en la provincia de Río Negro", aseguraron desde Gemera.

La idea de Vale ahora se centrará en alcanzar una producción de 1,3 millones de toneladas, en contraposición con las 4,3 millones del proyecto inicial.

Guiñazú explicó que la minera "ya presentó la documentación y el plan de trabajo de la primera etapa de la reingeniería, la de la prefactibilidad, en la que se analizará el emprendimiento desde un punto de vista técnico".

El gobierno provincial prevé que los resultados de esa primera evaluación se conozcan en los próximos 90 días. La compañía brasileña no estará sola sino que buscará inversores para darle mayor impulso al emprendimiento.

En cuanto a los tiempos de ejecución, el Código Minero especifica que un proyecto no puede permanecer inactivo por más de cinco años, lapso que se cumplirá en marzo del 2017.

"Mientras demuestren seriedad y ánimo de trabajo, acompañaremos los plazos de la iniciativa", expresó Guiñazú. Si bien la mano de obra que se requerirá en un inicio será menor respecto a la prevista en el plan original, desde el Gobierno hacen hincapié en que la contratación de personal y de proveedores locales "impactará positivamente" en la actividad económica. En este contexto, el presidente de la Cámara de Servicios Mineros, Carlos Ferrer, señaló que la entidad está a la espera de la comunicación oficial".

"Hoy todo suma, porque la provincia está paradísima", remarcó el directivo, al tiempo que vaticinó que la reactivación podría generar unos 2.500 empleos directos.

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