jueves, 16 de febrero de 2012

INFORME ESPECIAL

Los reyes del “no va más”: ruleta y juego

Los zares que manejan los casinos y bingos del territorio argentino. Su relación con la política y el desembarco en los años 90, durante la Gobernación de Eduardo Duhalde. Quiénes son y cuáles son sus ganancias anuales. Un negocio redituable que deja millones tanto para empresarios como para el Estado nacional

La diversión, el entusiasmo, el azar y la adrenalina tienen un horizonte fijado que desembarca en una definición unánime: el juego en los bingos y los casinos de la Argentina. Sin dudas, escuchar la célebre frase de las ruletas electrónicas o las de paño, “no va más”, despierta pasiones en los apostadores; sin embargo, detrás de todas estas estructuras se esconden los empresarios millonarios que manejan el juego del “azar”.

Angel Tabanelli, Daniel Agelici, José Antonio Martínez Sampedro, Daniel Mautone y Cristóbal López son algunos de los administradores más grandes del país en el rubro. Todos poseen una característica en común: conexiones políticas que van desde el kirchnerismo más puro hasta lazos con el PRO de Mauricio Macri. Una perlita: tres de estos cinco hombres vieron la luz cuando Duhalde se desempeñaba como gobernador de la provincia de Buenos Aires o presidente de la Nación.

Algunos números escalofriantes que reflejan las ganancias de estos reyes de la timba: Cristóbal López logró en 2008 una cifra que ascendió a los 550 millones de pesos entre Casino Club S.A, Casino Rosario S.A. y el Casino Flotante de Buenos Aires, donde es uno de los mayores accionistas. Daniel Mautone recaudó 120 millones de pesos en 2010, a través del control de todo su paquete financiero de bingos y, sobre todo, de Femau, que controla el famoso Casino Victoria. Mientras tanto, Codere, una empresa española presidida por Martínez Sampedro, generó una ganancia en 2010 de 30 millones de dólares en el país, en tanto que su activo total en el mismo año fue de 1.100 millones de la misma moneda (cabe destacar que bajo su poder tiene casinos en Italia, España, Colombia, México, Uruguay, Panamá y Brasil, sumándoles hipódromos en Montevideo).

Mirando estas cifras, toma mayor relevancia la célebre expresión “el casino nunca pierde”. Sin embargo, existe un prejuicio en la sociedad vinculado al juego que, si bien no los desvela, todavía no lo pueden manipular como a las máquinas de sus centros azarosos. El juego ha tenido un progreso significativo en cuanto a reglamentación corresponde: se ha pasado de un juego clandestino en salas no aptas a una actividad que se desarrolla bajo el régimen contemplativo de la ley. Tal es así, que las quinielas encubiertas han sido prácticamente erradicadas, y en la provincia de Buenos Aires, tras la aprobación de la ley, sólo 32 municipios pueden estar habilitados para poseer casinos o bingos.

Además, las empresas de juego de azar aportan en concepto de impuestos, aproximadamente, el 40 por ciento de sus ingresos, lo cual representa una fuente de recursos económicos para el sostenimiento de políticas sociales activas tanto a nivel, nacional y provincial 
como municipal. Esta contribución es preponderante para las arcas del Estado nacional, más allá de favores entre políticos y empresarios que les quitan algún cero a esos intereses.

Daniel Mautone y Angel Tabanelli

Con 51 años y una fortuna tasada en U$S 190 millones, Mautone inició sus armas en la época de Alfonsín. Su incursión en el juego le permitió el nexo con la política, y ahí conoció a hombres con poder en el seno gubernamental: Eduardo Duhalde; Jorge Busti, ex gobernador de Entre Ríos; Alberto Fernández y hasta Héctor Capaccioli, ex recaudador de la campaña kirchnerista y procesado por el juez Norberto Oyarbide en la causa de la mafia de los medicamentos.

