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| Niño afgano con polio |
La poliomielitis es una enfermedad infecciosa que es causada por el virus poliovirus que afecta al sistema nervioso. Ataca principalmente a los menores de 5 años causando una parálisis en solo horas.
Se transmite de persona a persona generalmente por vía fecal-oral o a través de un vehículo común como alimentos contaminados o el agua, y se multiplica en el intestino.
Los síntomas de esta enfermedad en un principio son cansancio, fiebre, cefalea, vómitos, dolores en los miembros y rigidez del cuello.
Si bien los casos de polio se redujeron en más de un 99% desde 1988, la enfermedad sigue presente y hay que darla por eliminada para que deje de afectar la salud de los más chicos. Es por eso que todos los 24/10 se celebra el Día Mundial contra la Poliomielitis.
Durante la 41.a Asamblea Mundial de la Salud, en 1988 se aprobó la resolución para la erradicación mundial de la poliomielitis y que llevó a desarrollar la “Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis” liderado por la OMS, la Asociación Rotaria Internacional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En 1988 se calculaban 350.000 de casos en 125 países mientras que en 2015 hubo solo 74. Un gran avance pero que todavía debe ser controlado porque si no se logra eliminar por completo se pueden producir 200.000 casos nuevos al año en 10 años en todo el mundo.
Existen 3 cepas de polio: tipo 1, 2 y 3. En 1999 se dio por erradicado totalmente el tipo 2 (esta bien el año) y el tipo 3 está en sus niveles más bajos. Según cifras de la OMS, 1 de cada 200 infecciones genera una parálisis irreversible, por lo general en las piernas, y entre un 5% y 10% de estos casos mueren por una parálisis de los músculos respiratorios.
El problema de esta enfermedad es que no tiene cura pero sí es prevenible. Es indispensable prevenir desde los estados para que esta enfermedad que lleva tanto tiempo atacando a la salud de los menores se pueda eliminar.
Pero también cuenta con la ayuda de miles de voluntarios que trabaja en la tarea de concientización y vacunación contra la polio. La principal forma de prevenir esta enfermedad es a través de la vacunación cuya efectividad es superior al 90%.
El Plan Estratégico para la erradicación de la poliomielitis se encuentra en su etapa final 2013-2018. Según la OMS, este plan en especial en su etapa final tiene 4 objetivos:
-Detectar e interrumpir la transmisión de poliovirus.
-Fortalecer los sistemas de inmunización y retirar la vacuna antipoliomielítica oral.
-Confinar los poliovirus y certificar la interrupción de la transmisión.
-Planificar el aprovechamiento del legado de la lucha contra la poliomielitis.
Puntualmente en Argentina, la polio se erradicó en 1984 y en América (compuesta por 36 países) el último caso fue en 1991, en Perú. Ya para 1994 toda la región estaba libre de esta enfermedad.
Mientras que en la región del Pacifico Occidental (37 países) se eliminó en el 2000 y en Europa (51 países) en junio de 2002, siendo el último caso en Turquía en noviembre de 1998.
Por último, en la región de Asia Sudoriental que va desde Indonesia hasta la India −11 de febrero de 2014 libre de polio−, pasando por 9 países más, la polio ya fue erradicada.
En la actualidad, solo 2 países siguen teniendo casos: Pakistán y Afganistán. Esto se da porque sus sistemas de salud son muy débiles.
Según publicó el diario tucumano La Gaceta, siguiendo cifras oficiales, en 1956 en Argentina hubo 6.490 casos, con una tasa de mortalidad del 33,7 % en el país.
En 1968 aumentaron de nuevo los casos de polio porque no hubo una continuidad en los calendarios de vacunación y el brote duró hasta 1974.
Pese a que hoy 155 países no padecen más esta enfermedad, en esta etapa final, Argentina junto a 122 países más cambiaron el esquema de vacunación contra la polio para volverlo más efectivo y para terminar de erradicar esta enfermedad.
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