jueves, 3 de mayo de 2018

INDEPENDIENTE CONSIGUIÓ UN TRIUNFO IMPORTANTE FRENTE AL CORINTHIANS

FÚTBOL / COPA LIBERTADORES 



Apareció el viejo Independiente. El del año pasado, el que dejó un sello de protagonismo en la Sudamericana que ganó. Se le plantó al Corinthians en su campo y se lo llevó por delante. Le ganó 2 a 1 y recompuso su marcha en el Grupo G de esta Libertadores que vuelve a tenerlo de pie y expectante: se puso segundo y antes de su visita a Millonarios para luego cerrar, de local, con Deportivo Lara. 


Independiente debía, en este tramo final de competencia, mover el selector de nuevo al modo Holan. Y lo hizo, una vez más, en tierras brasileñas, con un arranque de partido furioso, con presión en todos los sectores de la cancha y, producto de ello, un gol al minuto y medio de juego, con un pase al vacío para Meza, centro rasante para el ingreso de Silvio Romero, Cassio tapa el mano a mano pero el rebote le cae a Martín Benítez quien asegura el 1 a 0.

Independiente mantuvo ese ritmo al punto de asfixiar a un rival desorientado: enseguida, Cassio le tapó un remate franco a Meza y, en la jugada siguiente, Bustos mandó un centro que Balbuena tocó para atrás y estrelló la pelota en el travesaño.

Todo era de Independiente que, bien parado sobre el esquema de 5-2-3 que armó el DT, volvió a lastimar como consecuencia de su intensidad: un corner cerrado de Meza desde la izquierda encontró un rechazo pifiado de cabeza de Angel Romero que descolocó a Cassio clavándole la pelota en el segundo palo.

El estadio en silencio -sólo con fiesta en el sector rojo- se deslumbraba ante la intensidad de Independiente que sin embargo, en una desconcentración defensiva quedaron mano a mano dos contra dos, Angel Romero dejó solo a Jádson quien definió con enorme categoría.

Luego, el árbitro imaginó una falta de Figal y le arrebató al Rojo el tercer gol, un cabezazo impecable de Franco.

Así, el complemento arrancó con ventaja mínima para un Independiente que había coqueteado con el nocaut durante la primera parte. Pero, sin tanta profundidad, el equipo argentino se mantuvo como dueño del partido.

Domingo mandó en el medio, Amorebieta en el fondo y así, con pocos sobresaltos, volvió a lograr un triunfazo en Brasil para acomodarse en su grupo. Fuente: D.POPULAR

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