miércoles, 28 de marzo de 2012

LATINOAMÉRICA

Quebracho, hundido



En el marco del conflicto por Malvinas, Quebracho quiere recuperar un buque en Uruguay.-

 
MONTEVIDEO (GDA / El País).-El grupo de izquierda Quebracho planea el copamiento de un buque que estuvo en la guerra de las Malvinas, y que hoy luce bandera uruguaya, como presunta reivindicación de derechos de los ex combatientes del conflicto de 1982.
 
Este grupo que, según fue descubierto por la inteligencia militar uruguaya, actúa bajo la cobertura de ser ex combatientes de Malvinas y se comunica mediante Facebook. Su "misión", como ellos le llaman, aparentemente es devolver la "identidad" y la "bandera" a un buque al que denominan "héroe de guerra" y que durante el conflicto con Inglaterra participó en tareas de apoyo a la flota naval argentina como barco hospital, siendo luego capturado por las fuerzas inglesas.
 
Las investigaciones de inteligencia no detectaron aún, sin embargo, el verdadero propósito del intento de copamiento, pero hay indicios de que se trata de una movida vinculada con la tensión actual entre la Argentina y Gran Bretaña ante la proximidad del 30º aniversario de la guerra, dijeron al diario El País fuentes militares.
 
El buque se llama hoy "Audax II" -"Yehuin" en aquellos años-, tiene ahora bandera uruguaya y cumple servicio para la empresa naviera Christophersen. Está afectado al transporte de defensas neumáticas para que dos buques puedan acercarse en alta mar.
 
El barco "está en Uruguay, se nos escapó de las manos, pero antes que termine marzo le vamos a devolver su identidad y su bandera!!!", señala un post colgado en Facebook hace 24 horas por un usuario que se identifica como Diego Salce. El mensaje agrega que "un comando de la resistencia acaba de ubicar al Yehuin en Punta del Este. Están allí custodiándolo. Vamos a repatriarlo!!!".
 
El grupo se hizo conocer en Uruguay como "Resistencia Patriótica" y está integrado por supuestos veteranos de la guerra de las Malvinas. El viernes último había comunicado sus intenciones a la embajada argentina en Montevideo, que a su vez puso en autos del caso al ministerio de Relaciones Exteriores.
 
La información llegó por los canales oficiales del gobierno hasta la Administración Nacional de Puertos (ANP) y a Defensa, que encomendó a la Armada acentuar la vigilancia y comenzar con tareas de inteligencia.
 
El trabajo dio sus frutos rápidamente. El grupo pidió autorización para ingresar al puerto diciendo que su propósito era hacer un festejo a bordo, lo cual era inexacto dado que ya se sabía que el verdadero propósito era copar el buque y permanecer entre tres y cuatro semanas a bordo para lograr una difusión global de sus reivindicaciones.
 
Al haber descubierto sus verdaderos propósitos, la Armada les negó la autorización para el ingreso, básicamente por cuestiones de seguridad dado que el buque está operando y en estos momentos se registra mucha actividad en la terminal, confirmó a El País el vocero de la Armada, capitán Sergio Bique. "La Armada tomó medidas para no afectar la operativa portuaria", subrayó el capitán. Los miembros del grupo fueron autorizados a manifestarse fuera del recinto portuario sin ingresar al mismo, añadió.

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