miércoles, 23 de diciembre de 2015

MOYANO QUIERE CORONITA Y POR ESO DEJÓ SOLO A TRIACA

POLÍTICA 
HUGO Y FACUNDO MOYANO


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Cuando la vicepresidenta Gabriela Michetti confirmó que en enero 2016"se va a comenzar con el diálogo político, social y económico con todos los sectores" con el objetivo de evitar aumentos de precios de la canasta básica, confirmó implícitamente que se acababa de frustrar el diálogo entre el Ejecutivo Nacional y las 3 CGT, remedo de sindicalismo reunificado. 


 Michetti, vicepresidente de la Nación a quien algunos imaginan como vocera 'part time', señaló que el esfuerzo del Gobierno apunta a "cuidar a cada una de las familias para que los precios de la canasta básica, los productos que se consumen internamente no se levanten, queden en una situación de no aumento y en algunos casos de baja".

Sin duda es una problemática que pone en riesgo a la estabilidad que se propicia en la economía de Mauricio Macri.

 Michetti ratificó lo que había anticipado el Presidente: "Si hay un sector que aumenta los precios y es imparable, ahí se liberará la importación" aunque "la idea es evitarlo" pero "a todos nos conviene que no haya inflación".

Esta relativización by Michetti de la amenaza de Macri apuntó a quitarle de encima el sayo de imitar a José Alfredo Martínez de Hoz que ya se ensayaba desde la oposición más a la izquierda.

 Michetti informó que "hay medidas para el corto y mediano plazo, para que la inflación llegue a un dígito. (...) Esa va a ser la función de este acuerdo económico social", aunque no aclaró el tiempo en que buscarían alcanzar ese objetivo.

 En cualquier caso, el encuentro con el sindicalismo no se concretará hoy (23/12) y Mauricio Macri regresará de un descanso sugerido por Jaime Durán Barba, en el inicio de enero (él y su familia estarán en Villa La Angostura, Neuquén, en una vivienda cercana a la que acostumbra ocupar la reina de Holanda, Máxima Zorreguieta, y su esposo, Guillermo de Oranje).

 ¿Por qué no hay reunión con el sindicalismo?

Es evidente que Moyano apuesta a:

 1. Seguir siendo el líder en el caso de una CGT única, aunque sus socios temporales también tienen apetencias al respecto: Gerardo Martínez, José Luis Lingeri y Andrés Rodríguez.

 2. Mantenerse como interlocutor único del Presidente, y por lo tanto 'ninguneó' a un ministro que imagina como fusible, en especial cuando él tendría como candidato para Trabajo al vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli.

 3. Presionarlo a Macri porque a Moyano no le alcanza con el nombramiento del médico Luis Scervino, al frente de la Superintendencia de Servicios de Salud, una concesión del Presidente a todo el sindicalismo y no a Moyano en exclusiva.

 4. Moyano cree, además, que cuando más necesite Macri un acuerdo de precios y salarios, más requerirá del sindicalismo de peso, y para ello es mejor dejar andar un poco más el impacto de la devaluación y los ajustes preventivos de precios.

 5. Moyano quiere hacerle sentir al Gobierno el costo de haberle rechazado el bono compensatorio general que habían reclamado para este fin de año, y que para el Ejecutivo Nacional es una cuestión sectorial y no uniforme.

 La pregunta es si la Administración Macri podrá imaginar en el interín nuevas formas de organizar la negociación que permitan licuar el protagonismo que reclama Moyano para sí.

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