martes, 7 de julio de 2015

SILENCIOSA Y PAUSADAMENTE, PETROBRAS PONE UN PIE FUERA DE LA ARGENTINA

AGENCIA / NEGOCIOS 


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) En medio de problemas judiciales y financieros, la compañía emblema de la gestión de Lula da Silva, Petrobras puso en venta sus activos en la Argentina, luego de que en junio informara que recortaría un 40% su plan de inversiones. 



 La salida se realiza de manera pausada y con perfil bajo para que no derive en problemas políticos, según informa hoy el sitio 'iProfesional'. El proceso de desinversión, en efecto, comenzó a fines de 2012, con un anuncio que se conoció mediáticamente después del Día del Petróleo: Petrobras había abierto un "data room" para vender sus activos en la Argentina.

 Petrobras tuvo bastantes dificultades para concretar lo que buscaba inicialmente en la Argentina. En primer lugar, la idea de la compañía era conseguir un socio que comprara parte del paquete accionario. Se habló de Tecpetrol y hasta de YPF como grandes candidatos. Pero, cuando este interés se hizo público, Cristóbal López -a través de Oil Combustibles-, apeló a la cláusula del first refusal (primera prioridad de compra). 

Esto fue consecuencia de que, años antes, el empresario le había adquirido a Petrobras la refinería de San Lorenzo y con ella el canal de distribución de más de la mitad de la red de estaciones de servicio. La posibilidad de que Petrobras Argentina sea comprada por Oil generó un gran revuelo, tanto en Brasil como en el mercado interno.

 La causa, más allá de los vínculos políticos, tenía que ver con la participación de López en el negocio del juego. En Brasil, por cuestiones religiosas, no hay casinos ni bingos. Socialmente, está considerado que el juego es un elemento que "empobrece más al pobre". Esto, ligado al fuerte sentido de pertenencia que tiene Petrobras en la población brasileña, se transformó en un escollo difícil de sortear para la entonces presidente de la estatal brasileña, María das Gracas Silva Foster.

 En mayo de 2013, Petrobras le comunicó a las bolsas que desistía de la venta en la Argentina. De ahí en más, hubo muchas especulaciones. Ahora, la estrategia de que Petrobras quiere salir del país es un secreto a voces. Esto, sustentado en la necesidad de conseguir plata fresca, luego del alto endeudamiento al que recurrió y que la transformó en la petrolera con mayor pasivo del mundo. También influyó la imposibilidad de girar divisas desde la Argentina y, por cierto, el terremoto que generó el LavaJato, la investigación llevada a cabo en Brasil por el lavado de más de 10.000 millones de reales que salpica a directivos de la compañía. 

La empresa ya se había desprendido a principios de año de todas sus concesiones petroleras en Santa Cruz. Los yacimientos pasaron a manos del empresario Eduardo Eurnekian, previo desembolso de unos US$100 millones. Según el mencionado sitio, a raíz de la relación entre Cristina Fernández y Dilma Rousseff, el proceso de desinversión en la Argentina se fue haciendo bajo la premisa de mantener hasta la última instancia una presencia al menos simbólica en territorio argentino.

 Concretamente, en la reserva de gas y petróleo más importante de esta parte del mundo: Vaca Muerta, en Neuquén. "Desde hace tiempo Petrobras ha venido achicando sus inversiones en el país. Pero lo ha hecho de manera progresiva y silenciosa, de modo tal de evitar un conflicto diplomático que salpique el presente político de ambas mandatarias", confió un experto del sector.

 En Brasil, fuentes del sector energético dan por descontado que Petrobras Argentina (PESA) -subsidiaria de la compañía a nivel local- se desprenderá de sus activos que van desde estaciones de servicio hasta la refinería en Bahía Blanca. La empresa puso el cartelito de venta sobre 30 áreas petroleras en Neuquén, cerca de 100 puntos de expendio de combustibles, instalaciones petroquímicas en Santa Fe y en Bahía Blanca, además de las participaciones accionarias en TGS (Transportadora Gas del Sur), en la central térmica Genelba y en Pichi Picún Leifú.

 Petrobras Argentina es el cuarto mayor productor de crudo del país, si bien el volumen viene en franco declive. "Su valor de mercado podría superar, en conjunto, los US$1.000 millones, cuatro veces más que el valor bursátil de PESA, que ronda los US$260 millones.

En rigor, Petrobras Brasil controla un 65% de la filial. El resto cotiza en la Bolsa", aclara la fuente consultada. Pero el tiempo es tirano. Más, si la empresa tiene como principal objetivo que la venta se concrete antes del cambio en la gestión presidencial. YPF, Pluspetrol, la firma Tecpetrol del grupo Techint y Pan American Energy (PAE) figuran en la lista de candidatas a quedarse con sus activos.

 El apuro por vender sus activos en una suerte de "trámite exprés" obliga a las compañías mencionadas a tener que confirmar su interés antes del 15 de julio. En el sector no descartan la irrupción de Eduardo Eurnekian a través de su controlada CGC (Compañía General de Combustibles).

 También están los que colocan entre los interesados al binomio Vila-Manzano, que ya participa de la explotación de hidrocarburos en Brasil a través de Andes Energía.

 En la actualidad, Petrobras ocupa el primer lugar por volumen negociado diariamente en el panel de acciones líderes. Representa el 22% del Merval, seguida de lejos por YPF (13%), Grupo Galicia (12,5%) y Tenaris, con el 10%. Las tres principales acciones del sector petrolero concentran nada menos que el 45%.

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