domingo, 18 de enero de 2015

PINTA NEGRO PARA ANGELICI ESTE BOCA

AGENCIA / FÚTBOL 



 Racing Club derrotaba a Boca Juniors por 3 a 1 y llegaron los golpes del perdedor, que provocaron expulsiones. FOTO NA: FMP-DP 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Racing Club mostró el buen juego que lo llevó a la cima del más reciente torneo argentino. Mientras que al conjunto de Rodolfo Arruabarrena, hecho a las patadas -en esta ocasión fue literal-, todo se le complicó en el estadio José María Minella. El equipo de Avellaneda se repuso del golpe inicial y en un tramo de furia en el 1er. tiempo noqueó a un rival.



La goleada 4 a 1 llegó por decantación, en el partido inicial de la Copa Ciudad de Mar del Plata de la que también participa Vélez Sarfield. En los minutos iniciales las dudas e imprecisiones de Racing en la salida fueron una constante. Luego, Racing aprovechó y provocó innumerables fallas de Boca.

Pasó de la rápida desventaja 0-1 a quedar 3-1 arriba y con 2 jugadores más antes de la media hora de juego, a causa de su aceitado juego del medio hacia adelante y de los horrores de los jugadores boquenses, que no soportaron la humillación.

 Boca empezó ganando desde el arranque. Antes del minuto, Fernando Gago sorprendió con su aparición en el área para la disputa en una jugada proveniente de lateral, los centrales de Racing no se decidieron a despejar y, Jonathan Calleri encontró la pelota y no falló.

 El equipo de Rodolfo Arruebarrena recuperó varias veces en campo contrario, con los volantes del rival de espaldas. Una vez más llegó a posición clara, tras una pérdida de Luciano Lollo, pero Andrés Chávez no le dio potencia.

 Si la defensa de Racing falló en el manejo del balón, la de Boca lo hizo -y de forma más grosera- en la coordinación para la marca. Sobre todo, por la falta de reacción y lentitud de los centrales, defecto que supo aprovechar Gustavo Bou, quien perdió ante el buen achique del arquero Orión -gran habilitación de Gastón Díaz-, pero el siguiente mano a mano, sobre los 17', puso la pelota contra el palo. 1 a 1.

 Racing creció y Boca fue quedando al desnudo. Los mediocampistas corrieron atrás de la pelota y los de atrás hicieron agua. A los 24' Centurión le ganó en el cuerpo a cuerpo a Marín y tocó hacia la derecha para Bou, quien habilitó al centro para que Milito empuje a la red. 2 a 1.

 Racing empezó a mover el balón de un lado a otro, con algún que otro 'chiche' de Centurión, por entonces incontenible. Boca se derrumbó. Y sólo atinó a golpear. A los 24', el árbitro Patricio Loustau expulsó correctamente a Erbes por un manotazo sobre la cara de Centurión, quien 4 minutos más tarde debió salir de la cancha lesionado por una patada descalificadora de Leandro Marín, quien también vio la roja.

 El partido pasó de las emociones y desbordes a la llanura de un choque amistoso. Porque Racing, sin su figura y con 2 jugadores más que su rival, aminoró la marcha. Boca por momentos tuvo más la pelota, pero sin un convencimiento claro de qué hacer con ella.

 Casi sin buscarlo, Racing llegó al 3er. gol antes del entretiempo. Fue tras un centro bajo de Ivan Pillud y una respuesta imperfecta de Orion que permitió que Bou, dentro del área chica y sin oposición, vuelva a convertir.

 El 2do. tiempo estuvo de más. Racing reguló, no se desgastó más de la cuenta y tocó mayormente por el medio, sin profundizar. Si con 11 a Boca le cuesta muchísimo generar juego, ni que hablar con 9 futbolistas.

Hizo su presentación Pablo Pérez, quien ingresó para equilibrar un poco más el desbalanceado equipo. Sobre los 71' Gustavo Bou selló su gran noche personal con un 3er. tanto.

El 4 a 1 final dejó en evidencia el gran momento del campeón y el triste presente de los de Arruabarrena.

 La patada 

 Un tema que no se podía evitar tras el amistoso fue la patada de Leandro Marín a Ricardo Centurión. El DT Diego Cocca dijo: "Los jugadores de Boca estaban nerviosos pero no se justifica. Uno puede estar falto de distancia por la pretemporada pero la patada no fue por eso. Marín vino a pedir perdón, fue un golpe. Esperemos que quede ahí".

 Diego Milito, capitán, se mostró apenado con la actitud de Marín: “La patada fue terrible. Es difícil de calificar una reacción así entre colegas”. Apenas sucedió el hecho, Milito le pidió a sus compañeros que dejaran de pisar la pelota. “Había que estar tranquilos. No cargamos a nadie en ningún momento, no somos un equipo de esas características. Fue una pena por el juego y por los jugadores que siguieron en cancha”.

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