miércoles, 13 de junio de 2018

EL "FULBO" NUESTRO DE CADA DÍA

OPINIÓN / COPA FIFA 2018 EN RUSIA 

Edson Arantes do Nascimento - Pelé


(U24) - Por RAÚL 'BIGOTE' ACOSTA - Periodista, conductor radial y televisivo, poeta, dramaturgo y ensayista santafecino, afincado en Rosario. 

Los argentinos jugamos a la pelota, al fulbo, sin que nos demos cuenta. Todos los días tiramos centros, cabeceamos y todos los días nos meten un gol. A veces acusamos al referí. 


Yo agradezco al fulbo porque es una de las mejores enseñanzas en favor que las leyes deben cumplirse... no siempre. Já. Todos sabemos cuánto dura el partido y, excepto por un referí bombero, los partidos terminan mas o menos en tiempo.

En el fulbo la pelota que agarrás con la mano en el área es penal. No hay discusión. Se cobra o no, es otra cosa. Vos sabés que es delito.

Las que van al arco y el arquero no las ataja, son goles.

Arrancan el partido 11 contra 11 y la cancha está sucia, mugrienta y mal cuidada par a todos.

Abolimos el hincha visitante del mismo modo que abolimos la oposición. Queremos la camiseta única, la nuestra.

La mitad del negocio ya lo manejan "los barra" que manejan la droga, el apriete, los sicariatos, la prostitución y el dominio territorial. La mitad por ahora, solamente por ahora.

El Presidente actual tuvo su fragua en el fulbo, y cada tanto alguien hace referencia a que allí aprendió todo lo que sabe de trabajos colectivos y conciliar intereses. Boca Juniors es el único punto pasional que verdaderamente ha expresado.

En el fúbol está su código, mas parecido al del hincha ventajero y sobrador que de ecuánime estadista. Es así. Somos así.

Macri nos expresa cabalmente. Argentina es un país bostero, gallinita.... siguen los remoquetes. La compañía chilena del cobre pagó, en 1962, un libro que historiaba los mundiales, entre ellos el de Suecia en 1958. Se lesionó una estrella, entró un pibe. Pelé.

Yo escuché el comentario final de Lalo Pelliciari cuando nos golearon en ése mundial en Suecia. Lalo Pelliciari relataba y comentaba. Es suya la frase: "esto se acaba, señores".

También ésta: "vamo muchacho...la ball".

Yo extrañé a Corbata, Maschio, Angelillo, Sivori y Cruz. Los del 1957. Después abandoné las extrañezas. En ése libro chileno, de la Cooper Co. promocionando el Mundial, el título era éste: "Fútbol, pasión de multitudes".

José María Muñoz era operario telefónico de la Marina y lo robó. Compartí las caras de todos los ilusionados cada 4 años. Me reía cuando Diego Lucero calificaba a Ernestina Herrera de Noble.

Lucero, un seudónimo del uruguayo, compartía los cabarets con el viejo Noble, que de noble, bueno.... Compartíamos "El Hamburgo" con Osvaldo Ardizzone, después Caño 14, cuando Osvaldo le decía: "siempre Garúa polaco, nunca va a llover"...

Un día Bracuto y el viejo Niembro (Paulino) bancaron a César, "el Zito" y de Huracán pasamos a la Selección. Pidió lo imposible y se lo dieron. Solo tuvo que aflojar con el "Beto" Alonso, lo querían los milicos. El contraalmirante Lacoste.

Alonso era bueno, pero de otra cofradía. Chupete Quiroga, un tiro en el palo antes que termine el partido final (lo primero no se, lo segundo sí, puro azar) y fuimos campeones del mundo.

César Luis Menotti, ex miembro del PC, con una formación intelectual superior a la media de ése circuito, fue Champion the World (¿se escribe así?) Jugamos el '82 en mitad de una guerra. Estábamos locos.

Jugamos el '86 con un tipo fuera de serie y varios inteligentes, de colegio secundario y proteínas en la infancia. Maradona hizo de las suyas. Los bien nutridos fueron su espalda neuronal. No le sirvió a Alfonsín. No le sirvió a nadie porque ya el asunto era de camisetas y negociados mundiales que estaban por fuera de la política menuda. Seguí sin creer en nada.

El negocio es una cosa, la pasión de multitudes otra. Cada 4 años, el asunto se descompone por un mes, vendemos televisores, pasajes, participaciones publicitarias, comemos asados y ejercitamos nuestro verdadero oficio de comentaristas full time y DT todoterreno.

Rara cuestión la de los relatores. Muñoz convocó a una Plaza de Mayo porque ese viejo suboficial de Comunicaciones se la creyó. El uruguayo Morales también.

Se creó, en este caso, un líder político por el oficio de relatar trasladado a creeme que no te miento. Siempre mienten. No son sus emociones. Relatar es estar fuera y, sin embargo, siempre han creído que es estar dentro.

Habría que estudiar el complejo del relator que en rigor sueña que hace el amor y apenas si eyacula en la soledad de la cabina. No es la multitud. No es la pasión.

El gordo Muñoz tenía un criadero de pollos en Lima, a 94 km. de Baires. Poca plata. Otros valores. Victor Hugo, no. Tiene un derpa en NY. El pollo Vignolo vaya uno a saber cómo termina.

Vivo en Rosagaario y hay muchos rosarigasinos en el equipo. Demasiados según los porteños. Doy mis dos opiniones definitivas.

Sampaoli un día se subió a un árbol en Casilda y terminó dirigiendo a la selección Argentina. Esto es textual. Sampaoli nunca armo un seleccionado de fútbol sino un negocio polirubros. Conclusión: Los arqueros y Messi. Los arqueros no juegan, atajan. Y Messi de capo es algo asombroso. Queremos verlo.

El resto es sacar y reponer de la estantería. Estamos en paz. Argentina es un polirubro que nunca llegará a supermarket. Ojalá facture bien (Argentina). El fútbol es nuestra metáfora. Este año la devaluación será altísima y la inflación también. Ta.Ta.Ta. Peligro de Gol....

Post Data: ¿cuánto vale un referí en el Mundial?

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