martes, 25 de agosto de 2015

DILMA REDUCE EL ESTADO, RENUNCIA EL VICE Y LA CRISIS NO CEDE

AGENCIA / LATINOAMÉRICA 


 CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, anunció este lunes que reducirá tanto el número de ministerios del Gobierno, de los 39 actuales a 29, como los cargos de confianza, unos 22.000 en todo el país. 



El Ejecutivo también confirmó que intensificará el programa de reducción de gastos administrativos (transporte, agua, energía eléctrica, etcétera) y la venta de algunas propiedades del Estado.

 Con este mensaje de austeridad, la mandataria busca atenuar las críticas a su gestión y la creciente preocupación por la crisis económica que castiga al país. Una protesta en la que participaron aproximadamente 800.000 personas en varias ciudades exigió la destitución de la presidenta el domingo 16 de agosto y, la semana pasada, el banco central reconoció que el final de la recesión se aleja cada vez más.

 La recuperación no llegará en 2016, como esperaban los analistas, sino un año más tarde, según las previsiones de la autoridad monetaria. Mientras, los empresarios se resisten a invertir, la actividad económica se contrajo un 1,89% en el segundo trimestre del año, el peor resultado desde 2009, y el desempleo alcanza el 7,5%.

 Cuando el expresidente Fernando Henrique Cardoso (Partido de la Social Democracia Brasileña, PSDB) acabó su segundo mandato, en 2002, Brasil tenía 24 carteras.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva creó 15 nuevos ministerios en poco más de una década. Hasta ahora, Rousseff había defendido que todos los ministerios eran necesarios, pero la reducción era una antigua exigencia de la mayoría de los ciudadanos brasileños y también de la oposición y del presidente de Senado, Renan Calheiros, el nuevo aliado político de Rousseff.

El anterior era el líder de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, que rompió relaciones con el Gobierno en julio tras verse implicado en el escándalo de corrupción de Petrobras y acusar al equipo de Rousseff de intentar perjudicarlo políticamente.

 Si la reforma administrativa logra la aprobación, la presidenta tendrá por delante una tarea difícil, la de acomodar las exigencias de los nueve partidos que forman la base aliada del Gobierno. Entre los ministerios que tienen más posibilidades de sufrir recortes están tres (Puertos, Aviación Civil y Pesca) bajo el mando del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). La formación, a la que pertenece el vicepresidente Michel Temer, controla también la cartera de Turismo, la de Agricultura y la de Minas y Energía.

 SALIDA DE TEMER 

 Componiendo la situación de desastre, este lunes se confirmaron las versiones de salida de vicepresidente Michel Temer del rol de articulador político del gobierno de Dilma Rousseff. Temer se había comprometido a buscar acuerdos para que la dividida coalición oficialista en el Congreso aprobara el ajuste económico que impulsa el Ejecutivo, en medio de una fuerte caída de los ingresos estatales.

Una vez aprobado el ajuste, el vice –que pertenece al Partido del Movimiento Democrático Brasileño, PMDB- y su partido, buscarán una figuración política propia y tras ser socios de la coalición junto al PT de Lula da Silva y Dilma desde 1990.

 Fuentes oficiales y del PMDB informaron a los medios que la salida de Temer del rol de articulador (quien busca acuerdos entre el Ejecutivo y los partidos con representación en el Legislativo) no implica un rompimiento con el gobierno de Dilma. Sin embargo, las relaciones entre ambos se resintieron a principios de agosto, cuando Temer dijo que Brasil necesitaba a “alguien” que pudiera “unir al país”.

En la presidencia y el PT se interpretaron las palabras del vice como un aliento al impeachment de Dilma, cuya popularidad no llega al 10 por ciento según las últimas encuestas. El ministro de Aviación Civil, Eliseo Padilha, también del PMDB, asumirá el rol que venía cumpliendo Temer hasta fin de mes cuando ese partido empezará a operar con miras a una candidatura presidencial propia. 

Temer se había quejado, ante cercanos, de las dificultades para cumplir los compromisos para desembolsos o nombramiento que asumía con parlamentarios, que le eran negados por los ministros de Hacienda, Joaquim Levy, y de la Casa Civil, Aloizio Mercadante, respectivamente.

 Y LA CRISIS NO AFLOJA

 Sumándose al panorama, la crisis económica sigue mostrando su peor cara. La compañía automovilística alemana Daimler quiere recortar 1.500 empleos en su fábrica brasileña cerca de Sao Paulo tras la caída de las ventas de camiones en Brasil.

 Un portavoz de Daimler, que negocia desde hace meses con los representantes de los trabajadores, dijo hoy que la empresa tiene que encontrar "una solución a corto plazo para 1.500 empleados". Las ventas en el mercado de camiones brasileño cayeron en el primer semestre un 44 % y las de la división de camiones de Daimler lo hicieron en la misma dimensión.

"No se prevé una recuperación rápida del mercado", añadió el portavoz de Daimler. El fabricante de camiones alemán MAN, filial de Volkswagen, perdió en el primer semestre 46 millones de euros, frente al beneficio de 92 millones de euros un año antes, por los problemas en Brasil.

 La entrada de pedidos de MAN en Latinoamérica se redujo en el primer semestre en un 50 %, hasta 593 millones de euros, por las dificultades que atraviesa la economía brasileña.

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