viernes, 4 de mayo de 2018

POR 1º VEZ EN 9 AÑOS, EL LÍBANO ACUDE A LAS URNAS

GLOBAL / COMICIOS PARLAMENTARIOS 



El domingo 6/5, por 1º vez en 9 años, el Líbano celebrará elecciones legislativas. El país, de 6 millones habitantes -donde se profesan 18 confesiones- elegirá 128 diputados. La compleja ley electoral, explica el diario ABC, permite que participen de los comicios nuevos partidos ciudadanos así como candidatos independientes, que competirán contra la vieja guardia de la política libanesa. 


Las elecciones, que iban a tener lugar inicialmente en 2013, tuvieron que ser pospuestas 3 veces. Entre los rostros que aparecen empapelando las calles de Beirut, aparecen los de líderes tradicionales como el del presidente General, Michel Aoun -líder del principal partido cristiano (el Movimiento Patriótico Libre)-, el del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, el del líder del Movmiento Amal, Nabih Berri (estos 2 últimos conforman una lista chiita unida), el del Primer Ministro Saad Hariri -líder del principal partido sunnita, El Futuro-, y el de Walid Jumblatt, quien dirige el principal partido druso (el Partido Socialista Progresista), apunta el diario El País.

El Líbano tiene un complejo sistema electoral designado para mantener la paz entre sunnitas, chiitas, cristianos y drusos -enfrentados entre ellos en numerosas ocasiones desde la independencia en 1943-, un delicado equilibrio, explica ABC.

La ley electoral nueva, aprobada en junio de 2017, establece un sistema proporcional en lugar de mayoritario. Eso quiere decir que los 128 escaños del Parlamento seguirán siendo mitad cristianos y mitad musulmanes. La ley establece que el Presidente tiene que ser cristiano maronita, el Primer Ministro, musulmán sunnita, y el portavoz del Parlamento, musulmán chiita.

Además, las nuevas reglas electorales mantienen la división del electorado en función de su religión. Algo que algunos observadores consideran que garantiza que las tradicionales familias políticas libanesas mantengan el poder, apunta La Vanguardia.

Hezbolá y sus aliados creen que saldrán fortalecidos de la elección, explica Reuters -un resultado que reafirmaría la ascendencia de poder regional de Irán-.

El Primer Ministro actual, apoyado por Occidente, Saad al-Hariri, está mientras tanto luchando para limitar las pérdidas que se espera que tenga, a pesar de que se cree que formará el próximo Gobierno.

Si Hezbolá y sus aliados obtuviesen una mayoría, esto acentuaría aún más la tendencia a que la balanza de poder se incline en favor Teherán, en detrimento de Arabia Saudita, que alguna vez tuvo mayor influencia en el país.

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