martes, 3 de marzo de 2015

RECRUDECE LA TENSIÓN EN EL OFICIALISMO POR EL DEBATE SOBRE ABORTO

AGENCIA / POLÍTICA 


 Gollán, CFK, Di Tullio y Aníbal F. protagonistas de los cruces internos en el cristinismo. 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El debate por la despenalización del aborto divide aguas dentro del oficialismo. Lo que quedó de manifiesto una vez más en las últimas horas cuando se sumaron voces disonantes respecto a si el Gobierno va a abordar o no el tema durante su último año de gestión.



El 1er chispazo se sintió el lunes cuando el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, descartó que la discusión estuviera en la agenda del Gobierno.

Las palabras de Fernández aparecieron cuando ya rebotaba de portal en portal las consideraciones del flamante ministro de Salud, Daniel Gollán.

Gollán, quien asumió el jueves último, puso en relieve que en la Argentina se practican 500.000 interrupciones de embarazos de forma ilegal por año y que estos se convierten en "la principal causa de muerte materna".

El funcionario propuso un "debate maduro" al respecto "sin ponerse en los extremos ideológicos y religiosos", en el que participe toda la sociedad, y anticipó que podría incorporarse el sistema de "consejerías" vigente en Uruguay, consistentes en desincentivar a la madre a abortar.

Por tratarse de la palabra de un funcionario de jerarquía, sus declaraciones fueron interpretadas como la postura oficial.

Fernández aclaró este martes que de ninguna forma quiso "menospreciar" al ministro de Salud, pero ratificó que tratar la despenalización o la legalización del aborto no está en los planes de la Casa Rosada.

"Sin anular, criticar ni menoscabar la visión de cada uno, lo que me limité a decir ayer es que no es parte de la agenda que ya está diseñada y yo como jefe de Gabinete tengo una responsabilidad de conducirla", dijo por la mañana el jefe de Gabinete.

Más tarde este mismo martes, se sumó a la polémica Juliana Di Tullio, la jefa del bloque K en Diputados, quien es una militante por la despenalización del aborto.

Di Tullio se alineó con Gollán y consideró "valioso" que haya dejado sentada su postura. Además, Di Tullio advirtió que lo que dijo Fernández "es la postura del Gobierno" y rápidamente señaló que el debate por el aborto "lo tiene que generar el Congreso de la Nación".

"La Presidenta no me pidió debatir sobre el aborto, pero el Congreso por sí mismo puede hacerlo", afirmó Di Tullio en diálogo con radio América.

De esa forma, la diputada se desmarcó de la Casa Rosada invocando cierta independencia como legisladora, aunque aclaró que acepta la negativa presidencial. Es que es la presidente Cristina Fernández la que domina la agenda oficial y se conoce su postura en contra del aborto.

Luego de ganar las elecciones en 2007, la mandataria dijo públicamente que "siempre me he definido en contra del aborto" y que no creía que "los que abogan por la despenalización del aborto estén a favor del aborto: eso sería una simplificación".

Esa postura fue ratificada nuevamente antes de asumir su segundo mandato en 2011. Di Tullio también señaló, a modo de crítica, la influencia que tiene la Iglesia Católica en este tema, sobre todo con "un Papa argentino", quien además mantiene una cercanía con la Presidente de la Nación.

"Es un actor central (la iglesia) en este debate. Tiene un peso muy grande, y más en este momento porque hay un Papa argentino", dijo Di Tullio.

No obstante, volvió a insistir con la independencia del Congreso para asumir el debate más allá de la posición de su propio Gobierno.

En noviembre de 2014 las posiciones a favor y en contra del aborto llegaron a Diputados. Aunque se convocó a una reunión de la comisión de Legislación Penal, la iniciativa para despenalización de la interrupción del embarazo no obtuvo dictamen.

Por aquellos días la diputada oficialista Diana Conti reconoció que se trataba de "un tema discutible y controversial en el bloque" del Frente para la Victoria.

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