viernes, 13 de marzo de 2015

URRIBARRI DISCRIMINARÍA A ENFERMERA, PARA OCULTAR ANTIGUO VÍNCULO AMOROSO

AGENCIA / SOCIEDAD/ENTRE RÍOS 



 Foto: Celina León. 

PARANÁ (U24 Entre Ríos). No le debe traer buenos recuerdos al gobernador entrerriano, Sergio Urribarri, su paso por la Municipalidad de General Campos, de donde fue destituido por el Concejo Deliberante.



Para colmo, ahora se conoció una historia de aquella época que le traerá más de un problema. Es que según publica ElEntrerios.com, una enfermera del Hospital Felipe Heras, de Concordia, publicó una “carta abierta” dirigida al “gobernador Urribarri”, firmada y con número de documento, en la que denuncia que como derivación de una historia “pasada y olvidada” entre ella y Urribarri, no le autorizan el pase a planta permanente tal como le correspondería.

 La web ElEntrerios.com afirma haber verificado tanto el texto de la misiva como su remitente, una mujer que se llama Celina Felisa León, quien en un diálogo que mantuvo con ese medio manifestó: “Efectivamente soy yo y envié esa carta con pedido de publicación”, respondió.

 Celina contó que ella es oriunda de General Campos, donde asegura haber mantenido una estrecha relación con Urribarri cuando él era intendente de esa localidad. Ella denuncia que por ese motivo (pasado y pisado), sin embargo no se le permite "acceder a lo que establece la Constitución Nacional para todo habitante de este suelo: por ejemplo, un trabajo digno y remunerado acorde a la capacidad".

 Ella también cuestiona con severidad al Jefe de Gabinete de Entre Ríos: "su representante (Hugo) Ballay, además de dilatar cualquier posibilidad de crecimiento y trabajo, sólo sirvió para entorpecer y amedrentarme, por si alguna parte de nuestra historia, pública y sabida, llegara a trascender y afectara su buen nombre y honor que, a juzgar por sus actitudes hace tiempo los perdió".

 En su perfil de Facebook, Celina León denuncia el deterioro del espacio destinado a los enfermos mentales en el Hospital Felipe Heras, a la par que transparenta su militancia política en el peronismo opositor.

 El texto completo de la carta

 Sr. Sergio Daniel Urribarri: 

 Me dirijo a Ud. públicamente para hacerle un pedido muy especial, más no de privilegio. Lo hago por este medio, teniendo en cuenta que Ud. ha cortado todo contacto conmigo; tanto Ud. como el representante para el diálogo que dispuso (Cr. Hugo Ballay) a quien premió con un puesto público de importancia tras conocer la historia oficial. 

 Mi situación es preocupante (no en lo personal), sino en lo laboral, ya que soy postergada y sin posibilidades de ser efectivizada en el puesto que conseguí con mi esfuerzo y capacidad hace más de 9 años. 

Todo porque, aparentemente, según me explicaron, quien debe disponer de mi pase a planta permanente en el hospital donde trabajo en la ciudad de Concordia, en la sala de Psiquiatría, es su señora que, por nuestra historia pasada y olvidada, no me permite acceder a lo que establece la Constitución Nacional para todo habitante de este suelo: por ejemplo, un trabajo digno y remunerado acorde a la capacidad. 

 Cuando hablo de trabajo digno, también, me refiero al mejoramiento de las pésimas condiciones de salubridad en la que nos encontramos quienes estamos en el noble ejercicio de curar o de acompañar al doliente; y ni hablar de los enfermos que, en estas circunstancias (demencias) no votan. 

 También le pido encarecidamente, por lo que hemos vivido juntos durante décadas; por mi contribución a lo que ud. es hoy, le permita a mis hijas y a sus familiares poder acceder a un trabajo como cualquier ciudadano que, además, contribuyen a la grandeza de la Nación. Sea en lo público como en lo privado. 

Aclaro que, su representante Ballay, además de dilatar cualquier posibilidad de crecimiento y trabajo, sólo sirvió para entorpecer y amedrentar/me por si alguna parte de nuestra historia, pública y sabida, llegara a trascender y afectara su buen nombre y honor que, a juzgar por sus actitudes hace tiempo los perdió. 

 No pido ni una beca, ni un subsidio ni una excepción. Pido que mis hijas (a las que consideró parte de su familia) puedan trabajar libremente, sin que nadie les ponga palos en la rueda. 

Y, que yo, vea coronado mi esfuerzo ante personas vulnerables, simplemente con la efectivización en mi puesto y el respeto como mujer, aquel que ud., entre llantos, temió perder cuando tomé la decisión de bifurcar nuestros caminos por la falta de decisión y respeto hacia el género femenino al que, por lo que analizo, consideró solo una cosa. 

Eso también, es faltarle respeto a los derechos humanos, a los derechos de la mujer y a la condición humana en democracia. 

 Sin otro particular, esperando que Ud. o sus colaboradores, sepan interpretar mi requerimiento, sin represalias, lo saludo con la consideración que merece su investidura y por el pasado que vivimos juntos. 

Celina Felisa León 

D.N.I. N° 17.065.513

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