martes, 27 de septiembre de 2011

INFORME ESPECIAL


Argentina: el país de la discriminación ridícula

Un estudio efectuado por el Instituto Gino Germani de la UBA, revela que el 52% de la sociedad cree que los judíos argentinos tienen mayor lealtad hacia Israel que hacia su propio país, dejando en claro el alto grado de antisemitismo que reina en la Argentina hoy día. Números de una realidad preocupante y que se debe mirar con suma atención por las autoridades

El diccionario de la Real Academia Española define el discriminar al “trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos”. Lamentablemente, la sociedad argentina se encuentra enferma de discriminación, relegando a buena parte de la sociedad a tratos denigrantes por el sólo hecho de ser diferente al otro, mostrando cuan grande es el estado de descomposición social que se posee.

Es habitual ver como en la vida diaria se deja de lado a aquel que piensa diferente en un aspecto político, porque físicamente es distinto o simplemente tiene un color de pelo, entre otros temas, marcando el alto grado de discriminación y de intolerancia que reina en el país para el desemejante.

Pero hay otro grado de discriminación más complicado y difícil de entender que subsista todavía en pleno siglo XIX, como es aquella de señalar al otro por tener una raza o cultura distinta. Según datos brindados por un estudio realizado por el Instituto Gino Germani de la UBA a 1.500 personas a lo largo y ancho del país, se determinó que el 52 por ciento de los entrevistados dijo creer que los judíos argentinos tienen mayor lealtad hacia Israel que hacia su propio país, mostrando cuán fuerte sigue siendo el grado de antisemitismo reinante en la Argentina.

Antisemita es aquel que es enemigo de la raza hebrea, de su cultura o de su influencia, y si bien la mayor parte de los argentinos no lo son, que todavía haya gente que piense de esta manera es, además de dificultoso de comprender, sumamente alarmante para una sociedad que se dice avanzada como la nuestra.

Pero el grado antisemita de muchos de los argentinos no se quedó sólo en la respuesta dada con anterioridad, sino que siguió en otras que sirven aún más para prender la luz de alarma en cuanto a la educación que se recibe, ya que el 40% de los consultados por el Instituto Gino Germani no viviría en un barrio de mayoría judía.

A esto hay que sumarle que el 49% de los entrevistados considera que “los judíos hablan demasiado de lo que les sucedió en el Holocausto”, muy contradictorio si se tiene en cuenta que en la Argentina el 24 de marzo es feriado nacional para recordar a las víctimas de la última dictadura militar, y se ha puesto mucho empeño en llevar adelante una campaña en contra del olvido y para recordar el pasado para que nunca más se vuelva a repetir.

En otro tramo del estudio se puede advertir que para el 82 por ciento de los consultados, el principal interés de los judíos “es hacer negocios y ganar dinero”, mientras que el 68% aseguró creer que “los judíos tienen mucho poder en el mundo de los negocios”.

Si bien este alto grado de antisemitismo que se puede advertir en buena parte de la sociedad no se lleva a la práctica con acciones concretas como en otras épocas, donde eran habituales los ataques a las sinagogas o lugares de reunión de la comunidad judía, en caso de no tomarse cartas en el asunto por parte del Estado a través de la educación, va a ser un tema muy difícil de romper hacia el interior de la sociedad en el futuro cercano.

Una situación que aumenta en forma alarmante en nuestro país, y que debe superarse a base de una buena educación, que haga hincapié en la lucha a rajatabla contra la discriminación y la segregación, ya que en caso de que esto no se haga, la decadencia moral de la Argentina continuará en franca caída y la posibilidad de crecimiento serán nulas de cara al corto y mediano plazo. CNA

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