por ÁLVARO GONZÁLEZ
(Urg.24) - Esta sociedad hace un año ha puesto fin con su voto a un sistema de gobierno que terminó por destruir la economía, abultar la pobreza, alejar las inversiones, destruir las estadísticas y aislarnos del mundo.
Fueron 12 años que, con matices, terminaron relegando a los argentinos. Una noche oscura que buscaron maquillar con tasas de crecimiento que no tuvieron en cuenta a los más necesitados, a los que habían quedado fuera del sistema tras la crisis del 2001.
Esa administración del Estado dejó en evidencia una realidad que algunos denominaron “década ganada” pero que yo preferiría rebautizar, haciendo honor a la verdad, como la “década del latrocinio”.
Esa Argentina a la deriva es la que estamos esforzándonos por reconducir. Nos dejaron una economía estancada, fuera del mundo y con una inflación acumulada del 848% en los doce años que gobernaron.
Niveles de pobreza del 32% y de indigencia del 6% y 1 de cada 5 jóvenes en la argentina que no trabaja ni estudia. Nos dejaron una enorme deuda social. Pretendieron saldar la deuda con el FMI y endeudaron a los más pobres hasta el límite de que el 32 por ciento de la población actual no alcance los niveles mínimos para sobrevivir.
Fuimos víctimas de un gobierno que se creyó dueño del Estado y dejó en la puerta de la Casa Rosada el poder que el pueblo le había delegado: administrar los bienes de todos y sacar el país adelante.
Pero esa deuda social la empezamos a revertir, este año iniciamos la Reparación Histórica a nuestros jubilados, reconociendo a nuestros abuelos lo que es de ellos. Empezamos las obras para disminuir las inundaciones.
En rutas, empezamos la pavimentación de 6.500km y la construcción 1.000 km de Autopistas en todo el país. En diciembre llegaremos a los 1.200 km y para 2019 llegaremos a los 2.800km, la misma cantidad de autopistas que se construyeron en los últimos 60 años.
En materia ferroviaria, empezamos la renovación del Belgrano Cargas que va a disminuir los costos de transporte de las economías regionales más alejadas de los puertos, e iniciamos el Soterramiento del tren Sarmiento una obra postergada por la anterior gestión.
Quiero destacar que esto es solo el inicio, para el año que viene vamos a seguir avanzando con la universalización de la educación desde los 3 con la construcción de 3.000 jardines para el año 2019 y vamos a profundizar la Asignación Universal por Hijo (AUH) extendiéndola a un 1 millón de niños que aún no la perciben.
Vamos a incrementar las Pensiones No Contributivas en un 37%, para que los más desprotegidos puedan estar mejor.
Además, ampliar las redes de agua potable y gas a 1, 7 millones de hogares en los próximos 3 años, entre otras obras.
Los argentinos hemos dicho cambiemos y estamos dando pasos firmes en ese sentido. Como dirigentes debemos trabajar para recuperar ese sentimiento que nos han robado, que es la esperanza, la esperanza de poder tener un país mejor, más justo y transparente, donde el esfuerzo de cada uno se traduzca en poder vivir mejor, donde un pibe que nace en la ciudad de Buenos Aires, en Ushuaia o en la puna salteña tenga las mismas oportunidades de ser feliz, donde cada uno pueda ser lo que soñó.
Mis sueños estarán cumplidos cuando la inclusión social se produzca fundamentalmente por la inversión, la formación y la creación de puestos de trabajo genuinos.
Mientras tanto seguirán funcionando los instrumentos que ayuden a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Tengo la certeza de que con este presupuesto estamos avanzando en ese sentido y que nuestro horizonte de trabajo es "la pobreza cero", esa meta que nos pone cada día de pie hacía ese rumbo.
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