lunes, 1 de mayo de 2017

NADAL, EL ETERNO GLADIADOR, SIGUE ROMPIENDO RÉCORDS

TENIS / HISTÓRICO 



Por GUSTAVO LENTI / TÉLAM 

Qué escribir que no se haya dicho de Rafael Nadal, uno de los mejores tenistas de la historia y el rey absoluto del polvo de ladrillo, la superficie naranja en la que juega como pocos lo hicieron en la historia, entre ellos nuestro Guillermo Vilas. 


 ¿Cuántas veces el periodismo y la gente retiró a Rafael Nadal? ¿Cuántas veces se dijo que las lesiones y su desgastado físico no le iban a permitir volver a su mejor nivel? Pero para el bien del tenis, Rafa está de vuelta. ¡Y en su mejor nivel!

Cuando nadie lo creía posible el manacorí avisó en enero, en el abierto de Australia, que había regresado, al alcanzar la final, en la que perdió contra otra leyenda del tenis, Roger Federer.

 En el abierto de Acapulco, en febrero, el estadounidense Sam Querrey lo sorprendió en el encuentro decisivo y en el Masters 1000 de Miami, en marzo, fue nuevamente Federer el que lo dejó sin el título de campeón al derrotarlo en el partido definitivo.

De esta manera, Nadal llegó a la temporada europea de polvo de ladrillo sediento de un título y que mejor que conseguirlo en el Masters 1000 de Montecarlo, donde se convirtió en el primer tenista en sumar diez coronas en el mismo torneo.

 Rafa había ganado el primero en el Principado a los 18 años, en 2005, y levantó el décimo a los 30. Tremendo.

Ese trofeo le permitió también superar al argentino Guillermo Vilas como el jugador con más títulos en la historia sobre polvo de ladrillo al llegar a los 50, uno más que el argentino.

 Y ahora, Nadal ya tiene 51 porque este domingo se coronó en Barcelona, donde también sumó su décima corona. Allí, al igual que en Montecarlo, también había triunfado por primera vez a los 18 años.

En ese certamen cayó en una sola final, la de 2013 frente al serbio Novak Djokovic. En cambio, en el Conde de Godó no perdió jamás el encuentro decisivo. Con su golpe de derecha caliente como en sus mejores épocas y ese deseo de ganar siempre que contagia hasta su más acérrimo crítico, Nadal va por su próximo 10, nada menos que en Roland Garros, el segundo Grand Slam de la temporada.

En ese gran 2005, Rafa obtuvo su primer título en París y ahora va por su décimo. Al igual que en Barcelona siempre que llegó a la final, la ganó. Gladiador de mil batallas, Rafa es el rey indiscutido del polvo de ladrillo y quizás nunca más haya nadie como él.

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