viernes, 2 de marzo de 2018

COCAÍNA: DESDE 2012 LAS VALIJAS ARGENTINAS SE ENVIARON VÍA URUGUAY

POLICIALES / INVESTIGAN EN MOSCÚ 



MOSCÚ (Kommersant). Tal como conoció “Kommersant”, el Servicio Federal de Seguridad (SFS) comprobó que la cocaína que llegó desde la Argentina se suministraba a Rusia desde 2012. De las declaraciones de Alí Abiánov, ex administrador de la embajada rusa en Buenos Aires se deprende que él, a pedido de Andréi Kovalchuk, supuesto organizador de los envíos, varias veces mandó sus valijas, empacadas como si fuera correo diplomático, con ayuda de aviones de la aviación de transporte militar rusa, desde Montevideo a Moscú. 


Por cada valija el administrador, según sus palabras, recibía US$ 1.000. Como surge de las declaraciones que Abiánov testimonió ya en calidad de sospechoso a los investigadores del Departamento de Investigaciones del Ministerio de Asuntos Interiores de Rusia, él trabajó como administrador en la embajada de Rusia en la Argentina desde agosto de 2011.

A mediados de 2012, según sus dichos, recibió en su teléfono de servicio una llamada de Kovalchuk, con quien se reunió al poco tiempo. El señor Kovalchuk se presentó como miembro del servicio de seguridad de la embajada rusa en Alemania (en la propia embajada esto lo niegan categóricamente) y le pidió que lo llevara hasta el aeropuerto de Buenos Aires.

Tras conducir su Hyundai Santa Fe hasta el hotel donde se hospedaba Kovalchuv, el administrador cargó las cosas de su nuevo conocido, entre las que se encontraba “una valija muy pesada, de entre 25 y 30 kilos”.

Cuando llegaron al aeropuerto, el señor Kovalchuk le pidió a Abiánov que enviara su valija más tarde, “cuando estuviera listo el avión”. El señor Kovalchuk aclaró que la valija contenía vinos finos, café y regalos. “Yo no miré su interior”, dijo en el interrogatorio Abiánov, quien supuso que en la valija había 20 ó 25 botellas de vino, “ya que eso coincidía con su peso”.

Tras regresar el equipaje a la embajada, por indicación de su conocido a fines de 2012 lo envío “con un avión de carga ruso” desde el aeropuerto de Montevideo. La historia se repitió en 2014 cuando, de acuerdo con las declaraciones de Abiánov, a pedido de Kovalchuk él dejó en depósito en la embajada otras 2 valijas. Tal como antes, según el remitente, en ella había vino fino, café y galletas.

“Nada hay allí de criminal”, tranquilizó Kovalchuk a su conocido. Sin embargo, le pidió envolver las valijas en un papel especial de empaque, atarlo con una cuerda y colocarle sellos de lacre. “Por lo general así se empaca el correo diplomático que no se somete a revisión”, le dijo Abiánov al investigador y de nuevo envió la carga a Rusia a través de la capital uruguaya.

Esta vez, según sus palabras, las valijas fueron cargadas a bordo de un avión militar de carga. De un modo análogo fueron empacadas en 2015 otras 2 valijas recibidas de Andréi Kovalchuk, las que el administrador guardó varios meses en el garaje de la embajada.

Luego, a ellas se les agregaron otras 10 maletas recibidas, según declaró el sospechoso, del mismo señor Kovalchuk, quien también afirmó que en ellas había café y artículos de piedras semipreciosas. Toda la carga, a pedido de los señores Kovalchuk y Abiánov, fue empacada por un funcionario de la embajada de apellido Drónov, como correo diplomático.

Todas las valijas permanecían en el garaje de la embajada y, en el verano de 2016, poco antes de finalizar su comisión en la Argentina y de su retorno a Rusia, Abiánov las pasó al desván de la escuela.

“No quería que ellas molestaran en el garaje”, aclaró el incriminado en la investigación. Cuando emprendió el regreso, el administrador le comunicó sobre las valijas a su reemplazante Igor Rógov.

Con este último, el señor Kovalchuk intentó acordar un trato pero el nuevo y vigilante administrador, tal como surge de los materiales de la indagación, llevó a cabo una revisión de las valijas en el transcurso de la cual se encontraron los 362 kilos de cocaína.

El propio Abiánov afirma que supo del contenido de las valijas sólo después de su detención a fines del año pasado. “Pensaba que participaba de un contrabando de vino, café y piedras semipreciosa”, señaló ante los investigadores.

El abogado de Abianov le declaró a “Kommersant” que no tenía conocimiento de estos testimonios de su defendido por cuanto él no había participado de la primera indagatoria. Las fuentes de “Kommersant” en la aviación de transporte militar confirmaron que en 2012-2015 realmente se realizaron vuelos a países de América Latina, incluyendo a Uruguay, “pero fueron únicos”.

Las fuentes negaron que en ellos se hubiesen transportado valijas con narcóticos.

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