Fuentes de la empresa Roggio menearon la cabeza hacia arriba y hacia abajo, pero no quisieron hacer declaraciones, cuando se les preguntó si el Gobierno de la Ciudad adjudicaría finalmente la construcción de una obra que solucionará el problema que crean las inundaciones en los barrios porteños de Belgrano y Núñez.
La construcción del túnel aliviador llamado Segundo Emisario del Vega es un proyecto que ya desde la administración de Mauricio Macri se venía impulsando sin poder concretarlo, porque la Casa Rosada no le gestionaba el aval ante el Banco Mundial para financiarlo, con un desembolso a cargo de la CABA de$2.000 millones.
El más reciente bloqueo había sido efectuado a mediados de 2015 por el ex ministro de Economía y ahora diputado por el Frente para la Victoria, Axel Kicillof, sin medir que éstas y otras discriminaciones contra la Ciudad les costarían tan caras electoralmente.
Apenas se confirmó el levantamiento del default de la deuda en la cámara de Nueva York se dio luz verde a los avales que la gestión de Horacio Rodríguez Larreta había tramitado para que se pudiera avanzar con la licitación pendiente durante más de 3 años, desde que se terminara con los trabajos de entubamiento del arroyo Maldonado.
La oferta del consorcio encabezado por Roggio, que comparte una Unión Transitoria de Empresas con Supercemento y Cartellone, se impuso sobre la de la brasileña Oderbrecht, Techint y CPC, de Cristóbal López, que se habían presentado.
Experto en desarrollar y operar subterráneos, aunque el PRO no cumpliera con las promesas de ampliar la red que hiciera cuando asumió Macri por primera vez hace más de 8 años, la empresa Benito Roggio abrirá un túnel de más de 8,5 kilómetros, repartidos en una cuarta parte hecho por excavación a cielo abierto y tres cuartas partes mediante una máquina especial, a una profundidad variable entre 11 y 30 metros, y bajo una carga de agua de hasta 22 metros sobre el intradós del conducto.
La adjudicación constituye un demorado resarcimiento presidencial al que fuera asociado en obra pública durante mucho tiempo, luego de un enfriamiento de las relaciones que se agudizó al apartarse a la empresa cordobesa del cronograma inicial de reparación del Belgrano Cargas, hito del Plan Belgrano que enarbola Macri como estandarte de su estrategia de gestión.
Pero para Rodríguez Larreta, que los triunfos electorales nacional y bonaerense dejaron paralizado tras ganar ajustadamente los comicios antes que Macri y María Eugenia Vidal, que desde la campaña acapararon los equipos para las campañas primero y para asumir los gobiernos después, significa como un lanzamiento propio.
También la Cámara Argentina de la Construcción venía esperando la puesta en marcha del entubamiento del Vega, ya que el sector ha tenido la baja más importante de empleos desde la última parte del kirchnerismo, reconoció días pasados Juan Chediak, presidente de la entidad a Pablo Duggan por AM 950 Belgrano.
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