NEGOCIOS / TURNER Y FOX PRENDEN VELAS AL RIVER-BOCA
Por RUBÉN CHORNY PERIODISTA. COLUMNISTA DE URGENTE24.
La Superliga Argentina de Fútbol lleva 6 fechas disputadas en dos meses, y una semana antes del Superclásico (a la vez, una después de las elecciones) regresó a las plataformas pagas para que se pueda acceder a los partidos por televisión, tras 2989 días de transmisiones gratuitas.
El balance parcial de las contrataciones de pack de fútbol que hasta el presente cosecharon los cableoperadores da como resultado que, de un total de 8 millones de abonados en todo el país, sólo 650 mil usuarios se avinieron a desembolsar los $300 mensuales para ver por HD codificada los 14 encuentros por fecha del torneo profesional.
Representan tan sólo el 8,12% de los 8 millones de clientes actualmente conectados a las redes rentadas.
El resto d el público futbolero expresa la resistencia siguiendo a sus clubes favoritos por las radios o buscan medios alternativos, como transmisiones no autorizadas por internet.
"En 2018 habrán muchas aplicaciones que permitirán ver contenidos de fútbol. Hoy hay un cuestionamiento fuerte sobre por qué no se diseñan alternativas.
Pero hay una realidad, sólo el 48% del país tiene acceso a una banda ancha aceptable para consumir contenidos por la vía digital. Mientras la televisión paga llega al 90%", enfatizó el titular de Business Bureau (BB) y ex director de AFA en Fútbol para Todos, Horacio Gennari .
Los cableoperadores son los que sostienen aún el negocio de las señales, más allá de las tendencias que impone Netflix y de los formatos online a los que apuestan cada una de ellas. Es el caso de HBO Go abriendo su aplicación para consumir sus contenidos por internet.
Asimismo, Red Intercable dará el fútbol en casi 600 localidades de todo el país, gracias al convenio con Arsat que le permite disponer del 14% de la capacidad de transmisión del satélite Arsat II, pero es tan dispar el universo de cableoperadores pymes incluidos en esa asociación que aún no tienen claro cómo lo van a brindar.
Resistencia al pay per view
De todos modos, la invitación a sus usuarios que vinieron realizando los operadores de TV paga para que contraten el servicio en la modalidad HD no ha prendido en estos dos meses, y ahora las esperanzas se depositan en el superclásico de Boca-River para que se convierta en trampolín de una mayor demanda del servicio, según Gennari.
Estudios realizados en la empresa que preside, dedicada a proveer servicios a cableoperadores y demás actores del mundo de la producción de contenidos y la televisión, no son demasiado optimistas en cuanto a que haya una inmediata adopción masiva de los abonos para ver el fútbol, por más que "el 75% de la población seguidora del fútbol estuvo a favor de terminar con el Fútbol para Todos (FTP) porque entendía que el Estado no podía solventarlo", adujo.
Y finalmente se encomienda a una curva de adopción del servicio lenta pero sostenida a partir de que "el gran público lentamente comprende que para ver fútbol de calidad tienen que haber empresas privadas involucradas".
Sin embargo, el televidente argentino (que en un 85% contrata el servicio de cable) se acostumbró durante 8 años a ver las trasmisiones de manera gratuita en canales abiertos y se muestra reacio en un principio a pagar por el servicio.
Habrá que esperar para saber cómo serán las nuevas costumbres del hincha argentino: si vuelve a copar los bares como en los '90 o se inclina por la radio.
Esta primera respuesta de la audiencia queda muy lejos del 30% del mercado de la TV paga al que deberían arribar las compañías que explotan la televisación del fútbol, casi 2,5 millones de abonados.
Cablevisión y DirecTV no se hacen demasiado cargo de la tan pobre respuesta de la televisación del fútbol argentino y le tiran la pelota a Fox y Turner.
Si bien ambas multinacionales que se adjudicaron los derechos tienen espaldas financieras como para resistir 3 años hasta que se alcance aquel porcentaje de equilibrio, sus áreas de marketing deberán remar contra la corriente ante el avance, en general, de las preferencias de la gente por no atarse a los paquetes cautivos que viajan por el cable, sino que, al contrario, crece la tendencia a seguir programaciones puntuales online por plataformas OTT, como sucede con Netflix o youtube y otras 250 más que se contabilizan en el espacio virtual.
Muchos cambios ocurrieron no sólo en el mercado del video y de la televisión, sino en los hábitos del público, sobre todo de las más recientes generaciones, que rechaza el confortable encierro al que se sienten sometidas por la recepción pasiva de las emisiones que realiza el cable, motivo que demanda la producción de mucho valor desde el punto de vista del contenido para que los clientes quieran pagar por ello.
Y en el caso del fútbol, para colmo, hacía 8 años que no se cobraba por verlo y eso creó la costumbre de no destinar dinero extra a tal fin.
En 2009, cuando era pago, entre el 12% y el 15% del mercado de televisión no dudaba en adherir al abono para ver los partidos, según los datos aportados por diversas fuentes. Con esas cifras, el negocio rendía.
Hasta ese entonces, el mercado de TV por suscripción era de unos 6,5 millones de abonados y con menos de 1 millón de abonos adicionales para ver fútbol la cuestión resultaba redituable para todos.
Inclusive al grupo Clarín los abonos del fútbol le hicieron crecer su caudal de clientes, lo cual al revés no funciona. O sea, son pocos los usuarios de Cablevisión que ahora aceptan pagar aparte por el fútbol.
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