miércoles, 12 de octubre de 2016

CURIOSO: EN COLOMBIA DICEN QUE AHORA URIBE SALVARÍA EL ACUERDO DE PAZ

LATINOAMÉRICA/ DESPUÉS DEL PLEBICITO 

Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.


El rechazo expresado por una ligera mayoría de colombianos contra los acuerdos de paz de La Habana en el plebiscito sacó la gente a las calles a respaldar la paz y este fenómeno social está convirtiéndose en un instrumento de presión para evitar que vuelva la guerra, afirman los analistas de lo que sucede en Colombia. 


Desde el 06/10, cuando decenas de miles de ciudadanos salieron a marchar en 14 ciudades colombianas y en otros países en defensa de la paz, no cesan de surgir organizaciones sociales y grupos espontáneos de ciudadanos que se lanzan a las calles a manifestar su anhelo de paz.

Tal como dijo el senador Roy Barreras, miembro del equipo negociador del Gobierno en La Habana, “hay mucha gente que no se levantó a votar en el plebiscito, pero que cuando vio sobrevenir el riesgo de la guerra se l evantó a marchar”.

A su vez, aparecen apoyos impensados a las consecuencias de lo propuesta en La Habana. Por ejemplo, el exsenador Álvaro García Romero lleva 9 años en el pabellón Ere Sur de la cárcel La Picota, y aún le faltan 31 para cumplir la condena que le impuso la Corte Suprema de Justicia por paramilitar (exAutodefensas Unidas de Colombia).

El alto tribunal lo encontró culpable de homicidio, peculado y acuerdo para delinquir agravado, conductas relacionadas con sus nexos con el paramilitarismo, del que se lo acusa de ser su gestor y cerebro en Sucre.

Pero García, que saldría en libertad a los 96 años, asegura que es inocente. Por eso busca que su sentencia sea revisada y revocada, invocando el Tribunal de Paz que acordaron los negociadores.

Él será el 1er. ‘parapolítico’ en acudir al Tribunal de Paz, habilitado en el acuerdo con las Farc. Incluso, según su defensa, mantendría la misma decisión, aun con las modificaciones planteadas por el senador del Centro Democrático, Álvaro Uribe, en caso de que fueran acogidas.

El expresidente plantea crear en el seno de la propia Corte Suprema una sala transicional que actúe como doble instancia, incluso de manera retroactiva. Ambos escenarios le serían favorables a García, y el mismo camino están pensando en transitar otros ‘parapolíticos’, incluso algunos que ya están en libertad y buscarían el restablecimiento de sus derechos políticos e incluso millonaria indemnización, si tumban sus sentencias.

Mientras estas situaciones ocurren, siguen las consecuencias en Colombia por el nuevo escenario. Es el caso del ascenso de las iglesias cristianas evangélicas, en un país de fuerte raigambre católica apostólica romana.

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