miércoles, 21 de enero de 2015

UNA MAESTRA PRESENTA VESTIGIOS DE INSDECTICIDA EN LA SANGRE

SOCIEDAD / FUMIGACIONES EN ESCUELAS RURALES 



 PARANÁ (U24 Entre Ríos). Un estudio bioquímico realizado por el Instituto de Análisis Fares Taie, que funciona en la ciudad de Mar del Plata, confirmó que la docente de Gualeguaychú, Estela Lemes, posee en la sangre 'clorpirifos etil', un insecticida que se utiliza para controlar las plagas.



Estela Lemes fue la primera docente rural entrerriana en presentar una denuncia penal por las fumigaciones sin control que vienen afectando a la escuela Nº 66 Bartolito Mitre, ubicada en la costa Uruguay sur, en el Departamento Gualeguaychú.

Ocurrió en 2012, pero ya había vivido una experiencia similar dos años antes. En esa oportunidad puso en conocimiento de la situación a Medio Ambiente municipal, quienes labraron un acta porque una avioneta estaba fumigando el campo y pasaba por arriba de la escuela rociando con productos químicos.

Todavía está esperando una respu esta de las autoridades. Un operativo de similares características se produjo en setiembre de 2012, pero esa vez la fumigación se realizó a través de un mosquito (denominación que se les da a las máquinas fumigadoras).

“Llamé a Medio Ambiente y me dijeron que no podían hacer nada, porque estábamos fuera del ejido. Hice lo mismo con la policía rural, quienes llegaron y se contactaron con el señor que estaba fumigando”, recordó la directora del establecimiento.

Todo ocurría cuando los alumnos estaban en el recreo y la maestra cortaba el pasto junto a sus hijos y un grupo de padres en los preparativos del Día de la Primavera. Al día siguiente la docente concurrió al Juzgado de Gualeguaychú para radicar la denuncia penal, sin que la investigación haya tenido avances concretos.

Como en otros casos de fumigación en escuelas rurales se repiten los mismos síntomas en las personas afectadas: erupciones en la piel, y problemas respiratorios.

“Mis hijos tuvieron los mismos problemas y nunca se me ocurrió pensar que era por eso. Después con el tiempo supe lo dañino que era. Incluso nosotros veíamos alrededor de la escuela la plantación de soja, tan verde, tan linda”, analizó Lemes.

Tiempo después se conoció extraoficialmente que el aplicador oriundo de Larroque recibió una multa de $50.000. El médico clínico Roberto Lescano forma parte del movimiento Paren de Fumigar las Escuelas, en coordinación con la Asamblea Ciudadana Ambiental y otras entidades que defienden el medio ambiente en Entre Ríos.

El especialista también participó de la audiencia en Diputados, donde expuso junto a Estela Lemes y otros militantes que defienden la causa para preservar la salud de las personas y en especial de los alumnos de las escuelas.

 El profesional que se dedica a concientizar sobre esta problemática en instituciones educativas y donde se lo convoque, explicó qué consecuencias puede tener para la salud de la maestra la sustancia detectada.

“Es un órgano fosforado de clase 2”, pero enseguida lo explicó de una forma más sencilla. “Tiene veneno depositado en la grasas perirrenal, que queda fijado, no se va más”, detalló.

Según Lescano, otro de los trastornos -que varía según la edad- está vinculado con dificultades en los miembros inferiores. “Se produce una polineuropatía retardada de los miembros inferiores, que ataca a las piernas”, agregó.

La persona víctima de fumigaciones generalmente presenta dolores, trastornos, alteraciones motoras, pero depende de cada organismo, alertó el doctor que reside en Basavilbaso.

Sobre las características del clorpirifos etil dijo que “se lo usa mucho porque mata la mayoría de los insectos”.

Para explicar cómo actúa puso como ejemplo el caso de mujeres embarazadas.“Los chicos nacen con bajo peso y un retardo madurativo importante, que va de una menor a mayor intensidad”.

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