viernes, 30 de diciembre de 2011

NOTA DE OPINIÓN


AÑO NUEVO
Un brindis por Cristina, para que ella descubra a su enemigo real
 Llega uno de esos momentos, junto con el cumpleaños, en que se alzan las copas para alimentar deseos de conservar aquello que tenemos y aquello que aspiramos lograr. Lo que nos falta en la mayoría de los casos se lo asocia a lo individual dejando de lo lado lo colectivo que tanto condiciona lo personal. La importancia de mirar más allá nos permitiría hacer un brindis por la presidente para que descubra a su real enemigo.   
por JORGE HÉCTOR SANTOS
en Twitter: @santosjorgeh

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). Justo cuando se acerca fin de año, a las noticias de la maratónica cantidad de leyes aprobadas por la escribanía del Ejecutivo, donde el gobierno nacional puede llegar a destruir el papel para diarios como lo hace con la puta publicitaria oficial, donde los enfrentamientos con los nuevos o antiguos enemigos de turno a ser destruidos recrudece, cuando la libertad de expresión e información está en riesgo, donde la presidente será intervenida quirúrgicamente mientras ha comprado 2 departamentos en más de US$ 2 millones; Santa Cruz muestra, una vez más, cómo fue, es y explota como consecuencia lógica de la forma de ejercer el poder de los K.

El matrimonio Kirchner no inventó nada al acceder a la Presidencia del Nación desde mayo de 2003, fueron un calco amplificado de lo que ambos hicieron y continuaron haciendo en Santa Cruz durante largos años, convirtiendo aquella provincia y después la Nación en lugares donde usando el Estado a su antojo se llevaron la institucionalidad por delante.

El país de los Kirchner es ese donde todo vale; donde la ley puede ser letra viva, muerta o acomodada de acuerdo a sus necesidades.

Esa esta forma K de entender el Estado como parte de su patrimonio se evidencia tanto que  basta recordar que ya el 06/10/2010 el ‘Bild’, el diario alemán más leído en aquél país señalaba en un artículo titulado "La nueva Evita", definía a la presidente como la mujer que maneja "la empresa familiar más grande del mundo: ¡Argentina!".

Tanto Néstor (él) en vida, como Cristina (ella), para llevar adelante sus malas formas de entender la democracia para convertirla en autoritarismo necesitan articular ‘la obsecuencia debida’, lo que conlleva el ‘temor debido por pensar diferente’. Todo lo que “ella” decida es una orden, por eso los ministros, secretarios, diputados, senadores funcionan como lacayos de sus designios.

No resulta extraño que para que alcanzar esos fines los Kirchner hayan puesto en circulación de manera perversa la tergiversación de la realidad, fragmentando, enfrentando al pueblo, evitando cualquier diálogo o acuerdo político que permita establecer visiones realistas de la situación nacional; y hayan hecho de la mentira un arma para impedir salten números únicos de las circunstancias que más preocupan y castigan al pueblo.

Tampoco dentro de esta forma de ser puede resultar alejado a sus prácticas la presión sobre los jueces; la subordinación del Poder legislativo, la destrucción de las fuerzas armadas y de seguridad; la apropiación de las reservas del Banco Central y de la Anses para financiar el preocupante gasto público; el monopolio informativo estatal y en manos de operadores kirchneristas financiados con dineros públicos; los graves hechos de corrupción pasados y los presentes que bombardean a funcionarios y aliados; la inflación; la inseguridad; la inmensa masa de la “generación nini (ni trabajan ni estudian)” fuente inagotable de acumulación de votos; la pobreza e indigencia disfrazada; la desconfianza de propios y extranjeros para invertir; la temida quita de los subsidios a los servicios públicos que significarán un impiadoso incremento del índice general de precios; la diferencia de más de 30 veces entre los más que más ganan y los que menos perciben.

Con esta acumulación de algunos ítems, no todos, quién puede negar que la Argentina -más allá de la mejoría frente a la crisis de 2001- vive en crisis; una crisis del todo contra todos que se ha alimentado de la forma más artera.

Se sabe que en el país de Cristina, todo vale.

Si todo vale porque no hacer un brindis por Cristina para que descubra a su real enemigo; su propia impronta y pretenda enfrentarla con el mismo tesón que tiene.

Un brindis por esta esperanza, una dudosa esperanza, pero esperanza al fin, como tantas otras, que no estaría de más para recibir 2012.  

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