domingo, 2 de agosto de 2015

MATARON AL FOTOPERIODISTA QUE DENUNCIÓ QUE ESTABA EN PELIGRO

LATINOAMÉRICA / PERIODISMO 

RUBÉN ESPINOSA


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Artículo 19, organización de Derechos Humanos que trabaja para proteger y promover el derecho a la libertad de expresión, destacó que el homicidio de Rubén Espinosa marca un nuevo hito en la violencia contra la prensa en México: la 1ra. vez que un periodista desplazado internamente es asesinado en el Distrito Federal. 


La violencia que había sufrido Espinosa era conocida públicamente, por lo que el homicidio del foto reportero se produjo sin que las autoridades encargadas de proteger periodistas en México movieran un solo dedo a favor de Espinosa.

 “Artículo 19 ve con suma preocupación que la Ciudad de México deje de ser el refugio seguro el cual albergaba a decenas de periodistas desplazados”.

 "Es inconcebible que en México haya", agrega Artículo 19, "con el asesinato de Espinosa, 88 periodistas asesinados y las autoridades se atrevan a decir que están haciendo todo lo que pueden para proteger periodistas. Cuando la realidad es que la violencia contra la prensa crece -así lo dicen los números- y con ella la impunidad en todos y cada uno de los casos".

 Además, la organización no gubernamental explicó: “El homicidio de Espinosa vuelve a poner en el centro la situación de Veracruz y la negligencia de las autoridades locales para brindar protección a los periodistas. Hoy, dicha entidad, sigue siendo el lugar más peligroso para la libertad de expresión en toda América Latina. Artículo 19 hace un enérgico llamado a la Secretaría de Gobernación, a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para que desde sus facultades hagan todo lo posible para brindar justicia. Al mismo tiempo, hacemos el llamado para que la PGR atraiga el caso y disponga de todos los recursos del Estado mexicano para dar con los responsables del homicidio."

 Hace algunas semanas el fotógrafo decidió exiliarse temporalmente de Veracruz luego de que sujetos desconocidos lo siguieron y acosaron afuera de su casa, en los alrededores de su trabajo y en el desarrollo de sus actividades periodísticas.

 El fotoperiodista señaló en ese entonces que prefería “autoexiliarse” antes de que le ocurriera algo similar al ataque a los 8 jóvenes –varios de ellos estudiantes universitarios–, que fueron agredidos por un comando la madrugada del 05/06.

 En septiembre del 2013, Espinosa fue golpeado por policías estatales reconocidos durante el violento desalojo de maestros en la Plaza Lerdo, en vísperas del Grito de Independencia. En esa ocasión el fotógrafo fue golpeado para obligarlo a “reformatear” la tarjeta de memoria de su cámara, para no tener ni una sola imagen de ese incidente.

 Aunque Rubén Espinosa, junto con otros reporteros, denunció la agresión, el gobierno de Javier Duarte sólo le ofreció dinero para retirar su querella. Espinosa rechazó el ofrecimiento.

 El 09/06, Espinosa participó en la recolocación de la placa Regina Martínez (periodista asesinada) en la Plaza Lerdo, frente al Palacio de Gobierno, y aseguró que en Veracruz no se pueden echar en saco roto “las intimidaciones”, “los acosos” y la vulnerabilidad en la que periodistas ejercen el oficio. Por ello, él decidió exiliarse, antes que le pudiera ocurrir algo de mayor gravedad.

 VERACRUZ 

 Veracruz, donde Espinosa -nacido en México DF- trabajaba desde hace 7 años, es un Estado con fuerte presencia del crimen organizado, en especial del cartel de origen paramilitar de Los Zetas. Quizá por ese motivo es un foco rojo de la libertad de expresión: desde 2011, con el gobernador del PRI Javier Duarte a cargo, han sido asesinados en su territorio 15 reporteros, uno de ellos la corresponsal de Proceso, Regina Martínez, con 30 años en el oficio, que apareció estrangulada en su casa de Veracruz.

 Al marcharse de Veracruz, Espinosa subrayó la crisis de seguridad que atravesaba el Estado: "Es triste pensar en Veracruz, no hay palabras para decir lo mal que está ese Estado, ese gobierno, la prensa, y lo bien que está la corrupción. La muerte escogió a Veracruz, la muerte decidió vivir ahí”.

 En 2014 México fue el 6to. país del mundo con más periodistas asesinados, según Reporteros Sin Fronteras. Ocupa el lugar N°148 entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, en el mismo escalón que Afganistán.

 El Gobierno mexicano ha registrado la muerte de más de 100 periodistas desde 2000. En lo que va de 2015, contando a Espinosa, ya han sido asesinados 7 reporteros.

 El Gobierno creó en 2012 un mecanismo para la protección de reporteros que no ha logrado funcionar.

En 2014 su encargado renunció y los resultados ya eran decepcionantes: de las 152 solicitudes de protección que había recibido, 58% (88 casos) ni siquiera había llegado a ser analizada por la junta que debe decidir si se otorgan al periodista medidas de protección. Espinosa, que trabajaba como freelance para la revista Proceso y la agencia Cuartoscuro, alertó de su situación a la ONG internacional en defensa de los periodistas Artículo 19 y al Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) con base en Nueva York. "Yo no confío en ninguna institución del Estado, no confío en el gobierno, temo por mis compañeros, temo por mí", afirmó.

 EL FINAL 

 Las autoridades llegaron al lugar de los hechos el viernes 31/08 por la noche, alertadas por otra chica que vivía en ese piso y que se encontró con lo sucedido al volver de trabajar.

 Según testimonios de amigos cercanos a Espinosa, los hechos ocurrieron en algún momento pasadas las 14:00 del viernes. Uno de sus amigos se comunicó con él por SMS a esa hora. Espinosa, que había ido a la casa de sus amigas el jueves 30/08 por la noche para una fiesta y había dormido allí. Él le dijo que iba a salir ya hacia casa de sus padres, donde vivía desde que se fue de Veracruz, y que más tarde volvería a contactarlo.

 Pasaron 24 horas hasta que a las 14:00 del sábado 01/08, una hermana del reportero llamara a ese amigo para preguntarle si sabía algo de él. Empezaron a buscarlo. Ella llamó a otro amigo más que había ido el jueves a esa casa, pero que no había dormido allí, y al cabo de un rato fueron al edificio para ver si estaba.

Al llegar se encontraron con la policía trabajando. Se llevaron a la hermana al centro forense y allí identificó el cadáver. Otro amigo de Espinosa, que estuvo con él jueves cubriendo un acto judicial, cuenta que estaba "tranquilo" y dándole vueltas a la posibilidad de volver de nuevo a trabajar en Veracruz, aunque no se sentía seguro.

"Yo le dije que mejor se quedara, para no darle a quien fuera la oportunidad de hacerle algo allá. Pero lamentablemente han encontrado su oportunidad, y la han aprovechado".

 Según sus amigos, las amenazas que recibió Espinosa en junio en Veracruz fueron explícitas: "Le tomaron fotos de frente afuera de su casa y le hicieron señas con el dedo de que mejor estuviese callado".

En la entrevista con Sin embargo el reportero definió a quienes lo vigilaban como "tipos mal encarados" que iban vestidos de negro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario