lunes, 13 de febrero de 2012

EL BONAERENSE


NO A JUAN GABRIEL MARIOTTO

Intendentes de la 3ra. + Scioli esperan por Massa, en la misma trinchera

Rubén Darío Giustozzi, Fernando Gray y Martín Insaurralde ambicionan integrar la fórmula con la que el intendente de Tigre pretende suceder al gobernador, cargo al que también aspira el actual vicegobernador Gabriel Mariotto, urgido en cobrarse como víctima al jefe comunal de Almirante Brown, quien ya lanzó candidatura, como mensaje a Florencio Randazzo, su principal auspicio en el Ejecutivo nacional donde se sospecha de las limitaciones que el ministro del Interior expresaría para defender “el modelo.” 


 
AGENCIA/LOMAS DE ZAMORA, Buenos Aires (Especial para Urgente24). Daniel Scioli podría darse por satisfecho si acepta que en el mundo terrenal no existe la felicidad plena: los intendentes que lograron mejor caudal electoral en la 3ra. Sección Electoral resolvieron franquearle el paso en sus distritos para espantar el fantasma de la imposición de Gabriel Mariotto como acceso obligado acceso a la Casa Rosada.
                        
La renuncia indeclinable de Hugo Moyano a la presidencia del PJ bonaerense empaña el clima de euforia de ese logro pues habilita la llegada a la cima partidaria de Cristina Álvarez Rodríguez, a quien su entorno sospecha de contactos más fluidos de los que se sabe con la presidente Cristina Fernández de Kirchner.
                        
Los jefes comunales, que nunca terminaron de digerir la presencia del jefe de la CGT en la presidencia del peronismo, tienen razones particulares para rodear al gobernador, fuera de la más obvia de todas: su rendimiento inalterable en los sondeos de opinión. Coronarlo como candidato presidencial  y cumplir  el propósito de anular cualquier injerencia en una futura cúpula partidaria en ese mismo acto, es la más poderosa de ellas.               
                    
Aspiran a que la recomposición que deberá encararse cerca de fines del 2012 refleje los liderazgos regionales que proyectarían los resultados obtenidos en las elecciones del pasado 23 de octubre, donde algunos  tuvieron mejor desempeño que Scioli y Cristina, quien ya dio instrucciones a la ministra de Gobierno bonaerense para que desactive esa posibilidad.
                   
Resulta difícil imaginar al cumplimiento de esa orden  como un trámite sencillo con el clima bélico instalado por el vicegobernador  que tendría como razón suprema  mantener el estado deliberativo en el oficialismo, como deslizan algunos ultra K, y evitar así una diáspora similar a la vivida en medio del conflicto con el campo por la resolución número 125 para paliar el déficit de caja mediante un aumento de las retenciones agropecuarias.
               
Un fantasma del pasado reciente que podría corporizarse detrás del proyecto presidencial que alienta Mauricio Macri para el 2015 y para el que ya trabaja Francisco De Narváez, su antiguo socio.  Aunque bajo  condiciones  diferentes a las de aquella vez y con  culpas descargadas sobre otros responsables para aliviar las propias frente a  crisis, se trata de una posibilidad que podría cobrar cuerpo si no se contemplan las expectativas de Sergio Massa, el mejor posicionado en las encuestas para suceder a Scioli.  
                   
El intendente de Tigre reclamaría terreno libre para un alto protagonismo político en el 2013 sobre la base sobre la base de un recambio dirigencial en la Provincia que anhelaría liderar como primer candidato a diputado nacional. Cargo para  el cual  se comenzó a menear desde el oficialismo a Amado Boudou.
            
A la sospecha sobre la solidez de su lealtad por aquella presunta infidencia que lo obliga todavía a dar muestras de ella en cada acto público, el vicepresidente le suma una flaca adhesión en la opinión pública que tal vez explique ese tipo de  sobre actuación. Síndrome que también haría sentir sus efectos sobre Mariotto, en la especulación de algunos intendentes...
            
O al menos es lo que dejan trascender con  para justificar la intensificación de contactos con la Casa Rosada, donde lograrían buena acogida los que  no ocultan  la  intención de ser el compañero de fórmula de Massa.,  Y a no ser vetados por el kirchnerismo en el intento, si es que la aspiración del de Tigre es resuelta dentro de los límites actuales que impone esa corriente.
           
Intendentes

El rumor  que circuló este fin de semana  acerca de que Fernando Espinoza no permanecería ajeno a este proceso inquietó a los que están lanzados en la carrera: de confirmarse la incorporación del intendente de La Matanza a la grilla, se sumaría a los de Lomas de Zamora, Esteban Echeverría y Almirante Brown, quien el pasado 30 de enero oficializó sus aspiraciones.
       
Rubén Darío Giustozzi lo hizo durante una recorrida que realizó  por distritos de la 1ra. Sección Electoral donde se  reunió con sus pares de San Martín e Ituzaingó, Gabriel Katopodis y Alberto Descalzo.  Aliados a Massa, habrían tenido su visto bueno visto bueno para  recibirlo, según cuenta el entorno del jefe comunal visitante.
            
Las mismas fuentes indicaron que Giustozzi habría informado de su lanzamiento a Gray e Insaurralde. Desde Lomas corrigieron esa versión: “avisó después” confió un funcionario municipal quien añadió que eso ocurrió el primer día de febrero en el encuentro que mantuvo con Insaurralde en su despacho del Palacio Municipal por donde pasó Gray este fin de semana, tal como se encargó de difundir en forma oficial la oficina de prensa de Lomas.
            
Gray mantiene un vínculo añejo con Massa, uno de los principales respaldos que tuvo para disputarle la intendencia al vecinalista Alberto Groppi. Del lado de Insarralde manejan la versión en la que Massa se inclinaría por tenerlo como compañero de fórmula aunque rechazan haber mantenido contactos por ese tema. “Todavía no”, subrayó enigmático uno de sus hombres de confianza.
            
Como sea, un binomio compuesto por dirigentes de la 1ra. y 3ra. Sección Electoral parecería soslayar la tradición que viene respetando el PJ desde 1987 con la inclusión de un representante del Interior. Un flanco que quizás cubriría mejor de lo que se mide en apariencias Giustozzi.
            
Desde el entorno de Mariotto, que ambiciona suceder a Scioli, estimaron como “un apresuramiento” las declaraciones de Giustozzi, que  atribuyeron al presunto malestar por el mitin que organizó el vicegobernador en  su distrito.
         
La elección de de Adrogué para el acto se explica en la necesidad que verbaliza el entorno del vicegobernador: “al primero que  hay que cagar es a Giustozzi”, quien mantiene una relación estrecha con Florencio Randazzo., cuestionado en el oficialismo por “la forma en que defiende al modelo” en oposición melancólica al vacío abierto en ese sentido por la ausencia del ahora senador Aníbal Fernández.
            
Curioso que la inquina se centre en el ministro del Interior y no en el actual jefe del Gabinete, Juan Manuel Abal Medina (hijo), de quien no se conocen intervenciones mediáticas como las de su antecesor.
            
Tal vez haga a esa diferencia la docena de legisladores e intendentes del Interior que responden a Randazzo, sospechado de sus vínculos con Scioli y el hecho de que Abal Medina, igual que su aliado Mariotto, pertenece al club de “los sin techo” de la Casa Rosada en el que milita también Aníbal Fernández desde una subsede en el Congreso: los 3 carecen de peso territorial propio y  su suerte futura parece atada a la del Ejecutivo nacional.  
                       
Fuga

Los jefes comunales creen, en cambio, que el lanzamiento de Mariotto en Brown dejó en evidencias algunas fisuras que explicarían las limitaciones que padecería para articular una corriente propia, según se quejan quienes simpatizan con su candidatura. El acto de Adrogué fue organizado por Pablo Paladino, nexo entre el Nº2 de Scioli y Aníbal Fernández, quien debió convocar a militantes de Lomas de Zamora para darle un marco adecuado.
            
La presencia de 2 ultrakirchneristas como Sergio Berni y Cristina Fioramonti en 2cargos claves como la vicepresidencia y la jefatura del bloque del Frente para la Victoria, se ligaría a las dificultades para brindar auxilio logístico a la tropa propia que experimentaría el vicegobernador. Bajo lo que es, por ahora, una especulación, los intendentes procuran recobrar contactos con el Ejecutivo nacional. Ítem donde Gray e Insaurralde aventajan a Giustozzi.  

“La semana que pasó  Martín se vió con  Carlos Zannini y Ricardo Echegaray y tiene pautados encuentros con Julio De Vido y Abal Medina. No le vamos a regalar el kirchnerismo a Mariotto” dijo uno de ellos que, sin embargo, admitió que “si para ellos (por la Casa Rosada) La Cámpora es el kirchnerismo, nos verá más cerca de Scioli.”  El gobernador se mostró junto del intendente de Lomas durante la actuación del veterano cantante español Julio Iglesias en la Plaza Grigera de esa ciudad.
            
La cercanía de los alcaldes y el gobernador remite, de inmediato a Massa quien, según una versión confiable, compartió manteles con Horacio Rodríguez Larreta y Francisco De Narváez. El jefe del Gabinete del gobierno porteño tentó a Massa en nombre de su superior, Mauricio Macri, con la candidatura a gobernador por el PRO, en alianza con un sector del peronismo.
            
Pese a la desmentida de Gilberto Alegre, jefe del municipio de General Villegas y aliado de Massa desde los días del ahora ex Grupo de los 8, es una posibilidad latente que está asociada  a la eventual dilación en renovar al PJ que la Presidente preferiría postergar hasta fines de 2012. Quienes conocen a Massa -¿lo conocerá Alegre?- dan fe de que no rechazaría con tanta anticipación cualquier oportunidad. Un dato sugestivo es el de los acuerdos que Gray y Giustozzi celebraron con ediles electos bajo la sigla Unión PRO y que excedería el objetivo de terminar de blindarse en las Legislaturas locales.              

Con Scioli de ariete, los alcaldes prevén resistir esa maniobra. “Si otra vez Cristina le arma la lista de diputados para el 2013, no tiene destino” diagnostican en ese espacio donde la pretensión de Massa por liderar esa nómina no es vista con malos ojos.
            
Que el oficialismo haya echado a rodar el nombre de Boudou no es, en su análisis, justamente un premio sino la expresión de su enemistad con los sondeos, en idéntica proporción con la desconfianza que le prodiga el círculo de la Presidente, donde no podría recuperar el terreno perdido más allá de las apariencias.
            
Proyecciones  que dependen, no obstante, de los resultados de la gestión del 2do. turno del gobierno de Cristina, que podría arrojar indicios a partir de marzo, cuando la quita de subsidios y las nuevas reglas imperantes en la economía hagan sentir sus efectos. Momento en que la pelea con Hugo Moyano tal vez no se perciba tan taquillera en materia de sondeos como ahora, donde rinde por el alto rechazo que recoge el camionero, lo que no mellaría su poder de daño que, según dirigentes del kirchnerismo, permanece intacto.

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