viernes, 28 de agosto de 2015

CENTRAL ESTÁ ENTRE LOS OCHO MEJORES DE LA COPA TRAS VENCER EN LOS PENALES

FÚTBOL / COPA ARGENTINA 


MARIANO BEREZNICKI / OVACIÓN 

 Superó a Ferro por 5 a 3 en la definición desde los doce pasos, tras empatar 0 a 0. El arquero García contuvo el primer remate. El próximo rival será Estudiantes o Quilmes. 



Adrenalina y emoción. Sensaciones que se vivieron luego del amarrete empate sin goles en los 90’. La definición en los penales para ver cuál pasaba a los cuartos de final de la Copa Argentina fue un pasaje a la incertidumbre y ansiedad que se robaron toda la atención en cancha de Huracán.

Y ahí sacó a relucir su jerarquía Central para enterrarle la ilusión al aguerrido Ferro, que casi termina amargándole la noche al Canalla, que finalmente sacó pasaje a la siguiente fase fruto del 5-3.

Sin dudas, los de Arroyito no ofrecieron la mejor versión pero lograron el objetivo y siguen mirando el futuro de esta copa con esperanza.   

Central juega como vive. A las corridas. Por momentos se pasa de revoluciones. Exige el motor a la máxima potencia sin medir posibles daños colaterales. Se pasa de intenso e inyecta demasiado vértigo en algunas ocasiones sin necesidad. Como anoche.

Ferro jugó a aguantar, a especular. Le terminó yendo mal, obvio, pero recién por los penales. No obstante, le dio mucho trabajo al Canalla para dejarlo afuera.   En cuanto a lo que deparó el partido en sí hay que reflejar que a los 11’ los auriazules hicieron sacudir la modorra. Un cabezazo de Donatti pegó con toda su furia en el travesaño tras desviarse en Limousin.

Aunque la acción no quedó ahí. El Enano Niell pescó el rebote y le metió un frentazo con dirección a la red, pero el arquero metió un par de manotazos y pudo desactivar el objetivo del punta y mandó la bocha al córner.   

Por momentos Central mostraba con chispazos que si aceleraba un poquito podía prender fuego a la última línea verdolaga. Sobre todo cuando Cervi, Delgado y Ruben se asociaban. Otro que estuvo intratable por su carril fue Villagra, quien incluso fue protagonista de un penal que el árbitro obvió (ver página 4).   

Pero a medida que iban pasando los minutos entró en un torbellino de confusión sin detener su veloz marcha. Si bien es cierto que tuvo una chance clara que casi termina dándole una inmensa alegría a esas seis mil almas que le hacían el aguante desde las tribunas, lo cierto es que el gol anulado a Niell a los 23’ fue uno de los pocos aciertos que mostró el juez Castro.

Luego Central no generó más peligro El descanso no le vino bien al Canalla. Se ve que el Chacho arengó pero no ajustó clavijas como aquella tarde de marzo en Bahía Blanca, cuando tras un magro primer acto luego fue una tromba.

El equipo no salió con esa determinación y claridad que ameritaba para marcar la supuesta diferencia entre ambos: de categoría y jerarquía individual.   Y chocó una y otra vez contra el muro de volantes que levantó el elenco de Caballito, que milita en el ascenso y apostó su destino a los penales. Desde los doce pasos la historia fue favorable a los auriazules.

Ahora vienen los cuartos de final y el sueño canalla sigue vivo. Al Melli le dieron la chance y fue clave en el triunfo Vaya si Manuel García sacó provecho de la chance que Eduardo Coudet le dio en el partido de anoche frente a Ferro. Con poco trabajo durante los 90 minutos pero determinante en la definición por penales. Es cierto, los que patearon y convirtieron también tienen su mérito, pero es la figura del arquero la que suele cobrar una mayor relevancia cuando los partidos se definen desde los 12 pasos.

El Melli fue con su oportunidad bajo el brazo y volvió del Ducó con un aprobado gigante. Su ingreso en el equipo tomó por sorpresa a varios, más allá de que el propio arquero declaró que sabía desde antes del partido frente a Belgrano que iba a atajar en la Copa Argentina. Si pocos imaginaban su presencia era porque en el último duelo copero, frente a River, el arco también fue de Mauricio Caranta.

Pero esta vez fue distinto. Coudet apostó por quien en el último libro de pases intentó dejar el club para poder jugar, algo que en Central hace a cuentagotas. Sólo un remate de Salmerón lo puso en cierto aprieto en los 90 minutos. En los penales fue distinto. Voló contra el palo izquierdo en el primer disparo, justo el del Pupi, el jugador estrella de Ferro.

 Y en el segundo también lo tapó, pero el remate de Bazán teminó yendo hacia el arco y el asistente marcó que la pelota entró (la TV nunca lo mostró con demasiada claridad). Igual, esa jugada terminó siendo anecdótica. Gracias a su atajada en el penal, el triunfo fue posible. Central avanza a paso redoblado en la Copa Argentina.

Es uno de los firmes objetivos que se trazó a corto plazo. También lo es el campeonato local, pero ahí ya entró en un terreno que, parece, es propiedad exclusiva de Boca y San Lorenzo. Sin embargo, el Canalla no baja los brazos. Pero el Chacho Coudet deberá aceitar el engranaje cuando vuelva a presentarse por este torneo. Anoche su equipo fue una sombra de lo que venía mostrando.   

Central sigue con vida en la copa y es lo que cuenta y vale en estos momentos. La misma copa que lo tuvo como finalista en la última edición. La historia indica que se ganó un lugar entre los ocho mejores del show. Será de ahora en más saber aprovechar el momento cuando vuelva a actuar para ver si puede alcanzar nuevamente el último partido que ofrece este certamen federal.

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