sábado, 2 de mayo de 2015

URRIBARRI TAMBIÉN TIENE SU “CASO HOTESUR”

AGENCIA / ENTRE RÍOS 



 Luis Mazurier, un funcionario con rango de ministro sospechado de negocios incompatibles con su función al haberse adjudicado un hotel del Estado a través de una empresa fantasma, y su amigo Sergio Urribarri. 



PARANÁ (U24 Entre Ríos). Una noticia publicada por un medio de Concordia dice que la Policía de Entre Ríos secuestró una ambulancia que presta servicios para la Corporación para el Desarrollo de Salto Grande (CODESAL), organismo del Estado entrerriano creado con el propósito de administrar la zona del perilago de Salto Grande.

Según revela el Diario Redes de Noticias, el vehículo, un utilitario Mercedes Sprinter, increíblemente tenía pedido de secuestro desde el año 2009 por una denuncia de robo.

 Lo sorprendente además es que al momento en que la Policía llevó a cabo el operativo de secuestro, la camioneta cumplía un propósito muy diferente al de una ambulancia.

 A bordo del utilitario viajaban 12 personas, sin seguro y amontonadas, que venían de trabajar en las Termas del Ayuí, un complejo termal compuesto de hoteles que pertenecen al funcionario con rango ministerial que conduce la CODESAL.

 El hecho de la ambulancia no es menor por cuanto está marcando una irregularidad muy grave dentro de un organismo estatal, pero fundamentalmente desnuda la impunidad con que se manejarían quienes se encargan de su administración.

 Para comenzar a entender un poco la historia hay que mencionar que la CODESAL funciona desde el año 2005 según lo determinado en el decreto 252 de febrero de aquél año.

 En los fundamentos del Ejecutivo entrerriano se menciona que como consecuencia del convenio celebrado entre el Estado Nacional y la administración entrerriana, por el cual el primero ha cedido los terrenos que resultaban ociosos a la Delegación Argentina ante la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande, se han logrado cristalizar los objetivos que dieron origen a la creación de la Corporación.

 Si bien nunca se supo cuántos eran los fondos que manejaba la CODESAL, el año pasado la legislatura provincial aprobó un proyecto de ley presentado por el gobernador, mediante el cual se creaba un fondo especial para ese organismo.

 En esa oportunidad el presidente del bloque de diputados provinciales de la UCR, Agustín Federik, señalaba que no se sabía que presupuesto manejaba la CODESAL pero “se hablaba de $ 60 millones o $ 70 millones anualmente”.

Al mismo tiempo, indicaba que el Tribunal de Cuentas no les permitía acceder a los libros para ver las rendiciones de cuentas.

 La persona que preside y maneja discrecionalmente la CODESAL es Luis Mazurier, un funcionario con rango de ministro sospechado de negocios incompatibles con su función al haberse adjudicado un hotel del Estado a través de una empresa fantasma.

Mazurier, a la par que es funcionario provincial con rango ministerial, dirige el diario El Sol de Concordia, cuyo lema es “Matutino Independiente” y es editado por una cooperativa de trabajo considerada “fraudulenta” por un expediente judicial avalado por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos.

 Según un informe del año 2013, Mazurier, “en lugar de llamar a una licitación para dar en concesión la explotación del lujosísimo hotel Ayuí, ubicado en un lugar privilegiado a la vera del lago, la tomó para sí a través de una empresa fantasma.

 A pesar de que los recibos de sueldos del personal del hotel siguen siendo emitidos por la empresa que hace 13 años tomó la concesión, la facturación la hace un trabajador autónomo que sería empleado de la CODESAL y que tiene domicilio fiscal en el medio del campo.

 De corroborarse en sede judicial la vinculación se estaría ante negocios incompatibles con la función pública”. Entre los documentos que exhibe el informe, se incluye un peritaje efectuado en el Hotel Ayuí por un perito contador, ante un oficial de Justicia a raíz de un juicio laboral, en el que constató que “las facturas emitidas por el hotel para realizar las cobranzas y demás operaciones comerciales, tanto en efectivo, tarjetas de crédito, débito, etc., se hacían a nombre del Sr. Villanueva, Alberto Jesús y no a nombre de la empresa Balace S.R.L. que era la verdadera concesionaria”.

Villanueva sería empleado de la CODESAL e incluso se le adjudica un parentesco directo con Mazurier.

 El gobernador Sergio Urribarri evita hablar en público de la CODESAL, señala un informe del periodista Osvaldo Bodean de Elentrerios.com, realizado el año pasado, poco después que el mandatario hiciera aprobar en la legislatura la ley que creaba el fondo especial para el organismo. Bodean recuerda que la última vez que Urribarri se refirió al tema CODESAL fue allá por agosto de 2009, y en esa oportunidad quedó en ridículo al anunciar una reformulación del organismo que prometió "inmediata" pero que aún está pendiente, en la que le quitaba poder a su presidente Luis Mazurier.

 El gobernador no solo que no hizo lo que había prometido, sino que además reforzó con mayores fondos el manejo "unipersonal" del ente, con el agravante de que sobre su titular pesa una denuncia por irregularidades, investigada por dos fiscales, ante indicios de que se habría adjudicado a sí mismo la explotación del lujoso hotel del Estado.

 Pero no sólo el mandatario muestra un comportamiento dubitativo y contradictorio ante la CODESAL,

 El diputado por Concordia, Luis Edgardo Jakimchuk, que en 2005 fue uno de los más acérrimos opositores a la creación del organismo, no resiste el archivo, el senador Enrique Cresto y su padre el ex intendente, Juan Carlos Cresto, han intercalado críticas y apoyos, mientras que al actual intendente, Gustavo Bordet, no pareciera incomodarlo que el organismo avance sobre un espacio geográfico de jurisdicción municipal.

 Tampoco el procurador general del Poder Judicial de Entre Ríos, Jorge García, parece darse por enterado de que la CODESAL es objeto de una investigación del Poder Judicial. Al informar sobre la marcha de las causas que involucran al poder político, omitió toda referencia a las denuncias que pesan sobre el director del diario El Sol de Concordia, que es funcionario provincial con rango ministerial.

 Bodean se formula algunas preguntas que siguen sin repuestas ¿Por qué el gobernador Urribarri amagó con una reforma que terminaba con ese enclave de poder unipersonal llamado CODESAL para luego retroceder sin explicación alguna? ¿Por qué Jakimchuk, sumiso, no se anima a repetir sus críticas de 2005? ¿Por qué los Cresto insinúan disidencias pero evitan enfrentarlo, como tampoco lo hace Gustavo Bordet? ¿Por qué el procurador no alude a la investigación a Mazurier entre las causas que involucran a funcionarios públicos?

 "Le tienen miedo al poder de fuego del Diario El Sol", se escucha decir en corrillos políticos. La más benigna de las interpretaciones rescata las obras en la zona del perilago, como las termas o la Playa Sol, como si bastara con hacer sin que importe el cómo.

Otros abonan la teoría de que el "periodista-funcionario" sabe demasiado, por lo que es arriesgado tenerlo enfrente. La peor de las hipótesis insinúa que hay "negocios en común". Son todas elucubraciones sin documentación ni datos firmes que las respalden. Cuando no hay transparencia, los rumores se multiplican al infinito.

El secuestro de la ambulancia de la CODESAL por tener una denuncia de robo, no hace más que confirmar las sospechas.

 En el mundo K, los paralelismos en algunas cuestiones no tan claras, ya no parecen sorprender

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