jueves, 28 de marzo de 2019

DENUNCIAN QUE LA LOW COST VUELA CON UNA LICENCIA DE DUDOSA LEGALIDAD

POLÉMICA / JETSMART EN EL PALOMAR 



(INFOCIELO) - JetSmart se encuentra en la mira de denuncias tras su desembarco en el país a través de la compra de la fallida aerolínea Alas del Sur. Dicha empresa nunca voló, no tuvo aviones y habría obtenido la licencia para operar por medio de un trámite poco transparente con la presunta complicidad de las autoridades de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil), a cargo de Tomás Insausti y el Ministerio de Transporte de la Nación, conducido Guillermo Dietrich. 


De hecho, la licencia que hoy utiliza la low cost para volar en Argentina sería la que le fue otorgada a la compañía "fantasma" tras la audiencia pública del 27 de diciembre de 2016. Allí, el titular de APA, Edgardo Llanos, sostuvo era una “empresa que existía sólo en los papeles” y hasta se llegó a plantear se trataría de un “fraude del gobierno nacional”.

Sin embargo, desde el gobierno nacional aprobaron la licencia con un total de más de 20 rutas aéreas. Luego estalló el escándalo cuando el portal Política Argentina descubrió que los dueños de la aerolínea eran un costurero, una jubilada y un monotributista.

Damián Luis Toscano, Teresa Beatriz Di Cesare y Néstor Adrián Scarlato eran los integrantes del directorio de la cuestionada firma que consiguieron la licencia para explotar las rutas aéreas que hoy opera JetSmart desde El Palomar.

Di Cesare, la jubilada, tenía 72 años y en los años 2015 y 2016 estuvo calificada como deudora incobrable por el Banco Central.

Por su parte, Toscano, el costurero, estaba registrado en el rubro textil, más precisamente en la “Confección de ropa de trabajo, uniformes y guardapolvos”.

A su vez, Scarlato, era un monotributista de la escala de menores ingresos.

Al mismo tiempo, se supo que la empresa nunca tuvo los papeles en orden. Así consta en el expediente 003391/2016 de la ANAC, donde surge que Alas del Sur nunca pudo acreditar la mínima capacidad técnica y económica necesaria para las rutas que solicitó.

Las autoridades no pudieron justificar cómo fue posible que hayan aprobado un plan de negocios en la que un costurero, una jubilada y un monotributista se comprometían a invertir más de 11 millones de dólares, generar 500 empleos y comprar tres Airbus A-320, todo en el 2017.

Este es uno de los motivos por el que varios actores de la industria señalan que fue fraudulento el trámite administrativo que emitió la licencia que hoy utiliza JetSmart, por lo que estaría viciado de nulidad e ilegalidad y el permiso para volar no sería válido.

En julio del año pasado la low cost compró a la otra línea aérea en una operación que se podría calificar como poco transparente ya que los términos de la misma nunca fueron hechos públicos. Incluso, en su momento, hasta el Ministerio de Transporte manifestó desconocer la venta.

 “Es una operación entre privados”, expresaron sus voceros. Asimismo, trascendió que los permisos de vuelos de la firma ya estaban vencidos por haber superado el plazo máximo que tiene una línea aérea para comenzar a utilizarlos desde la fecha en que le son otorgados.

Dietrich firmó la resolución número 136/2017 el 15 de marzo de 2017, otorgándole los permisos para volar 21 rutas. Desde esa fecha tenía 180 días como máximo para iniciar las operaciones, plazo que caducó a mediados de septiembre de 2017.

No obstante, en el Boletín Oficial de la República Argentina del 2 de julio pasado se publicó un aviso comercial en referencia a Alas del Sur Líneas Aéreas S.A.

Se comunicó que se habían designado como Directores Titulares a Horacio Gabriel Scapparone, José María Lopez Mañanan y Brian Hanna Franke, en reemplazo de Damián Luis Toscano, Federico Luis Locatelli y Ariel Damián Gonzales y Teresa Beatriz Di Cesare.

Mientras que los nuevos integrantes son todos directores de JetSmart Chile: el argentino Horacio Scapparone (ex Citibank y también histórico del fondo de inversión Newbridge -propiedad de William Franke-) y Brian Hanna Franke (hijo de William Franke). Cabe recordrar que el dueño de la low cost es el norteamericano William Franke quien participó del vaciamiento de Aerolíneas Argentinas y Austral en los ’90 y la dejó al borde la quiebra en 2001.

Días más tarde, se comunicó a través del Boletín Oficial que en la Asamblea Ordinaria y Extraordinaria del 18 de julio se había resuelto modificar la denominación social a JetSmart Airlines S. A., por lo que formalmente Alas del Sur Líneas Aéreas S. A. dejó de existir, pero el trámite presuntamente fraudulento sigue en pie.

Así, con esa razón social, JetSmart se presentó en la audiencia pública del 2018 y el 7 de enero de este año y Dietrich la benefició con la exorbitante cifra de 261 rutas aéreas. A estas irregularidades se sumó la compra de la empresa, debido a que Alas del Sur estaba autorizada a volar desde el Aeroparque o Ezeiza pero no desde el controvertido aeropuerto El Palomar.

Además, las rutas fueron concesionadas con la obligación expresa de que no se podía omitir ni alterar la escala Córdoba ya que se había presentado como una línea aérea con base en esa provincia, y nunca se cumplió.

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