Mautone controla nueve empresas que desarrollan actividades en diversas provincias: Buenos Aires, Salta, Chaco, Mendoza y Santa Fe. Además maneja Casino Victoria, es presidente de Bingo Mar de Ajó, creó junto a Daniel Angelici Bingo Horse y fundó Corporatone Techonologies, una empresa destinada a fabricar máquinas de juego; y actualmente se desempeña como presidente de la Cámara Argentina de Salas de Bingo y Anexos (CASBA). También fue el ideólogo de un proyecto llamado Gambiling TV, un canal destinado al juego del azar que buscaba, además de informar, desmitificar la noción de los prejuicios en torno al juego. El gerente de la señal era un entendido en el tema: Gerardo Sofovich. 

En el ámbito político existen secretos entre paredes que indican que Daniel Mautone fue uno de los que financiaron las campañas de Busti y Uribarri. 

El empresario Angel Tabanelli vio la luz brindando servicios de impresiones de seguridad para bancos e instituciones financieras; a raíz de ello, el juego comenzó a susurrarle en el oído. El rey del escolaso electrónico en la provincia de Buenos Aires es la cabeza de una dinastía familiar que lo tiene como director en más de una decena de compañías. Boldt S.A. es la matriz de la cual se nutrió y se erigió todo el monopolio: Boldt Impresores, Boldt y Boldt Gaming; esta última abastece al 75 por ciento del mercado en la capacitación de apuestas o transacciones online.

Tabanelli irrumpió en el escenario bonaerense de la mano de Eduardo Duhalde, en 1995, quien, tras la emisión del decreto 3956, prorrogó la contratación directa de Software de Juegos a Boldt S.A., que además se adjudicó de forma exclusiva la instalación de máquinas tragamonedas o spots en los 
casinos bonaerenses.

En 1999, Loterías y Casinos de la Provincia suscribió un nuevo contrato con la firma: la nueva joya de Boldt S.A. se llamó Trilenium. La contratación fue designada de manera directa, lo cual levantó un manto de sospechas al respecto. La concesión duraba hasta 2009, y los temores en el núcleo Tabanelli empezaban a asomarse: la irrupción de Cristóbal López y sus cercanías al oficialismo proyectaban la posibilidad de perder la explotación. Sin embargo, Scioli renovó las operaciones de Boldt en Trilenium hasta 2013.

Como adelantó Desafío Económico en una edición anterior, las reiteradas prórrogas a Boldt S.A. despertaron reclamos de legisladores de la oposición, que denunciaron que el convenio significaba unos $ 300 millones por año de ganancias. Otro dato que levantó polvareda y nubló el escenario del juego fue el alivio fiscal al que accedió Tabanelli luego de que la Dirección Provincial de Rentas determinó que el casino Trilenium a diferencia del resto de los prestadores de servicios del Instituto de Loterías y Casinos no debía hacer frente al incremento del 30 por ciento en las alícuotas del impuesto sobre los Ingresos Brutos.

Hoy, el emporio Boldt supervisa la totalidad de las apuestas online de la Provincia, tanto las realizadas en agencias oficiales como aquellas derivadas de las máquinas tragamonedas, que sólo en casinos superan las 3.600.

De esta manera, Boldt S.A. regentea: Trilenium S.A., ubicado en Tigre y que cuenta con 76 mesas de paño, 1.900 slots y representa al club más importante de Latinoamérica; Casino Victoria, en la provincia de Entre Ríos; Casino Central de Mar del Plata; Melincué Casino and Resort, en Santa Fe; Casino Tandil y Miramar. 

Estos dos empresarios de la rama 
del juego supieron hacer un gran poderío y una fortuna incalculable en el negocio de las apuestas. Entre sospechas e irregularidades en licitaciones de bingos y casinos, estas firmas aportan alrededor del 40 por ciento de las ganancias totales al erario nacional; por estos motivos, desde los rincones oficialistas están todos tranquilos y sin chistar.
Autor de Nota: Desafío Económico

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