Crédito. AFP |
Fue derrota y debut para Los Pumas en el Mundial. Fue por 26 a 16 en un Wembley colmado por casi 90 mil almas y, entre ellas, 15 mil argentinos.
El seleccionado argentino terminó ofreciendo una buena imagen ante el mejor equipo del mundo y claro favorito a ganar la Copa William Webb Ellis.
La diferencia estuvo en esos últimos 25 minutos en los que el banco de suplentes neocelandés marcó la diferencia sobre todo con los ingresos de Sonny Bill Williams y Sam Cane. Fueron dos tiempos distintos los de la primera etapa.
La mitad inicial se fue entre los penales de Argentina y la efectividad de Dan Carter en sus envíos a los postes. De esa manera, con la pelota en su poder, los All Blacks hicieron daño y el apertura, gracias a tres penales en un lapso de apenas 14 minutos -desde los 4 a los 18- puso a su equipo arriba en el marcador.
Para colmo, la amarilla a Pablo Matera dejó a los argentinos con un hombre menos durante diez minutos. Pero cuando la indisciplina quedó de lado, aparecieron los forwards para marcar la diferencia y dos arranques a pura potencia de Creevy, de Senatore terminaron con el pack a un metro del ingoal.
Para que Guido Petti se levantara y apoyara aunque ello le costara un golpe en la cabeza que obligó a su reemplazo, no fue necesario demasiado. Dos penales de Sánchez marcaron la diferencia de cuatro puntos (13-9) y un cuarto penal de Carter dejó a los neocelandeses abajo por la mínima diferencia de cara al segundo tiempo.
En el inicio de la segunda parte Los Pumas tomaron una ventaja de 16-14 con otro penal de Sánchez, pero el equipo, de a poco, se fue quedando sin opciones. Los delanteros hicieron hasta lo que pudieron y el try de Aaron Smith que llegó a los 16 minutos cuando aprovechó un ruck casi debajo de los palos, fue el principio del final.
En ese momento Nueva Zelanda lo dio vuelta y a partir de ese momento quedó la imagen de un triunfo ya definido que terminó de cristalizarse con Cane marcando el segundo try de su equipo.
La consigna ahora es recuperarse lo más rápidamente posible de cara al trascendental encuentro ante Georgia del viernes en Gloucester.
Hourcade deberá decidir qué material utilizará. Porque una nueva derrota -que no está en los cálculos de nadie- podría significar una despedida demasiado anticipada. (Clarin.com)
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