miércoles, 4 de mayo de 2016

LA BATALLA INTERNA Y EL FUERTE AJUSTE COMPLICAN A ISELA

ECONOMÍA / ALERTA EN AEROLÍNEAS 



El recorte de subsidios en Aerolíneas Argentinas que motivó la 'Carta de Isela' y que justificó ayer el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, con el argumento de que el Gobierno "no está para subsidiar los traslados en avión del segmento más rico de la población", no es lo único que complica a Isela Constantini. 


Dietrich reconoció que tiene "algo de incertidumbre" por el futuro de la línea de bandera, y que la disminución en las transferencias del Estado le plantea "un nuevo desafío": "Nos coloca en una situación aún más compleja desde la gestión financiera", aseguró, sin dar precisiones sobre cómo se implementará el achicamiento de gastos, cuál es el monto involucrado y si eso afectará empleos y rutas.

Constantini, sin embargo, dejó entrever su sorpresa por la decisión oficial, en la que intervino el coordinador del Gabinete, Mario Quintana. "Este mes el Gobierno nos comunicó que nos reducen nuevamente de forma significativa el nivel de subsidios para este año. Este recorte aplica a todas las empresas y organismos del Estado. Y nos plantea un nuevo desafío. Si bien venimos haciendo esfuerzos por poner la contabilidad al día, reducir costos e identificar oportunidades de negocios, la alineación de procesos está llevando tiempo y necesitamos movernos con más rapidez".

Esto es, el programa de ajuste que estaba implementando Constantini fue considerado insuficiente por sus jefes, que solo le comunicaron que tendrá menos recursos y deberá reformular sus metas, sin que eso estuviera previsto de antemano. Y como si eso fuera poco, a la vez, Quintana habilita líneas low cost en los mercados de cabotaje y regional, los únicos segmentos rentables de la compañía.

En las últimas semanas, el Gobierno autorizó (en un ensayo de política de cielos abiertos) nuevas rutas regionales para que opere Lan, y también le abrió las puertas a otras empresas extranjeras como la chilena de bajo costo Sky Airline, que ya lanzó su ruta Córdoba-Santiago de Chile (a partir del día 11 de julio) y próximamente agregaría vuelos entre Mendoza y la capital chilena.

Al mismo tiempo, según informa el sitio 'La Política Online', Dietrich se reunió la semana pasada con Joe Mohan, director de la aerolínea canadiense Allegiant, una filial del grupo irlandés Irelandia Aviation, dueño de la aerolínea de bajo costo Ryanair, que pretendería ingresar en el país.

También está en proceso de desembarco la colombiana Avianca, que ya compró MacAir, la compañía de aviones de la familia Macri. Con estas decisiones, el Gobierno de Macri busca diferenciarse de la política del kirchnerismo de cerrarle todas las vías de expansión posibles a las competidoras de Aerolíneas (incluso con medidas ridículas como negarle las mangas a los pasajeros de Lan), pero la única perjudicada es la propia Aerolíneas.

 El vuelo Córdoba-Santiago es un ejemplo de cómo podría verse perjudicada Aerolíneas. La chilena Sky Airline se lanzó al mercado con una oferta de 165 dólares, algo menos de 2.500 pesos a la cotización actual. En tanto, la compañía argentina ofrece esa ruta con escala en Buenos Aires al doble del precio, y con varias horas más de viaje.

El impacto es evidente. Así las cosas, el panorama se complica para la gestión de Isela, quien se negó en todo momento a un ajuste fuerte y apostó a una política agresiva de venta de pasajes y a incrementar vuelos y frecuencias en destinos rentables, y también en otros que no lo son como Roma, Barcelona o Miami.

El año pasado, el mercado local le dio a Aerolíneas un saldo operativo de 266 millones de dólares (descontados impuestos y otros gastos, el saldo fue de 19 millones). Las rutas regionales dieron pérdidas por 22 millones de dólares, según datos de 'Clarín'. Pero las pérdidas fueron mucho más pronunciadas en los vuelos a Europa y Estados Unidos.

En el primer caso, el déficit fue de 70 millones de dólares, y en el segundo de 119 millones de dólares. Es decir, que el camino más seguro para Costantini era la apuesta a los vuelos de cabotaje y regionales, aunque eso significaba para su gestión una guerra con los gremios que no quieren que se cierren esas rutas.

Ahora, desde la Rosada no sólo la obligan a hacer el ajuste sino que también le complican la alternativa más viable que tenía para incrementar ganancias. Lo que no se termina de entender es por qué el Gobierno no actúa en línea con la estrategia de expansión de Aerolíneas, si es que el objetivo es sanearla y reducir a cero los subsidios.

Pues, tal como sostiene 'Página/12', las declaraciones de Dietrich refuerzan más la percepción de que el Gobierno no tiene interés en desarrollar Aerolíneas Argentinas, si no más bien tender a su achicamiento.

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