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| Mauricio CUERO / TÉLAM |
Crucero del Norte volvió a perder y quedó prácticamente descendido esta tarde al caer 2 a 1 con Banfield en el Sur del Conurbano bonaerense.
Los goles los convirtieron Mauricio Cuero a los 2 minutos y Giovanni Simeone a los 22, mientras que Pablo Stupinski, delantero juvenil oriundo de Oberá, descontó a faltando seis minutos para el cierre del partido en el Florencio Solá.
Una vez más, el equipo de Rambert volvió a mostrar su peor cara, sobre todo en el primer tiempo, y al igual que el lunes pasado en Mar del Plata ante Aldosivi, se encontró con un gol en contra bien tempranero, tras una gran combinación entre los volantes y delanteros del Taladro que finalizó con una entrada al área de Juanito Cazares.
El remate del ex River fue tapado por Horacio Ramírez, pero el rebote contró solo a Cuero, quien la mandó al fondo de la red. Crucero volvía a mostrar así en lo que se convirtió en los últimos partidos.
De ser un equipo humilde que trataba de jugar de igual a igual y por momentos lo conseguía, ahora es un conjunto desconcertado, al que le hacen goles muy rápido.
En Mar del Plata fue el Payasito Luguercio, quien puso en ventaja a los 5 minutos a Aldosivi. En el Florencio Solá fue Cuero, tras gran toqueteo de medio equipo de Claudio Vivas. En ese primer tramo del partido, Banfield siguió controlando casi con exclusividad la pelota y las acciones, mientras que Crucero mostró que no tenía ideas y reacción en las pocas veces que se hacía con la pelota.
A los 22 minutos, tras gran jugada colectiva de un Banfield que se dio cuenta de la inferioridad futbolística y de carácter de su rival y sacó provecho, llegó el segundo tanto, con una buena definición del hijo del “Cholo” Simeone. En lo que restó de la primera etapa. El equipo del Sur del Conurbano siguió floreandose por momentos, dejando en evidencia el derrumbe futbolístico de Crucero del Norte.
Por momentos, algunos comentaristas se atrevieron a decir que el partido se asemejaba a una práctica a puertas abiertas. La misma sensación dejó el partido anterior en Mar del Plata, con un Aldosivi que aún con un hombre menos, empezó a desperdiciar chances de gol de sus delanteros, que parecían competir a ver quien hacía el gol más lindo.
Algo de eso también se dio en el cotejo por la fecha 23ra ante Lanús en Santa Inés, allí el equipo de los Mellizos, a pesar de que empezó perdiendo, nunca se puso nervioso y terminó superando a Crucero casi al trote. Segunda parte: Quizás por esta amplia superioridad, o quizás por impericia, Banfield no remató al Colectivero en la segunda parte.
El equipo misionero, a lo mejor sabiendo que el partido ya estaba perdido, logró soltarse un poco más y empezó a equilibrar la tenencia del balón. Julio Barraza aportó algo de peligro con algunas entradas para cabecear, intentando cumplir con la ley del ex y convertirle al que fue uno de los grandes equipos en su carrera.
También Cólzera inquietó con algún remate. Pero no mucho más. Faltando seis minutos para el final, Pablo Supinski cabeceó al gol un buen centro. El pibe de Oberá, de 20 años, se dio el gusto de hacer un gol de primera en su tercer partido en la divisional. No es un dato menor.
Los chicos como Stupinski son el futuro de Crucero, un club que casi con seguridad jugará en la “B” el año próximo. Pero que también deberá salir a defender ese lugar en una divisional que también constituye la elite del fútbol argentino.
Se viene un Crucero “más misionero” con jugadores como el “pibe” Stupinski. Porque en medio de la deblacle, siempre es bueno ver las cosas que hay para rescatar.
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